El gobierno nacional volvió a poner en funcionamiento un dispositivo esencial para la inspección técnica de micros y colectivos. Se trata del Banco de Pruebas Dinamométrico, conocido como “El Rodillo”, que permite evaluar el estado integral de los vehículos, con especial atención en el control de los límites de velocidad.
Según informaron fuentes oficiales, este mecanismo estaba obsoleto durante la gestión de Alberto Fernández, debido a un deterioro significativo en su estructura, incluyendo daños en los pistones y cilindros. Y que luego de ser reparado y actualizado, el dispositivo volvió a utilizarse en la terminal de ómnibus de Retiro.
Presidencia de la Nación reveló que durante la primera semana de su reactivación, se realizaron 63 controles aleatorios, de los cuales 11 vehículos fueron desafectados de los servicios por no cumplir con los estándares requeridos. O sea, cerca del 20 por ciento de los vehículos testeados.
La reinstalación de los cilindros, reparación de la estructura, calibraciones y certificaciones necesarias, para garantizar su óptimo funcionamiento, fueron algunos de los trabajos que se realizaron para el reacondicionamiento del aparato.
Entre las pruebas realizadas se encuentran la evaluación del limitador de velocidad, la revisión del instrumental de cabina, que registra la velocidad real de circulación, y el impedimento de apertura de puertas cuando la unidad supera los 5 km/h.
El estado de la carrocería, los neumáticos, las chapas patente y las luces, son también otras partes del vehículo de transporte de pasajeros que son verificadas a la hora del test preventivo. Y también se revisa la documentación del vehículo, asegurando que todos los papeles estén en regla antes de que las unidades puedan continuar operando.
En caso de detectar irregularidades, los agentes de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) retiene el micro y/o colectivo, hasta que no cumpla con estos parámetros y se adapte a estos requisitos. Asimismo, se emiten las actas de infracción correspondientes para formalizar las sanciones.
Según consignó el Gobierno nacional, este dispositivo no solo permite garantizar que los vehículos cumplan con las normativas de seguridad, sino que también contribuye a prevenir accidentes y mejorar la calidad del servicio ofrecido a los usuarios.
A través de la CNRT, se informó que durante el año pasado se realizaron controles de infracciones en 1.262.203 unidades de media y larga distancia, de las cuales se registraron 101.871 infracciones y se retuvieron 10.811 vehículos.