MIÉRCOLES, 29 de enero de 2025 (HealthDay News) -- Los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes tienen un riesgo más alto de morir de cáncer si se criaron en un vecindario que históricamente ha estado sujeto a prácticas de vivienda discriminatorias.
Los pacientes jóvenes de cáncer tienen un riesgo un 62 por ciento más alto de morir si viven en un área residencial previamente "delimitada", reportaron los investigadores en un estudio publicado el 27 de enero en la revista Cancer.
Incluso después de ajustar por otros factores, el riesgo de muerte por cáncer sigue siendo un 32 por ciento más alto entre los jóvenes de los vecindarios excluidos, encontraron los investigadores.
"Nuestro estudio nombra al racismo como un impulsor potencial de los resultados de los pacientes jóvenes con cáncer", señaló en un comunicado de prensa la investigadora principal, la Dra. Kristine Karvonen, hematóloga y oncóloga pediátrica del Centro Oncológico Fred Hutchinson, en Seattle.
La práctica de la exclusión implica negar hipotecas y préstamos a personas de color, lo que resulta en segregación y desventajas económicas.
Los mapas elaborados en las décadas de 1920 y 1930 literalmente destacaban los vecindarios en tinta roja y los declaraban "peligrosos" para prestar debido a su composición racial.
Las leyes de reforma de la vivienda aprobadas en las décadas de 1960 y 1970 declararon ilegal la práctica, pero los efectos de esta discriminación han resonado a lo largo de las décadas.
Estudios anteriores han vinculado la línea roja con un riesgo más alto de muerte por cáncer en los adultos, pero este es el primero en examinar los efectos potenciales de la discriminación en la vivienda sobre las probabilidades de los jóvenes contra el cáncer, apuntaron los investigadores.
En el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 4,300 personas menores de 40 años que fueron diagnosticadas con cáncer en las ciudades de Seattle y Tacoma, en Washington.
Usando mapas de líneas rojas, el equipo descubrió qué pacientes habían sido criados en un área sujeta a discriminación en la vivienda.
La tasa de supervivencia a cinco años de los pacientes jóvenes de cáncer de un vecindario marginado fue del 85 por ciento, en comparación con más del 90 por ciento de los que vivían en otros lugares, muestran los resultados.
De manera similar, la tasa de supervivencia a 10 años fue del 81 por ciento para los de los vecindarios excluidos, en comparación con el 88 por ciento en otros lugares.
"Este estudio concuerda con investigaciones anteriores de que vivir en un área que antes estaba marcada como roja hace casi un siglo se asocia con malos resultados para los pacientes con cáncer en la actualidad, y añade a los pacientes jóvenes con cáncer como una población en riesgo", dijo Karvonen.
El siguiente paso en la investigación será averiguar por qué las líneas rojas históricas influyen en el riesgo de cáncer actual, dijo Karvonen. Con ese conocimiento, se pueden tomar medidas para mejorar el tratamiento y la prevención del cáncer entre las personas de estos vecindarios.
Más información
La Universidad de California-Berkeley ofrece más información sobre las líneas rojas.
FUENTE: Sociedad Americana Contra El Cáncer, comunicado de prensa, 27 de enero de 2025