El consumo de alcohol en personas con enfermedades metabólicas aumenta el riesgo de daño hepático

Quienes tienen obesidad o diabetes y beben cantidades por encima de lo moderado tienen el doble de probabilidades de desarrollar problemas en el hígado

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Personas con afecciones como obesidad
Personas con afecciones como obesidad abdominal tienen mayores probabilidades de desarrollar enfermedades hepáticas si consumen alcohol en exceso (Imagen Ilustrativa Infobae)

(HealthDay News) -Si tiene un abdomen grande, diabetes o hipertensión, quizá deba limitar su consumo de alcohol, advierten los expertos, ya que beber podría aumentar significativamente sus probabilidades de enfermedad hepática grave.

La investigación, publicada recientemente en la revista Clinical Gastroenterology and Hepatology, encontró que las personas con grasa abdominal o diabetes que beben cantidades más que moderadas de alcohol tenían más del doble de probabilidades de desarrollar cicatrices o daño hepático.

Los que tenían hipertensión y bebían mucho también tenían un riesgo de casi el doble.

“Los resultados identifican un segmento de la población de muy alto riesgo propenso a la enfermedad hepática y sugieren que los problemas de salud preexistentes podrían tener un gran impacto en cómo el alcohol afecta al hígado”, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Brian Lee, en un informe de CNN. Lee es profesor asociado de medicina clínica en la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.

Diabetes, medicina, diabéticos, pacientes, glucosa,
Diabetes, medicina, diabéticos, pacientes, glucosa, azúcar en sangre, enfermedad, tipo 1, tipo 2 - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una medida de cintura de 35 pulgadas (89 centímetros) o más para las mujeres y de 40 pulgadas (101 centímetros) o más para los hombres, un indicador clave de la obesidad y el riesgo metabólico, se vincula con un mayor riesgo de enfermedad hepática, señalan los expertos.

Además, casi la mitad de los adultos de EE. UU. tienen presión arterial alta, más de 1 de cada 3 tiene prediabetes y el 40 por ciento de los estadounidenses son obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.

“La mayoría de las personas no se dan cuenta de esto, pero antes de que uno desarrolle diabetes, por ejemplo, por lo general primero desarrolla hígado graso”, dijo el Dr. Andrew Freeman, director de prevención cardiovascular y bienestar de National Jewish Health en Denver, Colorado, que no participó en el estudio.

“Tiene que ver con la desregulación del azúcar: cuando se tienen niveles altos de azúcar en la sangre, el hígado almacena grasa para eliminar parte de ese azúcar, y es ese exceso de grasa el que afecta a la función hepática”, explicó.

Comer carnes procesadas eleva indirectamente
Comer carnes procesadas eleva indirectamente el riesgo hepático al aumentar triglicéridos y grasas dañinas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio analizó datos de casi 41,000 personas, entre ellas 2,200 bebedores empedernidos. El consumo excesivo de alcohol se definió como:

  • Más de 0.7 onzas (20 gramos) de alcohol al día para las mujeres.
  • Más de 1.05 onzas (30 gramos) al día para los hombres.
  • Sin embargo, los CDC consideran que esa cantidad de alcohol es “moderada”.

Una bebida estándar en los EEUU se define como 0.6 onzas (14 gramos) de licor puro. Eso equivale a 5 onzas de vino con 12% de alcohol, una lata de 12 onzas de cerveza con 5% de alcohol o 1.5 onzas (un trago) de licor (80 grados) o licores destilados.

Estudios sugieren que el almacenamiento
Estudios sugieren que el almacenamiento de grasa en el hígado causado por niveles altos de azúcar aumenta el impacto del alcohol en este órgano (Imagen Ilustrativa Infobae)

Muchas personas subestiman cuánto beben. “Si un restaurante saliera y te sirviera cinco onzas de vino, te quejarías de que no llenaron tu vaso. Es probable que las personas estén bebiendo mucho más de lo que creen”, dijo Freeman.

“La gente va a hacer exactamente lo que no debe hacer, y se va a envenenar a sí misma”, agregó. “Particularmente durante los grandes (eventos deportivos), las personas comen cosas como perros calientes, salchichas, tocino, pepperoni y jamón, y estas carnes procesadas están en la misma categoría que los cigarrillos para el riesgo de cáncer”.

Cuando las personas comen alimentos altamente procesados, ricos en grasas y azúcares, la insulina se acelera, dijo Freeman, lo que crea resistencia a la insulina, luego un exceso de azúcar en la sangre y luego hígado graso. “Si estás bebiendo además, simplemente amplifica el riesgo”, dijo a CNN.

El líder del estudio, Lee, también anotó que el doble golpe del alcohol y los depósitos de grasa en el hígado podría explicar por qué se encontró que los bebedores empedernidos con afecciones crónicas tenían el riesgo más alto de daño hepático.

El estudio analizó datos de
El estudio analizó datos de casi 41,000 personas, entre ellas 2,200 bebedores empedernidos

Además, se sabe que el alcohol por sí solo daña las células hepáticas, lo que provoca inflamación y cicatrices, que pueden progresar a cirrosis o cáncer de hígado con el tiempo.

“Los resultados identifican un segmento de la población de muy alto riesgo propenso a la enfermedad hepática y sugieren que los problemas de salud preexistentes podrían tener un gran impacto en la forma en que el alcohol afecta al hígado”, dijo Lee en un comunicado.

El hecho de que una persona quizá no tenga un abdomen grande, hipertensión o diabetes no significa que el consumo excesivo de alcohol sea seguro, añadió.

“Sabemos que el alcohol es tóxico para el hígado y que todos los bebedores empedernidos están en riesgo de enfermedad hepática avanzada”, dijo Lee.

En enero, el cirujano general, Dr. Vivek Murthy, emitió una fuerte advertencia sobre el alcohol y el cáncer.

“El alcohol es una causa de cáncer bien establecida y prevenible, responsable de unos 100,000 casos de cáncer y 20,000 muertes por cáncer al año en Estados Unidos, más que las 13,500 muertes por accidentes de tráfico asociadas con el alcohol al año en Estados Unidos, pero la mayoría de los estadounidenses no son conscientes de este riesgo”, dijo Murthy.

Sin embargo, la concienciación pública sigue siendo baja: solo un 45 por ciento de los estadounidenses encuestados en 2019 creían que el alcohol podría causar cáncer, según el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research).

Los expertos sugieren usar el método SMART para establecer metas para reducir la ingesta de alcohol:

  • Específico: Reduzca el consumo de alcohol tres días a la semana y aumente el límite con el tiempo.
  • Mensurable: Lleve un registro de la cantidad de bebidas que consume y observe el tamaño de las porciones.
  • Alcanzable: Limite los entornos sociales donde se sirve alcohol.
  • Pertinente: Concéntrese en cómo reducir el consumo mejora la salud y la calidad de vida.
  • Basado en el tiempo: Establezca una fecha límite clara para alcanzar su objetivo de reducción.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre el consumo excesivo de alcohol. FUENTE: Gastroenterología y Hepatología Clínica, 3 de febrero de 2025, CNN, informe de medios, 10 de febrero de 2025

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