La increíble historia de Antolina y Juan en los Valles Calchaquíes: están en pareja y viven en montañas separadas desde hace 50 años

Sus chozas están ubicadas a unas cinco horas de caminata desde Cafayate, Salta. Él tiene 72 años y ella, 74. Se ven todos los días, ya que él la ayuda con el pastoreo de las cabras. “Así, nos llevamos mejor”, señalan los integrantes del matrimonio de baqueanos

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Antolina y Juan son salteños y viven en montañas distintas de los Valles Calchaquíes para mantener vivo el amor

El camino que separa la montaña donde vive Juan de la montaña donde vive Antolina es árido y polvoriento. Le lleva entre 20 minutos y media hora en recorrerlo. A los 72 años, Juan transita ese sendero acompañado por su perro callejero mientras sus dos gatos negros lo esperan afuera de su choza hecha con paredes de piedra y techo de paja. No usa celular. Tampoco quiere tener uno. Se resiste a la modernidad y a vivir en Cafayate, la ciudad más cercana a su casita inmersa en los Valles Calchaquíes, provincia de Salta. Su mundo es ese: el de las montañas, el viento seco y las visitas matutinas a la mujer que ama.

Esa rutina la mantiene desde hace 50 años. Antolina lo espera todas las mañanas para que la ayude a soltar las cabras para pastorear. Comparten varias horas juntos y luego se vuelve a su montaña antes del atardecer. Pero a diferencia de él, ella no vive sola, sino acompañada por uno de sus tres hijos. Los otros dos ya tienen sus respectivas familias y la visitan muy esporádicamente.

“Vivimos separados para no andar peleando. Así, nos llevamos mejor”, coinciden en la afirmación los integrantes de este matrimonio de baqueanos salteños, al que los une una increíble historia de supervivencia a unos 3.500 metros sobre el nivel del mar.

Juan tiene 72 años y
Juan tiene 72 años y vive solo en una montaña de los Valles Calchaquíes, en Salta, donde se dedica a la cría de ovejas

Hasta ese inhóspito lugar, a unas cinco horas de caminata desde Cafayate, llegó el youtuber Sergio Caballero. Oriundo de Caleta de Olivia, que reside actualmente en Catamarca, se dedica a explorar y documentar a comunidades que viven aisladas en la Argentina, especialmente en el norte del país y en las zonas montañosas. A través de videos, muestra la vida cotidiana de personas que viven en lugares de difícil acceso, sin electricidad, con caminos de tierra y en un entorno completamente diferente al de las ciudades.

Al igual que muchas de sus aventuras, Sergio se enteró de la existencia de Juan y Antolina a través de un mensaje que recibió del sobrino de la pareja. “Mi mamá vive en las montañas, pero también tengo una tía que lleva años allá arriba, en su puesto, y su marido vive en otro cerro”, le escribió por privado al Facebook. La idea lo atrapó de inmediato.

El sobrino le explicó que su familia siempre había vivido en la montaña, que sus abuelos lo hicieron antes que ellos. “Juan y Antolina se conocieron a los 20 años. Fue justo cuando él había vuelto de hacer el servicio militar, en Tierra del Fuego”, recordó Sergio en diálogo con Infobae.

Las chozas donde viven Juan
Las chozas donde viven Juan y Antolina están hechas con paredes de piedra Pirca, techo de paja y aberturas con troncos

Para llegar hasta ellos, Sergio organizó su viaje con el sobrino como guía. Cuando llegó, encontró dos chozas solitarias, cada una en su propio cerro. Desde la morada de Antolina se podía ver la montaña donde estaba Juan, aunque a la distancia solo era un punto en el paisaje.

Sergio pasó todo un día con ellos, grabando su rutina, conociendo sus costumbres. “Ellos encontraron en la distancia su propia forma de amor”, remarcó este hombre de 42 años, de profesión marinero y youtuber por diversión.

“Me contaron que viven en montañas separadas porque cada uno ya tenía su propio puesto antes de conocerse y decidieron seguir así. No fue una decisión repentina, sino algo que se dio naturalmente con el tiempo y lo siguen manteniendo hasta el día de hoy”, explicó.

“Se ríen porque dicen que así no tienen que verse todo el tiempo y evitar los malhumores. Pero en realidad, tras formalizar su relación, ninguno de los dos quiso cambiar su estilo de vida y así continuaron, cada cual por su lado y en sus respectivas casas”, detalló.

