Un solo día de altas temperaturas no define una ola de calor, ya que este fenómeno meteorológico abarca un período de temperaturas anormalmente altas que pueden extenderse desde días hasta meses. Se trata de fenómenos que están afectando cada vez más regiones del mundo y en momentos del año que antes no eran habituales.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una ola de calor no solo implica temperaturas máximas extremas, sino también mínimas inusualmente altas, lo que agrava sus efectos al impedir que el cuerpo humano y los ecosistemas se recuperen durante la noche.
En la Argentina, las olas de calor se han vuelto más frecuentes y extensas en las últimas décadas, según registros del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Entre el 15 y el 18 de enero se registró una ola de calor en la ciudad de Buenos Aires, y desde el sábado pasado volvió a producirse otra.
¿Cuándo se considera que hay “ola de calor”?
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, para que un evento sea clasificado como ola de calor, las temperaturas deben superar los promedios históricos de una región específica durante al menos tres días consecutivos.
Como la ola de calor se define según los valores de cada región o localidad, las marcas térmicas que la definen varían. En la Ciudad de Buenos Aires, para que ocurra una ola de calor las temperaturas mínimas deben ser de 22 °C o superiores y las máximas deben ser de 32,3 °C o superiores, durante al menos tres días seguidos.
La OMM ya advirtió que las olas de calor no son solo una anomalía climática sino un fenómeno que está intensificándose en cuanto a frecuencia, duración e intensidad debido al calentamiento global del planeta causado por la emisión de gases de invernadero.
¿Cuánto duran las olas de calor?
Si bien el mínimo de días para que ocurra una ola de calor es de tres jornadas, no existe una duración máxima. Un estudio publicado en marzo de 2024 en Science Advances reveló que el cambio climático está ralentizando el desplazamiento de las olas de calor, lo que provoca que afecten a más personas por períodos más largos y en áreas más amplias.
Según la investigación, en los últimos 45 años, la frecuencia de las olas de calor aumentó un 67 %. Entre 1979 y 1983, la duración promedio a nivel global de las olas de calor era de ocho días, mientras que entre 2016 y 2020 se extendieron hasta 12 días.
Los investigadores Wei Zhang (Universidad Estatal de Utah) y Gabriel Lau (Universidad de Princeton) destacan que Eurasia ha sido una de las regiones más afectadas por este fenómeno.
¿Cómo se generan las olas de calor?
Las olas de calor son el resultado de procesos específicos que actúan en conjunto, como el bloqueo atmosférico, la subsidencia, la advección de aire cálido y la radiación solar, entre otros:
- la subsidencia consiste en el movimiento descendente del aire dentro de un sistema de alta presión. Se traduce en un aumento de la temperatura, lo que intensifica aún más las condiciones de calor en la región afectada.
- el bloqueo atmosférico ocurre cuando un sistema de alta presión se estaciona sobre una región, en este caso, el centro de Argentina, y actúa como una barrera que impide el avance de frentes fríos. Puede hacer que las temperaturas se mantengan elevadas durante varios días consecutivos.
- la advección de aire cálido: es el proceso por el cual hay transporte de masas de aire caliente y seco desde el norte de Argentina y países vecinos hacia la región central del país.
- la radiación solar y la falta de humedad también contribuyen a agravar las olas de calor.
¿Cómo impactan las olas de calor en la salud humana?
El impacto en la salud humana es uno de los aspectos más alarmantes. Las altas temperaturas afectan el bienestar físico y mental, incrementan los riesgos de enfermedades relacionadas con el calor y, en casos extremos, pueden provocar la muerte.
Las olas de calor son particularmente peligrosas para los grupos vulnerables. El informe The Lancet Countdown América Latina destacó que en el período 2013-2022, las personas menores de un año y las mayores de 65 años experimentaron, en promedio, un 187% y un 220% más de días de olas de calor por año que entre los años 1986-2005,
¿Hay pruebas de que se producen más olas de calor en la Argentina?
Sí, las olas de calor son más frecuentes y extensas en la Argentina durante las últimas décadas. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en la década de 1960 se registraban entre 20 y 40 olas de calor por año. En cambio, en la última década (2013-2023) esa cifra se incrementó hasta alcanzar un promedio de 80.
Además, se observaron picos históricos: se registraron 140 eventos de calor extremo en el verano de 2013-2014 y 160 en el de 2022-2023.
Ese aumento también se ha reflejado en la duración de los eventos: 9 de los 10 períodos de olas de calor más extensos en el país ocurrieron en los últimos 20 años.
Como informó Infobae en noviembre, Francisco Chesini, que es coautor del reporte The Lancet Countdown Latinoamérica, presentó su tesis de maestría en salud pública de la Universidad de Buenos Aires.
Demostró que, entre 2005 y 2019, en varias ciudades argentinas hubo un incremento en la mortalidad general por olas de calor: en Buenos Aires, un 6 %; en Mendoza, un 11 %; en Corrientes, un 12 %; en Rosario, un 13 %; en San Miguel de Tucumán, un 23 %; y en La Rioja, un 27 %.
Cómo hay que protegerse ante una ola de calor
Las recomendaciones indicadas por el Ministerio de Salud de la Nación para evitar los efectos de las olas de calor sobre las personas son:
- Aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
- No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 10 y las 16 horas).
- Prestar atención a los bebés, niños y niñas y a las personas mayores.
- Evitar las bebidas con cafeína, con alcohol o muy azucaradas.
- Evitar comidas muy abundantes.
- Reducir la actividad física.
- Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero, anteojos oscuros.
- Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
- Recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor y solo las medidas anteriores pueden prevenirlo y contrarrestarlo.