JUEVES, 23 de enero de 2025 (HealthDay News) -- Un filete bien veteado es muy apreciado para asar a la parrilla, pero ese tipo de depósitos de grasa en los músculos humanos pueden ser letales, señala un estudio reciente.
Las personas con bolsas de grasa escondidas dentro de los músculos tienen un riesgo más alto de morir de problemas de salud relacionados con el corazón, reportaron los investigadores en un estudio publicado el 20 de enero en la revista European Heart Journal.
Por cada aumento del 1 por ciento en los depósitos de grasa en el músculo, hubo un aumento del 7 por ciento en el riesgo de muerte relacionada con el corazón, ataque cardiaco o insuficiencia cardiaca, encontraron los investigadores.
Incluso las personas con un IMC saludable pueden tener estos depósitos de grasa ocultos dentro de sus músculos, apuntaron los investigadores. (IMC es la abreviatura de índice de masa corporal, una estimación de la grasa corporal basada en la altura y el peso).
De hecho, el riesgo cardiaco asociado con el músculo graso fue independiente del IMC y de otros factores de riesgo cardiaco conocidos, muestran los resultados.
"Saber que la grasa intermuscular aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca nos ofrece otra forma de identificar a las personas que tienen un riesgo alto, independientemente de su índice de masa corporal", señaló en un comunicado de prensa la investigadora sénior, la Dra. Viviany Taqueti, directora del Laboratorio de Estrés Cardiaco del Hospital Brigham and Women's, en Boston.
En el estudio, los investigadores realizaron exploraciones por imágenes de casi 670 pacientes evaluados en el Hospital Brigham and Women's por dolor en el pecho o falta de aliento.
Se utilizaron tomografías computarizadas para evaluar qué tan bien funcionaba el corazón de los pacientes. Los escáneres también midieron las cantidades y la ubicación de la grasa y el músculo en el torso.
El equipo de investigación creó una medida llamada "fracción de músculo graso" para cuantificar la cantidad de grasa oculta dentro de los músculos de cada paciente.
"La grasa intermuscular se puede encontrar en la mayoría de los músculos del cuerpo, pero la cantidad de grasa puede variar ampliamente entre las distintas personas", dijo Taqueti.
Luego, se dio seguimiento a los pacientes durante unos seis años para ver si habían muerto o si habían sido hospitalizados por un ataque cardiaco o una insuficiencia cardiaca.
Resultó que las personas con más grasa en los músculos eran más propensas a sufrir daños en los diminutos vasos sanguíneos que sirven al corazón, una afección llamada disfunción microvascular coronaria (CMD).
El riesgo de CMD aumentó un 2 por ciento por cada aumento del 1 por ciento en la fracción de músculo graso, apuntaron los investigadores.
Las personas que tenían niveles altos de músculo graso y evidencias de CMD tenían un riesgo especialmente alto de muerte, ataque cardiaco e insuficiencia cardiaca, muestran los resultados.
Por otro lado, las personas con mayores cantidades de músculo magro tenían un riesgo más bajo, y la grasa almacenada debajo de la piel no aumentaba el riesgo.
"En comparación con la grasa subcutánea, la grasa almacenada en los músculos podría estar contribuyendo a la inflamación y al metabolismo alterado de la glucosa, lo que conduce a la resistencia a la insulina y al síndrome metabólico", dijo Taqueti.
"A su vez, estas agresiones crónicas pueden provocar daños en los vasos sanguíneos, incluidos los que irrigan al corazón, y en el propio músculo cardiaco", añadió Taqueti.
Los resultados añaden evidencias a la creciente afirmación de que medidas como el IMC o la circunferencia de la estatura a la cintura no son adecuadas para evaluar con precisión el riesgo de enfermedad cardiaca en todas las personas, apuntaron los investigadores.
Desafortunadamente, todavía no se sabe cómo reducir el riesgo cardiaco para las personas con músculo graso, dijo Taqueti.
"Por ejemplo, no sabemos cómo los tratamientos, como las nuevas terapias para perder peso, afectan a la grasa de los músculos en relación con la grasa de otras partes del cuerpo, el tejido magro y, en última instancia, el corazón", dijo Taqueti.
Más información
La Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard ofrece más información sobre la grasa corporal.
FUENTE: European Heart Journal, comunicado de prensa, 20 de enero de 2025