Antolina posa delante de una
Antolina posa delante de una jaula para cazar pumas. Contó que utiliza a un chivito de señuelo. El puma es el mayor problema que tienen en la montaña. No solo por su propia integridad, sino porque también se come a los animales”, señaló Sergio Caballero, el youtuber

Juan le contó que hace todo solo, que no necesita ayuda a pesar de su avanzada edad. “Me decía que estaba medio jodido de la rodilla, pero se lo veía fuerte y valiente”, describió Sergio. Ella, por su parte, baja a Cafayate solo una vez al año. “Hace poquito había estado en la ciudad porque se cayó en la montaña y estuvo mal de la cadera. Tuvo que quedarse un mes allá. Me contó en el video que no veía la hora de volver a su puesto con sus animales porque no se acostumbra al ruido ni a la gente”, agregó.

En las montañas de los Valles Calchaquíes la vida transcurre a otro ritmo: la gente aprende a convivir con la soledad, el viento y las dificultades del paisaje. No hay agua corriente en muchas de estas viviendas dispersas por los cerros, y la electricidad llega con suerte a través de paneles solares. El agua es oro. Se recoge de vertientes naturales o se espera la lluvia. A veces tienen que recorrer kilómetros para llenar un bidón.

La caza todavía es parte de la vida. En algunos rincones de los Valles, como hace Antolina, la gente pone trampas para pumas que amenazan el ganado. La carne del felino no se desperdicia. Se convierte en milanesas que algunos dicen que tienen gusto a carne de vaca, pero más tierna.

Antolina recibe la visita de
Antolina recibe la visita de su marido, Juan, todas las mañanas. La ayuda con el pastoreo de las cabras

De hecho, durante su estadía, Sergio vio a la mujer armar una jaula para cazar pumas. “Le pone un chivito de señuelo. El puma es el mayor problema que tienen en la montaña. No solo por su propia integridad, sino porque también se come a los animales”, señaló al hacer hincapié en que la mujer vive la fabricación de quesillo de leche de cabra.

En los parajes donde viven Juan y Antolina, el youtuber pudo observar que ambos poseen sus propias huertas protegidas del viento con cercos de piedra para el cultivo de papa, maíz y zapallo. “Cada vez que visito a estas pequeñas comunidades siempre llevo mercadería, y este caso no fue la excepción. Les di un bolso con yerba, azúcar, aceite y otros alimentos básicos”, precisó.

A pesar de haberse criado en el sur, a la vera del mar, Sergio está fascinado por las montañas y todo lo que sucede alrededor de ellas. Su trabajo embarcado es por campañas: “Navego desde junio hasta octubre y, cuando toco tierra, tengo varios meses de descanso. En ese tiempo libre aprovecho para recorrer el país y documentar historias de personas que viven en los rincones más aislados de Argentina”.

Sergio Caballero se sacó una
Sergio Caballero se sacó una selfie con el sobrino de Juan y Antolina. Él fue quien lo contactó por Facebook para contarle la historia de sus tíos

Su amor por el Norte empezó por razones familiares. “Tenía parientes en Tinogasta, Catamarca, y cada tanto viajaba a verlos. Fue en esos viajes cuando comencé a notar algo que me atrapó: los pequeños pueblos, las casas de adobe y las personas que vivían casi en soledad en las montañas”, recordó.

Pero fue durante la pandemia cuando todo cambió. Como muchos, Sergio vio que la gente empezaba a hacer videos y se le ocurrió la idea de documentar sus viajes. La localidad de Costa de Reyes fue el punto de partida de una de sus expediciones en Catamarca. “Es un pequeño pueblo rural, donde viven apenas cinco o seis familias, y donde llegué con la intención de hacer mis primeros videos. Ahí conocí a un hombre, que era el dueño de un almacén, y me contó que tenía a un tío que vivía solo en las montañas. Ese fue el video más popular de mi canal, con más de dos millones de reproducciones”, contó Sergio.

La historia de Nolberto, el
La historia de Nolberto, el hombre que vive solo en las montañas catamarqueñas fue el video más visualizaciones del canal de Youtube "Conociendo mi país", de Sergio Caballero

Otro de sus videos más virales fue el de un hombre que vivía en una cueva en Tucumán. La historia no solo se hizo famosa, sino que desencadenó una denuncia, porque el anciano cobraba una pensión, pero alguien se quedaba con su dinero. Sergio investigó el caso, expuso la corrupción y hasta ayudó a que un sobrino del hombre pudiera contactarlo y ayudarlo.

Hoy, con su canal Conociendo mi país ya monetizado en YouTube, puede financiar parte de sus viajes y ayudar a más personas. Pero sigue con su estilo original: viaja solo, graba con naturalidad y se involucra con las historias que cuenta.

Porque más allá de los números, lo que lo mueve sigue siendo lo mismo: descubrir vidas escondidas en lo alto de la montaña y compartirlas con el mundo.

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