
Una persona busca decir una palabra que conoce. Sabe que la sabe. Intenta encontrarla y no puede. Siente que está muy cerca, pero la palabra no aparece. La situación resulta frustrante y común. Le sucedió a casi todos en algún momento y puede provocar incomodidad, risa o molestia. Este episodio tiene una explicación científica y un nombre preciso: letológica.
El término letológica proviene de las raíces griegas lethe (olvido) y logos (palabra), y se utiliza para describir esos momentos en los que una persona no puede recordar una palabra concreta, aunque tenga la certeza de que surgirá en algún momento.
En psicología, la American Psychological Association (APA) lo denomina “fenómeno de la punta de la lengua” (tip-of-the-tongue phenomenon) y lo define como un fallo temporal de la memoria léxica en el que la recuperación de la palabra ocurre más adelante.

En ese sentido, un estudio publicado en Scientific Reports (Nature) describe este fenómeno como una experiencia universal y asegura, al igual que los expertos de APA, se manifiesta cuando la memoria verbal falla momentáneamente. Asimismo, resalta que afecta a hablantes de todos los idiomas y culturas, y que, incluso, puede observarse en la comunicación gestual; en estos casos, ha sido descrito como “fenómeno de la punta del dedo”.
El fenómeno refleja la complejidad del funcionamiento de la memoria léxica y la capacidad humana para recuperar información parcial —como la letra inicial, sílabas o el contexto— a pesar de la dificultad para acceder al término completo. Asimismo, se describe como la circunstancia en la que justo en el instante en que se desea recuperar una palabra. No importa la edad, la cultura o el contexto.
Especialistas en psicología y lingüística estudiaron este fenómeno. Según Lise Adams, profesora de Ciencias Lingüísticas y Cognitivas en Pomona College, Estados Unidos, la explicación tiene base en el funcionamiento cerebral. El lenguaje requiere el acceso a sonidos específicos para poder pronunciar palabras. A veces, el acceso a esos sonidos se debilita o interrumpe, y la persona no logra articular la palabra deseada.

En palabras del profesor David Facal, del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Santiago de Compostela, esto ocurre cuando la activación del significado (semántica) es completa, pero la activación fonológica (los sonidos) no se produce de manera adecuada.
Las situaciones más propensas a provocar este bloqueo involucran nombres propios, según afirmaciones de Adams y Facal. Por ejemplo, cuando una persona quiere recordar el nombre de un actor famoso y no consigue salir del bloqueo mental, aunque puede describir datos relevantes sobre esa persona. En esos casos, no es posible encontrar sinónimos ni alternativas. Sin embargo, si alguien olvida una palabra de uso general, como “rojo”, suele recurrir a sinónimos o explicaciones, lo que atenúa la molestia.
De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), la palabra letológica no figura en el Diccionario de la lengua española debido a su bajo uso en español. Sin embargo, la situación resulta conocida y estudiada en diferentes comunidades.
Las investigaciones indican que los episodios de “punta de la lengua” ocurren con mayor frecuencia en palabras no utilizadas de manera habitual, sobre todo nombres propios, y con más tendencia en personas mayores de 60 años, aquellas que envejecen con salud cognitiva normal o quienes hablan varias lenguas.

La mente humana funciona de manera asociativa. Las palabras se recuperan mediante conexiones de información almacenada en el cerebro. Si el uso de una palabra resulta poco frecuente, las conexiones para acceder a ella están más debilitadas, lo que dificulta el recuerdo rápido.
El hipocampo almacena la información a corto plazo, pero cuando la palabra no se usa habitualmente, permanece en zonas menos accesibles. Por esa razón, muchas veces lo único que aparece en la mente es la primera letra, una sílaba o el contexto en el que la palabra surgió antes.
Entre los factores más asociados a este bloqueo temporal se encuentran el cansancio, el estrés y el envejecimiento, tal como muestra la evidencia experimental del estudio publicado en Scientific Reports, ya que influyen en la fortaleza de las conexiones entre el significado, los sonidos y la pronunciación de cada palabra.
Sin embargo, la relación entre estos episodios y el estrés varía con la edad de las personas. Mientras los adultos mayores pueden sufrir más episodios durante la ansiedad, los adultos de mediana edad expuestos al estrés presentaron menos casos. Por lo tanto, la influencia de las emociones no está del todo clara.

A pesar de la frecuencia de este fenómeno, los expertos coinciden en que no representa un riesgo para la salud cognitiva, salvo que la dificultad impida recordar palabras de uso muy común. Según la opinión de Adams, el olvido de vocabulario cotidiano puede ser una señal de enfermedades neurológicas más graves, como el Alzheimer, pero en la mayoría de los episodios de “punta de la lengua”, no existe motivo de preocupación.
Mantener una vida intelectual activa es la principal recomendación para mejorar el acceso al vocabulario, según Facal. Leer, conversar, escribir y organizar actividades cognitivas favorecen la fortaleza de las conexiones lingüísticas.
Los especialistas indican que, ante un bloqueo por una palabra, lo más adecuado es continuar la conversación y buscar otras formas de expresarse hasta que la palabra reaparezca. Usar los nombres propios de forma más frecuente también puede ayudar a reducir estos episodios.
En conclusión, la letológica forma parte de la experiencia humana. Afecta a todas las personas, se manifiesta en cualquier idioma y en distintas edades. Mientras se mantengan normales las funciones cognitivas y no se acumulen episodios con palabras diarias, no debe despertar preocupación.
La memoria y el lenguaje funcionan de manera compleja y dinámica, y el fenómeno de la “punta de la lengua” muestra esa particularidad. La mejor herramienta es la estimulación intelectual constante, que fortalece las redes de la memoria. Olvidar una palabra conocida puede sucederle a cualquiera y no implica un problema grave en la mayoría de los casos.
Últimas Noticias
La rutina saludable de Penélope Cruz: cómo prioriza el autocuidado a los 51 años
La actriz detalló en la revista Elle los hábitos que implementa en su vida diaria destacando la importancia de valores como la constancia y el bienestar familiar

Qué comer para recuperar electrolitos después de una sesión intensa de ejercicio
Elegir opciones alimenticias que favorecen la reposición mineral puede transformar la sensación de agotamiento tras el ejercicio intenso y aportar beneficios inesperados para el organismo

Las mejores técnicas de relajación recomendadas por expertos para afrontar el estrés diario y mejorar el bienestar general
Especialistas de Mayo Clinic destacan que adoptar hábitos orientados a la calma ayuda a reducir el malestar cotidiano. Cuáles son las opciones más eficaces y cómo integrarlas en la rutina para potenciar el bienestar

Menos del 1 % de la población mundial sigue una dieta saludable y sostenible, según un informe
La Comisión EAT-Lancet advirtió que la transformación de los sistemas alimentarios es fundamental para reducir muertes prematuras, proteger el medio ambiente y promover la equidad en el acceso a alimentos saludables

Cuando el “por si acaso” se vuelve ansiedad: cómo la mente crea problemas que no existen
Muchas personas viven atrapadas en escenarios negativos imaginarios, anticipando problemas que rara vez ocurren. La mente, diseñada para protegernos, puede convertirse en fuente de ansiedad cuando la autoexigencia y la vigilancia constante dominan el presente
