Eligen manejar coches fúnebres porque les parece divertido: “Los compramos... ¡y solo nos pasan cosas buenas!”

En 2018, Guido, German y Aldo crearon el primer club de coches fúnebres del país. Incluso convocaron una caravana en pandemia. “Hoy nos miran con asombro, en un futuro queremos que sea una fiesta”

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Por diversión, eligen manejar coches fúnebres - #Informe

El lugar pactado para el encuentro fue en la Plaza del barrio de Saavedra, llamada Parque Carlos Mugica. Llegaron puntuales. Germán Canda (35) y Aldo Lenissa (32) estacionaron sus dos autos en la esquina y se bajaron. Y los curiosos, lógicamente, no tardaron en llegar.

Las reacciones fueron diversas. Les pasa siempre: “Están los que miran con mala cara y los que no quieren ni mirar. Hay quienes te piden que lo cambies de vereda. Inclusive, de maldad, me han llegado a rayar todo el costado”, le cuenta a Infobae, Aldo, uno de los creadores del primer club de coches fúnebres de la la Argentina.

Modificamos la locación. Desde el asiento de copiloto del LTD V8 modelo 1978 (de tela color verde hoja), nos dirigimos al playón de estacionamiento del parque Tecnópolis. Hace calor, el aire acondicionado no funciona y las ventanillas no bajan. Casi sin pensarlo, la mirada se pierde hacia el fondo del coche, donde se luce el largo baúl forrado en terciopelo azul. “Cuando lo lleve a la puerta de mi casa, mi madre lo vio y le bajó la presión y mi padre me invitó a retirarme junto con el auto”, dice Aldo, que es dueño de esta reliquia desde 2012.

Aldo y German los dueños
Aldo y German los dueños de los autos funébres (Alejandro Beltrame)

Amantes de los autos antiguos, los compraron en Mercado Libre. “Lo vi como una oportunidad de negocios. Soy mecánico, me gustan los autos clásicos y este es uno. Tiene un motor de seis cilindros y salvo algún arreglo está como venía originalmente de la época....”. Con el tiempo, el negocio fue virando hacia el amor.

Diez minutos de viaje en auto bastan para notar eso que habían comentado al inicio. Bocinazos, saludos, muchas miradas de desconfianza. Uno puede pensar que este modelo nunca es bienvenido. Pero Germán tiene argumentos para convencer de lo contrario:

“Cuando llego a mi show con el coche me vienen a recibir a la puerta, me piden por favor queque lo estacione ahí. Tiene sus privilegios. Desde que lo tengo solo me pasan cosas buenas”.

Ni German ni Aldo poseen una cochería. Tampoco nada los relaciona con ese universo. Sin embargo, hoy disfrutan de tener un modelo de colección. “Son autos que a partir de los 350.000 pesos los podés comprar. No me importa que haya llevado un muerto o naranjas. Lo manejo y punto”, explica Canda. Y agrega. “Lo dejas en la calle, y no te lo roba nadie”.

German lo compró como oportunidad
German lo compró como oportunidad de negocio. "Nadie te lo va a robar" (Alejandro Beltrame)

-¿Lo usan todos los días?

-German: En casa tenemos dos autos. Ahora el principal está roto así que estuve llevando a mis dos hijos al colegio en este. Les encanta. Los compañeritos me piden subirse, y dar una vuelta. A mí me parece divertido.

-Aldo: Cuando tengo ganas. Lo uso más que nada para pasear, y cuando quiero llevar cosas grandes, es utilitario.

-¿Dónde se compran los autos fúnebres?

Aldo: Generalmente en los sitios de compra y venta de autos clásicos. Hay muchos, cada marca tiene su propio espacio. A los que nos gustan los fierros estamos mirando las novedades.

German: En el 2019 me sobró algo plata y dije ‘este es el momento…'. Apareció el coche fúnebre en un grupo de redes, y lo fui a buscar. Tengo un humor ácido, y me gusta lo lúgubre, así que iba perfecto.

La caravana de autos clásicos
La caravana de autos clásicos que hicieron en pandemia frente al cementerio de la Recoleta

Hearse Argentina

Junto a Guido Krause (publicista y tercer integrante de esta locura) fundaron en 2018 el primer club de coches fúnebres. Se conocieron de casualidad a través de un grupo de Facebook, y decidieron llevar adelante esta particular sociedad. Se inspiraron en los famosos clubs de coches fúnebres, populares en los Estados Unidos, México y Alemania, donde se organizan varios eventos anuales con importantes caravanas de ejemplares únicos. Una verdadera fiesta.

Del baúl sacan calaveras, esqueletos, muñecos de terror, telas de araña y ataúdes vacíos. En 2020, en plena pandemia, hicieron historia. Se reunieron con otros 15 de fanáticos que se trasladaron en caravana y fueron disfrazados desde el cementerio de Recoleta hasta el de Chacarita. “Esta edición tuvo más ingredientes bizarros, el punto de encuentro fue el mismo pero con música de la banda los Fandangos. Hubo premio al auto mejor disfrazado y más original”, resaltaron.

Antes de iniciar la marcha. Se despiden con su sueño: “Ojalá que en unos años nos volvamos a encontrar y en vez de 20 o30 locos seamos cientos los que disfrutan de lo excéntrico con un toque de terror, y amor por los fierros. Todo eso solo tiene una meta: divertirse”

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