
Durante décadas, la publicidad de los productos del tabaco mostró a las personas fumando en situaciones de conquista. Reforzaba la idea de que el cigarrillo mejoraba el atractivo y la confianza. Frases como “Para los hombres que piensan en grande” o “Suave como el amor” formaron parte campañas que asociaban cigarrillos con seducción.
En la actualidad, las tácticas de la industria cambiaron, pero el mensaje sigue siendo el mismo. Los cigarrillos electrónicos y otros productos de nicotina se presentan como accesorios de moda, con diseños modernos y estrategias dirigidas a los más jóvenes.
Sin embargo, la investigación científica ya demostró que el tabaquismo sí impacta en la salud sexual y reproductiva de manera negativa. Provoca estos 3 efectos, según alertó la organización sin fines de lucro Truth Initiative, dedicada a la lucha contra la adicción a la nicotina en jóvenes y adultos jóvenes en los Estados Unidos.

- Menor deseo sexual: La nicotina afecta el sistema nervioso, disminuye la testosterona y eleva el estrés, lo que reduce la libido.
- Disfunción eréctil: El tabaco reduce el flujo sanguíneo al pene, dificulta la erección y aumenta el riesgo de impotencia.
- Infertilidad: Fumar daña el material genético de espermatozoides y óvulos, dificulta la concepción y aumenta el riesgo de aborto.
“Existen múltiples estudios que asocian al tabaco con la disfunción sexual eréctil, la pérdida o disminución de la libido y con la infertilidad, independientemente la edad o si se tiene otras enfermedades. Llamativamente, muchos de esos pacientes no asocian al consumo de tabaco como un factor de riesgo. Si se lo abandona, muchos pacientes notarán cambios positivos sin la necesidad de agregar algún tipo de medicación para mejorar el rendimiento sexual”, explicó Luis Rico, médico del servicio de urología del Hospital Alemán de Buenos Aires.
El impacto sobre el deseo sexual

El consumo de productos del tabaco afecta el deseo sexual. Una investigación publicada en BJU International analizó los datos de 6.754 hombres de entre 50 y 75 años. Se encontró que los fumadores tenían un mayor riesgo de padecer baja libido en comparación con los no fumadores.
La relación entre tabaco y deseo sexual involucra factores físicos y psicológicos. La nicotina, que se encuentra dentro de los productos, deprime el sistema nervioso central y reduce la respuesta a estímulos placenteros.
Además, el tabaquismo se ha asociado con niveles más altos de ansiedad y estrés, lo que puede disminuir el interés en la actividad sexual.
Disfunción eréctil: el daño vascular del tabaco

La disfunción eréctil es la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria. Puede ser causada por diferentes factores y se sabe que el consumo de tabaco puede aumentar el riesgo de desarrollarla a través de varios estudios.
Uno de ellos fue publicado en la revista Andrologia. Reveló que la nicotina reduce la disponibilidad de óxido nítrico, un compuesto esencial para la relajación de los vasos sanguíneos del pene.

“El tabaquismo es un factor de riesgo independiente para el desarrollo de la disfunción eréctil”, afirmó Jason Kovac, urólogo e investigador especializado en salud sexual masculina y medicina reproductiva del Colegio de Medicina Baylor en los Estados Unidos.
Además, se identificó que los hombres que fuman más de 20 cigarrillos al día tienen el doble de probabilidades de padecer disfunción eréctil severa en comparación con quienes fuman menos.
Múltiples estudios epidemiológicos realizados en China, Europa y Estados Unidos han encontrado que los fumadores tienen un riesgo entre 1.4 y 3.1 veces mayor de desarrollar disfunción eréctil en comparación con los no fumadores.
Infertilidad: daños en esperma y óvulos

La infertilidad se define como la imposibilidad de conseguir un embarazo tras un año (o más) de relaciones sexuales sin protección. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos advirtieron que fumar puede causar problemas de fertilidad.
Por un lado, fumar puede dificultar que las mujeres (según el sexo biológico) queden embarazadas y aumenta el riesgo de que nunca lo consigan. Fumar también daña los espermatozoides y puede generar infertilidad masculina.
“El 13% de los casos en los que se diagnostica infertilidad son por consumo de tabaco”, dijo Sandra Braun, médica y especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Universidad de Buenos Aires.

El daño no se limita a los fumadores. La exposición al humo de segunda mano también puede afectar la fertilidad de quienes no fuman que están cerca de los consumidores o de sus descendientes.
“Entre otros impactos, el tabaquismo en las mujeres que cursan un embarazo se asocia con un menor crecimiento fetal y una disminución en el peso al nacer”, dijo a Infobae el médico Guillermo Espinosa, jefe del Grupo Antitabaco del Hospital Italiano de Buenos Aires.
Además, “diversos estudios han indicado que el tabaquismo materno puede provocar sobrepeso u obesidad y un aumento rápido de peso en la infancia. Un problema que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 en la adultez temprana”, señaló.
Cómo dejar de fumar tabaco

Abandonar todas las formas de consumo de tabaco es posible con apoyo adecuado. “Los posibles daños sobre la salud sexual y reproductiva no son generalmente conocidos por la mayoría de las parejas fumadoras y hay riesgos para ambos”, mencionó Espinosa.
“Las personas pueden consultar con profesionales de la salud especializados en cesación tabáquica, quienes pueden acompañarlos si desean hacer un intento serio de dejar de fumar. O también pueden brindar información con evidencia de los riesgos que se corren con el consumo de nicotina”, agregó.
Hay pruebas de que los hombres que dejan de fumar antes de los 50 años tienen más probabilidades de recuperar la función eréctil. “En un grupo de 143 hombres con disfunción eréctil, más del 50% reportó mejoras después de seis meses sin fumar”, señala una investigación publicada en Andrologia.

Para la doctora Braun, las personas deberían tener en cuenta que los daños del tabaco asociados a infertilidad pueden revertirse luego de un año de dejar de fumar.
“Se puede empezar por hacer un registro diario de cigarrillos y utilizar alguna app de ayuda o recursos de la web. También se puede hacer la consulta médica y evaluar qué tratamiento corresponde para la situación de cada paciente”, afirmó.
Los métodos para dejar de fumar incluyen terapia de reemplazo de nicotina, asesoramiento profesional y el uso de aplicaciones diseñadas para ayudar en el proceso. El primer paso es fijar una fecha para abandonar el hábito y buscar apoyo en el entorno cercano.
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