Cómo evolucionó la comprensión médica del trastorno bipolar desde la Antigüedad hasta hoy

La inclusión en manuales internacionales, los avances en psiquiatría y su abordaje desde la neurobiología permitieron romper con antiguos prejuicios, reducir diagnósticos erróneos y mejorar el tratamiento

Guardar
El trastorno bipolar es hoy
El trastorno bipolar es hoy reconocido como una condición con base neurobiológica y genética, vinculada a neurotransmisores como la dopamina y la serotonina (Imagen ilustrativa Infobae)

El trastorno bipolar es una de las enfermedades psiquiátricas más estudiadas y, quizás más incomprendidas y mal diagnosticadas a lo largo de la historia de la medicina. Refleja el complejo proceso de desarrollo y lugar que ocupó en el saber científico la neuropsiquiatría a lo largo de los siglos, pasando desde lo místico a lo científico.

Su conceptualización ha cambiado con el tiempo, desde las primeras descripciones de manía y melancolía en la Grecia clásica, hasta su actual clasificación en los manuales psiquiátricos modernos, DSM (Manual diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) e ICD (Clasificación Internacional de las Enfermedades-OMS) particularmente.

La evolución de los criterios diagnósticos y los nombres asignados a esta enfermedad muestra, como en el caso de otras condiciones ligadas a la salud mental, el lugar que las mismas han tenido en la cultura y la sociedad y, en consecuencia, los tratamientos o no que han surgido en relación al paradigma de la época respecto a la patología.

De la Antigüedad al Renacimiento: manía, melancolía y teorías humorales

En personas mayores, el trastorno
En personas mayores, el trastorno bipolar es frecuentemente mal diagnosticado como depresión o como una forma inicial de demencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los primeros registros escritos sobre el trastorno bipolar datan de la Grecia Antigua, cuando Hipócrates (460-370 a.C.) describió la existencia de dos estados mentales opuestos. Estos estados reflejaban la teoría, predominante en la medicina grecolatina, de los cuatro humores: bilis negra, amarilla, sangre y flema.

Esta teoría influyó durante más de mil años en la medicina. Esos “humores” debían estar balanceados y su escasez o exceso generaba, y era síntoma a la vez, de una enfermedad determinada. En cuanto a esos estados mentales opuestos teníamos, por un lado, a la “melancolía”, que era el exceso de bilis negra, ya que mélas, significa “oscuro”, y kholé, “bilis”.

Muchas concepciones de la sabiduría popular, el lenguaje e inclusive de la medicina tradicional se pueden ver aún hoy como reflejo de este concepto. La melancolía está caracterizada por tristeza profunda y desesperanza, término que aun usamos, pero sin atribuir el origen a un exceso de bilis negra.

Por otro lado, la “manía”, que proviene del griego y significa “locura”, “furor” o “delirio”. Allí se trata de un estado de excitación extrema, hiperactividad y euforia, causado, en la misma línea teórica, por un exceso de bilis amarilla.

El trastorno bipolar es una
El trastorno bipolar es una enfermedad psiquiátrica crónica caracterizada por oscilaciones entre estados de manía y depresión (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es interesante ver como en la Grecia clásica, “manía” se usaba para describir estados de frenesí, éxtasis o furia, tanto en el contexto de enfermedades mentales como de posesiones divinas o inspiraciones proféticas.

El caso de Hércules, que en un “ataque de locura furiosa” (manía), un arrebato de violencia incontrolable, mata a su esposa y a sus hijos, que lo llevará a buscar la redención a través de los “Doce Trabajos”, es un ejemplo que inclusive ha sido llevado al cine. La descripción, a pesar del tiempo, es útil y representa la manía y las secuelas de la violencia irracional que vemos en algunos casos, y en particular seguido (en esta situación. luego que terminara la maldición de la Diosa Hera) por el de remordimiento y la búsqueda de expiación.

Más tarde Galeno (129-216 d.C.), mantiene la teoría de los humores, pero establece algo que a la distancia muestra una sagacidad increíble ante la falta de lo que hoy consideraríamos elementos de diagnóstico modernos, y es que señala que tanto la melancolía como la manía formaban parte de un mismo espectro de enfermedad, un concepto que anticipaba la idea moderna de los trastornos del estado de ánimo como un continuo.

La manía se manifiesta con
La manía se manifiesta con euforia, hiperactividad, insomnio y sensación de grandeza (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante la Edad Media, la influencia de la medicina hipocrática disminuyó en favor de interpretaciones religiosas. Los cambios bruscos de ánimo se asociaban con posesión demoníaca o desequilibrios espirituales, lo que llevó a tratamientos basados en penitencias, exorcismos y aislamiento cuando no a persecuciones y tortura. Solo en el Renacimiento (siglos XV-XVI) algunos médicos europeos comenzaron a rescatar la idea de que los trastornos psiquiátricos tenían bases naturales y fisiológicas.

