VIERNES, 31 de enero de 2025 (HealthDay News) -- Es poco probable que la salud de una madre durante el embarazo influya en el riesgo de autismo de su hijo, argumenta un estudio reciente.
Muchos estudios anteriores han reportado ese vínculo, pero los investigadores dicen que casi todas estas asociaciones pueden explicarse por otros factores de riesgo del autismo: la genética, la exposición a la contaminación, el acceso a la atención médica y similares.
"Nuestro estudio muestra que no hay evidencias convincentes de que ninguno de esos otros diagnósticos en la madre pueda provocar autismo", señaló en un comunicado de prensa la investigadora principal, Magdalena Janecka, profesora asociada de psiquiatría infantil y adolescente de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
"Muchas madres de niños con autismo se sienten culpables por ello, pensando que hicieron algo mal durante el embarazo, y es desgarrador", dijo Janecka. "Creo que mostrar que estas cosas no van a causar autismo es importante y podría conducir a formas más efectivas de apoyar a los niños autistas y a sus familias".
En el estudio, los investigadores analizaron más de 1.1 millones de embarazos entre 600,000 madres inscritas en un registro nacional de Dinamarca.
El equipo utilizó expedientes médicos para revisar a cada mujer en busca de más de 1,700 diagnósticos distintos.
Luego corrigieron los factores de salud que podrían ofrecer una explicación alternativa para el supuesto vínculo entre la salud de una mujer embarazada y el autismo de su hijo.
"Creemos que nuestro estudio es el primero en examinar de forma exhaustiva todo el historial médico de la madre y explorar una amplia gama de asociaciones posibles, controlando múltiples afecciones concurrentes y factores de confusión", señaló en un comunicado de prensa el investigador principal, el Dr. Vahe Khachadourian, profesor asistente de investigación de la Facultad de Medicina Grossman de la NYU.
Después de tomar en cuenta estos factores de confusión, el equipo encontró que 30 diagnósticos entre las madres todavía estaban estadísticamente asociados con el autismo en los niños. Por ejemplo, parecía que la diabetes aumentaba el riesgo de autismo en un 19 por ciento y la depresión en un 49 por ciento.
Pero los investigadores compararon a los niños con autismo con sus hermanos, para probar si estos problemas de salud en la madre ocurrían junto con el autismo en lugar de causarlo.
Si una madre tuvo los mismos problemas de salud durante los embarazos de niños con y sin autismo, eso sugeriría que otros factores además de su enfermedad estaban influyendo en el riesgo de autismo de su hijo, razonaron los investigadores.
Por ejemplo, la genética relacionada con la depresión está estrechamente vinculada con la del autismo, anotaron los investigadores. Es probable que una mujer que sufre depresión durante el embarazo comparta con su hijo genes que causan tanto depresión como autismo, en lugar de que la depresión afecte de alguna manera al feto y cause autismo.
Tras tomar en cuenta esos factores familiares, el único diagnóstico materno que todavía se asocia con el autismo fue el de complicaciones del embarazo relacionadas con el feto, encontraron los investigadores.
"Nuestra interpretación es que es probable que estos diagnósticos fetales no provoquen autismo, sino que sean señales tempranas del mismo", dijo Janecka.
Sin embargo, los investigadores anotaron que sus hallazgos deben evaluarse en otros grupos de personas, para verificar que la salud de la madre no influye en el riesgo de autismo.
El nuevo estudio aparece en la revista Nature Medicine.
Más información
El Instituto de Investigación del Autismo ofrece más información sobre el autismo.
FUENTE: NYU Langone Health, comunicado de prensa, 31 de enero de 2025