El domingo 29 de diciembre será el último show en el viejo Luna Park, el mítico recinto porteño ubicado en la avenida Eduardo Madero 470. Se someterá a partir del 1° de enero de 2025 a una renovación estructural, a una remodelación edilicia, a una puesta en valor de este símbolo de la cultura porteña tras 92 años de haber albergado un sinfín de esplendorosas citas artísticas, deportivas y culturales, nacionales e internacionales. El cierre estará a cargo de un dueto designado especialmente para despedir la actividad del emblemático estadio.
Abel Pintos y Luciano Pereyra se unieron por primera vez para desarrollar un ciclo de conciertos único. Empezaron el 9 de noviembre. Las entradas de los primeros veinte recitales se vendieron en solo tres días. Se agregaron cuatro shows por la alta demanda. Fueron 219.643 los tickets totales vendidos. En un documento enviado a las autoridades nacionales, los responsables del Luna Park sostuvieron que los artistas dejarán la huella de un récord histórico: “Serán 34 las funciones que ofrecerán desde el 9/11 hasta el 29/12 de manera ininterrumpida, generando una residencia de casi dos meses, ningún otro artista musical argentino ha superado antes esa cifra en este formato”.
En ese marco de despedida, el estadio incluyó una acción solidaria ideada por el empresario Marcelo González: destinó la venta de diez mil entradas a la Cooperadora del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez para colaborar con la remodelación del pabellón más antiguo del establecimiento médico. El anuncio lo realizaron en una sala del hospital el viernes 25 de octubre. “Estamos muy agradecidos de que nos den la oportunidad de estar acá -dijo Abel Pintos en la presentación-. Será un camino muy largo, y tenemos que involucrar a artistas, deportistas, gente que pueda influenciar a otra, así como nosotros hoy pudimos encarar esta acción”, destacó y añadió: “Lo más importante de esto es el compromiso y poder sostenerlo a lo largo de todo este tiempo”.
Por su parte, Luciano Pereyra también agradeció el gesto y pidió un reconocimiento a los profesionales de la salud: “Hoy tenemos la posibilidad de hacer algo hermoso por el futuro de un país que son los niños, pero para nosotros los verdaderos famosos acá y a quienes debemos darles un gran aplauso, es a todo el personal médico: gracias por todo lo que hacen a diario por este hospital”. Ambos artistas visitaron, durante la recorrida, el Área de Internación Clínica y compartieron un momento muy emotivo junto a todo el equipo de salud y los pacientes. Además, recibieron una distinción y mención especial con unas palabras de la titular de la cooperadora, Alicia Garré; y del director del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, doctor Pablo Neira.
La iniciativa se condensa en el lema “Ladrillo + Ladrillo” y consiste en la obra más importante de la cooperadora de los últimos años. El desafío estima la remodelación integral del área de internación clínica, que desde su construcción, es el sector más antiguo del hospital, de modo que cuando se diseñó, los modelos de atención médica eran muy distintos a los parámetros actuales. “Hoy tiene capacidad para internar a cien pacientes, cuyos diagnósticos presentan condiciones crónicas complejas que muchas veces requieren de aislamiento estricto”, informan en la web del centro de salud, que ostenta el mérito de ser el Primer Hospital pediátrico de Latinoamérica, fundado en 1875.
El proyecto apunta a mejorar significativamente la atención de los pacientes y sus familias mediante una serie de remodelaciones que se ejecutarán en etapas durante tres años, con una inversión aproximada de 6,5 millones de dólares. El plan tiene cinco objetivos específicos: la internación en habitaciones individuales, los baños privados, las áreas especiales para aislamiento de casos críticos, la reestructuración de los servicios de Hemoterapia, Centro Respiratorio y Endoscopía, y el nuevo esquema de circulación con ascensores y escaleras de emergencia. “Esta obra, de aproximadamente 3.200 metros cuadrados, está prevista en etapas que permitan la operatividad del sector, lo cual le agrega mayor nivel de complejidad”, expresaron.
Esta remodelación no solo permitirá un mayor confort para los pacientes, sino que también se alinea con estándares de salud y cuidado modernos. Además, se podrá ampliar la capacidad de atención, agilizar los tiempos de espera y generar un impacto positivo en la experiencia de las familias que acompañan a los niños internados. La cooperadora del hospital, que hace setenta años es una pieza clave en el desarrollo y sostenimiento de la institución, liderará este esfuerzo.
El Hospital Gutiérrez es una de las instituciones pediátricas más importantes a nivel nacional y regional. Tiene más de 140 años de trayectoria, se dedica desde su fundación al cuidado de los niños y sus familias, abarca más de 50 especialidades pediátricas, presta atención las 24 horas en los 365 días del año y ya forma parte del corazón de la comunidad.