Si bien las referencias se hacen en relación a la cultura de Occidente, es decir la greco-latina, es de destacar que mucho antes ya la Medicina China, el Ayurveda y, más concretamente, la del mundo islámico, establecieron conceptos precursores en todo el campo de la salud mental siendo un ejemplo concreto el caso de Avicena (Ibn Sina, 980-1037 d.C.) y otros que le precedieron, que retomando los conceptos de Hipócrates y Galeno los extienden hasta descripciones que aún hoy son de sumo interés en estos cuadros.

A modo anecdótico es Avicena quien desarrolla la teoría del “Lunático”, término que aún hoy se usa.

Siglo XIX: hacia la psiquiatría moderna y el trastorno maníaco-depresivo

La ciclotimia se define por
La ciclotimia se define por oscilaciones leves y persistentes del estado de ánimo, sin cumplir criterios de manía o depresión mayor (Imagen ilustrativa Infobae)

El verdadero avance y cambio en la conceptualización del trastorno bipolar llegó con los desarrollos de lo que se dio en llamar el origen de la psiquiatría científica en el siglo XIX. En este campo las escuelas centroeuropeas, especialmente la francesa y la alemana, sentaron las bases de nuestro conocimiento actual.

Dos psiquiatras franceses realizaron aportes fundamentales. Uno Jean-Pierre Falret (1794-1870) describió la “folie circulaire” (locura circular), caracterizada por la alternancia periódica entre episodios de depresión y manía. Contemporáneamente, Jules Baillarger (1809-1890) propuso un concepto similar, “folie à double forme” (locura de doble forma), pero con la idea de que los episodios podían presentarse de manera independiente. (“Folie circulaire” vs “Folie à double forme”: Contribution from a French national study).

El psiquiatra alemán Emil Kraepelin (1856-1926) famoso por su desarrollo de la esquizofrenia, consolidó estos avances al introducir en 1899 el término “psicosis maníaco-depresiva”. Es interesante rescatar algo que llevaba a consecuencias terapéuticas y es considerar a esta patología dentro de las psicosis, es decir la pérdida de contacto con la realidad.

En relación a esto el mismo Kraepelin fue el primero en diferenciar esta condición de la “dementia praecox”, la demencia temprana o precoz, (por la edad de inicio) y que era el nombre que se le daba en ese entonces a lo que conocemos desde Bleuler como esquizofrenia. Su aporte fundamental fue identificar que, a diferencia de la esquizofrenia, la psicosis maníaco-depresiva no conducía a un deterioro cognitivo progresivo, sino que se manifestaba en episodios recurrentes con fases de remisión.

El diagnóstico del trastorno bipolar
El diagnóstico del trastorno bipolar puede llevar años por su similitud con otras patologías como depresión, esquizofrenia o ansiedad (Imagen Ilustrativa Infobae)

La terminología de Kraepelin, “maniaco-depresiva” continuaría hasta bien avanzado el siglo XX, cuando los criterios diagnósticos comenzaron a ser reevaluados y expresados por las nuevas ediciones de los manuales psiquiátricos, y su permanencia durante algunos años explica inclusive, a pesar del cambio de denominación, ciertas tendencia terapéuticas más ligadas a las psicosis. Este concepto dominó gran parte del siglo XX y fue adoptado en los primeros sistemas de clasificación psiquiátrica, como el DSM-I (1952) y el DSM-II (1968), que lo denominaban “psicosis maníaco-depresiva”.

Siglo XX: del trastorno maníaco-depresivo al trastorno bipolar

El término trastorno bipolar comenzó a utilizarse en los años 50 y 60, pero fue formalmente adoptado con la publicación en 1980 del DSM-III de la Asociación Americana de Psiquiatría. Este cambio respondió a varias razones y hace al interés de entender la evolución histórica del concepto.

Por un lado, el término “psicosis” era inexacto, ya que no todos los pacientes con este trastorno experimentaban síntomas psicóticos. La palabra “psicosis” implicaba síntomas de desconexión con la realidad, lo cual no era siempre el caso en estos pacientes. A su vez, se identificaron formas más leves del trastorno, como la hipomanía y la ciclotimia, que no encajaban en la definición de psicosis. Finalmente, el término “bipolar” reflejaba mejor la alternancia entre dos polos emocionales (manía y depresión), sin implicar necesariamente una desconexión con la realidad.

