Un chofer de colectivo recibió un botellazo por parte de un pasajero este lunes por la madrugada en su recorrido por el Conurbano bonaerense. Debido al ataque fue hospitalizado y recibió cinco puntos de sutura en la frente. En reclamo por más seguridad, las líneas 338 y 406 están de paro.
El ataque ocurrió en la localidad de Ciudad Evita, partido de La Matanza, aproximadamente a la 1.30 y cerca del Hospital Balestrini, donde un pasajero había tocado el timbre para descender y el conductor se detuvo en la parada siguiente.
Ante esto, el agresor avanzó desde el fondo de la unidad hacia el frente del colectivo, sacó una botella de un bolso y golpeó la cara del chofer, identificado como Kevin Godoy.
Tras el ataque, el colectivero sufrió una conmoción, con diversos cortes en el rostro y una profunda herida en la frente, que derivó en su hospitalización y en los cinco puntos de sutura que recibió para cerrar la herida. Este hecho generó que sus compañeros lanzaran un paro por tiempo indeterminado y el reclamo por mayores y mejores medidas de seguridad.
A su vez, los trabajadores de la línea 406, que hace el recorrido de Ramos Mejía a San Justo y que pertenece a la misma empresa -Transporte Automotores La Plata- adhirieron a la protesta. “El reclamo es por la inseguridad que estamos viviendo, son muchas cosas que están pasando y esta fue la gota que rebalsó el vaso”, sentenció Ramón, delegado gremial. Y señaló que la unidad no contaba con una cámara de seguridad.
“Tenemos una denuncia de que el sábado a un chofer le pegaron un culatazo en un robo en Villa Santo Vega. Estamos pidiendo un poquito más de seguridad en este recorrido, que haya más presencia policial. A las 18 ya no hay más presencia policial y somos carne de cañón”, puntualizó otro de los delegados en un móvil a C5N. Y determinó: “Saliendo de mi casa, tratando y rogándole a Dios de llegar vivo a casa, salís y no sabes si volvés”.
Los representantes de la empresa Transporte Automotores La Plata quedaron en reunirse este mediodía con la jefatura departamental y la Comisaría 1° de San Justo de la Policía Bonaerense, con el objetivo de encontrar una solución al conflicto.
Otros casos de agresión
En el último Día del Colectivo, tres delincuentes armados le robaron el teléfono celular y la billetera a un chofer de la línea 749, que conducía una unidad sin pasajeros. Sin embargo, y no conformes con el botín obtenido, antes de darse a la fuga, los asaltantes arrojaron al piso de la unidad al chofer y le dieron un machetazo en una de sus manos.
Le amputaron dos dedos y le fracturaron los dos restantes, según confirmaron fuentes del caso a Infobae. En repudio al brutal ataque, los compañeros de la víctima realizaron un paro de las líneas que involucran a la empresa Expreso Parque El Lucero (749, 449 y 391).
En tanto que en San Francisco Solano, un chofer de la línea 239 fue abordado por un delincuente encapuchado que simulaba ser un pasajero. La secuencia completa del ataque fue filmada por la cámara de seguridad que el conductor posee en su habitáculo. En las imágenes se observa que el atacante viajaba sentado en uno de los asientos de adelante, pegado a la ventanilla y encapuchado.
De repente, el hombre se puso de pie y caminó de forma sigilosa hacia su víctima, que se vio acorralada e indefensa. Sin mediar palabras, el atacante lo apuñaló en el rostro con un destornillador que extrajo de entre sus ropas. Cinco puntazos y varios golpes de puño le alcanzaron al agresor para que el chofer entregara su teléfono celular y otras pertenencias.
A mediados de octubre, el chofer de la línea 506 Leonardo Sebastián Figueroa fue asesinado en la localidad bonaerense de Glew, partido de Almirante Brown. La víctima fue atacada a traición, por la espalda, mientras realizaba su recorrido, por un pasajero que lo apuñaló dos veces en la zona del abdomen.
Fuentes policiales habían indicado a este medio que Figueroa, de 43 años, fue asesinado cuando conducía su unidad, el interno 101, sobre la calle Gumercindo Pereyra, entre Renato Presa y Sargento Eufrasio Rojas. Tras el hecho, el chofer fue trasladado de urgencia al hospital Cecilia Grierson, en la localidad de Guernica, donde los médicos de turno constataron su muerte.
El atacante, cuyo accionar quedó filmado por la cámara de seguridad instalada en el interior del colectivo, fue detenido a las pocas cuadras de la escena de crimen por la Policía Bonaerense, gracias al testimonio de testigos del hecho.