Habiendo transcurrido casi una semana del incendio que se desató en el Epuyén, los equipos de bomberos lograron contener una parte del fuego. Como consecuencia de la rapidez con la que se expandió, un total de 3000 hectáreas fueron arrasadas, más de 200 viviendas totalmente consumidas, y decenas de familias, evacuadas.
En tanto, en las últimas horas se conoció que al menos dos provincias del norte del país, registraron incendios provocados por las altas temperaturas y la sequía extrema de lugar. Se trata de Entre Ríos y Corrientes, donde hubo que asistir a casi 100 personas y hubo 450 hectáreas de campo afectadas.
Mientras se trata de esclarecer el origen del voraz incendio en la ciudad chubutense, cuyos indicios se vieron comprometidos con el hallazgo de restos de material acelerante en la zona donde comenzó todo, las autoridades informaron que el flanco izquierdo del incendio está controlado.
Los datos fueron brindados por el Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF) —dependiente de la Secretaría de Bosques— que a su vez alertó ante un resto que continúa activo.
En diálogo con diario Jornada, el brigadista Ariel Amthauer afirmó que la situación se agravó dado que “el fuego se encuentra en una zona inaccesible, con vegetación densa y topografía accidentada que dificulta enormemente las tareas de extinción. El terreno de difícil acceso, sumado a las condiciones meteorológicas adversas”.
Frente al avance del fuego, se advirtió que el mismo se encuentra cerca de la Cascada Los Alerces, por lo que generó preocupación en las comunidades cercanas.
Entre Ríos y Corrientes
Durante el fin de semana y hasta el pasado lunes, las llamas afectaron varias localidades de la provincia de Entre Ríos. La situación fue más complicada debido a los elevados valores de temperatura que no descendieron de los 35° C en casi todo el territorio, la baja humedad y el abundante combustible seco acumulado.
Uno de los lugares afectados fue el Parque Escolar Rural Enrique Berduc, ubicado en Paraná, donde el incendio afectó entre 20 y 25 hectáreas de su reserva natural. Al igual que en Santa Emma, donde seis focos que se desataron simultáneamente durante el sábado, consumieron 450 hectáreas de campo.
A través de distintos portales locales se supo que los brigadistas lograron apagar las llamas, situación que se vio favorecida por la caída de algunas gotas. Además, contaron con el aporte de un avión hidrante AT8T, enviado por el Sistema Nacional de Manejo del Fuego. Para lo que resta de la semana, el pronóstico anuncia altas probabilidades de lluvia.
Por su parte, la Dirección de Recursos Forestales advirtió que se mantiene el riesgo de nuevos incendios en localidades como Concordia, Mercedes, Bella Vista, Gobernador Virasoro e Ituzaingó.
En Corrientes, las llamas comprometieron vastas áreas rurales en Mercedes, Curuzú Cuatiá y Paso de los Libres. Según Defensa Civil, ya se han contabilizado 620 incendios este año, de los cuales casi la mitad ocurrieron durante el último fin de semana. Esta parte del litoral padece las altas temperaturas y la falta de humedad, lo que suele generar un entorno propicio para la propagación de las llamas.
Gracias a los equipos de emergencia desplegados en la zona junto a la participación de vehículos hidrantes aéreos, lograron contener el fuego. Sin embargo, advierten que el riesgo sigue siendo alto en localidades como Tatacuá, Paso de los Libres y Curuzú Cuatiá.
Bruno Lovinson, subdirector de Defensa Civil, explicó que las jornadas del viernes y sábado fueron especialmente críticas debido a las condiciones extremas de calor y sequía. A su vez, la cartera sanitaria provincial detalló que más de 80 personas tuvieron que ser asistidas debido a afecciones relacionadas con los incendios.
El responsable del Plan de Manejo del Fuego, Pablo Aceñolaza, destacó el trabajo coordinado entre las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones, en conjunto con la Nación, entidades ambientalistas y productores forestales.