La freidora de aire es el aparato que mayor popularidad obtuvo en el último tiempo y, para muchos, tenerla en la cocina es casi indispensable. Las razones para comprar una freidora de aire son varias, desde su capacidad de optimizar los tiempos al momento de tener lista tus comidas, pasando por lo cómodo de su tamaño, hasta la facilidad de volcar todo en un solo lugar y dejar que cumpla con su trabajo. Estos beneficios atraen mucho al usuario, aunque ahora, gracias a una nueva investigación, también se le puede agregar un nuevo aspecto positivo: su impacto en el ambiente.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Birmingham reveló que el uso de la freidora de aire también contribuye a mantener una mejor calidad del aire en interiores. Según los resultados de la investigación, este aparato emite una cantidad significativamente menor de partículas y compuestos orgánicos volátiles en comparación con otros métodos de cocción, lo que lo posiciona como una opción más saludable para el hogar.
Según explica la investigación, las personas pasan más del 80% de su tiempo en espacios cerrados, y una parte considerable de ese tiempo se dedica a la cocina. Durante la preparación de alimentos, el aire interior puede contaminarse con partículas sólidas y líquidas, así como con compuestos químicos que, según los investigadores, pueden tener efectos perjudiciales para la salud ya sea por su “tamaño, área superficial y composición química”.
Entre los contaminantes identificados se encuentran ácidos grasos, cetonas, aldehídos y compuestos aromáticos, los cuales son “contaminantes clave en interiores y precursores para la formación de contaminantes secundarios, incluyendo aerosoles y ozono”.
El estudio detalla que la exposición a estas partículas y compuestos químicos puede desencadenar una serie de problemas de salud, que van desde irritaciones en los ojos y el sistema respiratorio hasta enfermedades más graves como afecciones pulmonares, cardiovasculares y neurodegenerativas. Además, los investigadores advierten sobre un posible aumento en el riesgo de cáncer, especialmente en personas vulnerables.
Los mismos investigadores que llevaron a cabo el estudio agregaron que en los resultados encontraron que la contaminación, emitida por la cocción, “contribuye significativamente a la inoculación exterior”. Poniendo en riesgo el aire interior.
La freidora de aire: la gran ganadora de la cocina
El estudio de la Universidad de Birmingham evaluó diversos métodos de cocción para medir su impacto en la calidad del aire interior, estableciendo un ranking según la cantidad de partículas y compuestos químicos que emiten. Los resultados fueron contundentes: la freidora de aire demostró ser la opción más limpia, generando solo 0,6 microgramos de partículas por metro cúbico de aire.
El frito tradicional, con 92,6 microgramos, se posicionó como el método más contaminante, seguido por el salteado y el hervido, que también liberaron cantidades significativas de compuestos nocivos. Los niveles de contaminantes generados por el frito convencional permanecieron altos durante todo el proceso de cocción, mientras que el uso de la freidora de aire apenas alteró la calidad del aire en interiores.
Los expertos explican que esta diferencia se debe al diseño y funcionamiento de las freidoras de aire, que no requieren grandes cantidades de aceite ni generan partículas volátiles en exceso. Este aspecto no solo mejora las condiciones del aire dentro de las viviendas, sino que también disminuye la exposición a contaminantes que pueden tener graves consecuencias para la salud.
Christian Pfrang, uno de los científicos responsables del estudio, destacó en el resumen de prensa de la universidad que “los niveles de partículas son tan bajos que resultan difíciles de distinguir con los que están en el aire”.
Y sentenció: “Esto significa que cambiar de freír en sartén a usar una freidora de aire reducirá sustancialmente la exposición a contaminantes del aire en interiores.”