En la fase depresiva del
En la fase depresiva del trastorno bipolar predominan la tristeza profunda, la pérdida de interés, la fatiga y la dificultad para concentrarse (Imagen ilustrativa Infobae)

Asimismo, a partir de los años 90, se establecieron diferentes subtipos del trastorno bipolar que permiten diferenciar distintas categorías para reflejar mejor su heterogeneidad:

  • Trastorno Bipolar I: episodios maníacos severos con o sin depresión.
  • Trastorno Bipolar II: episodios hipomaníacos (menos intensos) y depresivos.
  • Ciclotimia: fluctuaciones leves del estado de ánimo.
  • Trastornos bipolares inducidos por sustancias o enfermedades médicas.

Los manuales actuales, como el DSM-5 (2013) y la CIE-11 (2019), continúan refinando estos criterios.

Siglo XXI: avances en el diagnóstico y el tratamiento

Hoy en día, el trastorno bipolar es reconocido como una enfermedad crónica con un fuerte componente neurobiológico y genético. Gracias a los avances en la neurociencia y la psiquiatría, se han identificado alteraciones en neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, así como en la conectividad neuronal de regiones clave del cerebro.

El tratamiento del trastorno bipolar
El tratamiento del trastorno bipolar busca estabilizar el ánimo sin suprimir la creatividad ni alterar la identidad del paciente (Imagen ilustrativa Infobae)

A pesar de estos avances, sigue existiendo un gran desafío con el diagnóstico y tratamiento:

  • Los episodios de manía pueden confundirse con trastornos de personalidad o psicosis esquizofrénica.
  • El trastorno bipolar en la tercera edad es frecuentemente mal diagnosticado como depresión o demencia.
  • El tratamiento sigue siendo un equilibrio delicado entre estabilizar el ánimo sin afectar la creatividad o la identidad del paciente.
La identificación temprana del trastorno
La identificación temprana del trastorno bipolar mejora el pronóstico y permite un abordaje preventivo en etapas iniciales de la enfermedad (Imagen ilustrativa Infobae)

El trastorno bipolar ha sido descrito de múltiples maneras a lo largo de la historia, reflejando los cambios en nuestra comprensión de la mente humana.

Desde la teoría de los humores hasta los actuales modelos neurobiológicos, su estudio sigue evolucionando, ofreciendo nuevas perspectivas para el diagnóstico y tratamiento. La importancia de conocer esta evolución no es solo histórica, sino también clínica: entender cómo hemos llegado al concepto actual del trastorno bipolar nos permite seguir avanzando en su manejo, reducir el estigma y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.

A medida que sabemos más vemos lo mucho que queda por investigar sobre los mecanismos subyacentes de la enfermedad, la mejor forma de abordarla en cada paciente y las implicancias sociales, para que lo que en alguna época fue una maldición hoy ya sea una condición perfectamente tratable.

* El doctor Enrique De Rosa Alabaster se especializa en temas de salud mental. Es médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista

¿Correr o nadar durante 30 minutos? Qué actividad quema más calorías

La salud cardiovascular y la pérdida de grasa dependen tanto del tipo de ejercicio como de la manera en que se lo practique. Cuál es la forma más eficiente y segura de bajar de peso

¿Correr o nadar durante 30

Cómo usar los auriculares de forma segura para evitar la pérdida auditiva

El uso prolongado y a un alto volumen de los dispositivos no solo pone en peligro la salud auditiva, sino que también está vinculado al estrés, la ansiedad y a la sensación de aislamiento social

Cómo usar los auriculares de

6 claves sobre la donación de médula ósea en Argentina: de inscripción a compatibilidad

El Día Nacional del Donante de Médula Ósea tiene por objetivo reconocer a aquellos que, mediante esta acción altruista, permiten a otros superar enfermedades graves, como la leucemia. Un repaso sobre cómo funciona el registro y los principales puntos de este procedimiento

6 claves sobre la donación

¿Qué impulsa los antojos? El cerebro tiene un rol clave, según los expertos

En un estudio científico, un grupo de investigadores planteó que la amígdala, una región cerebral vinculada a las emociones y la toma de decisiones, desempeña un papel clave en la formación del deseo de comer y beber

¿Qué impulsa los antojos? El

Un análisis de sangre podría diagnosticar y medir la progresión del Alzheimer: cómo funciona

Desarrollado por investigadores de Estados Unidos y Suecia, el test mide una proteína asociada a los enredos de tau, formación característica de esta patología neurodegenerativa. Además, permite diferenciar entre esta condición y otras causas de deterioro cognitivo con una precisión del 92%

Un análisis de sangre podría