El vapeo crece alarmentemente en el mundo y, ahora, se conoce un nuevo efecto secundario asociado a esta práctica: la “lengua del vapeador”. Este fenómeno, que afecta el sentido del gusto, es una de las preocupaciones que médicos y dentistas comienzan a investigar con mayor profundidad.
Tom Viola, experto en farmacología dental con más de 30 años de experiencia, explicó en una entrevista en el canal de YouTube de Dental Economics cómo el vapor caliente generado por estos dispositivos puede alterar la percepción de los sabores e incluso hacer que algunos alimentos resulten desagradables al paladar. En sus palabras: “El vapor, que puede alcanzar temperaturas de hasta 150°C, no tiene tiempo suficiente para enfriarse antes de entrar en contacto con la mucosa bucal, provocando lesiones en el tejido de la lengua”.
El fenómeno no solo despierta preocupación entre profesionales de la salud, sino que también plantea interrogantes sobre las consecuencias a largo plazo del vapeo, un hábito cuyo impacto todavía está lejos de comprenderse en su totalidad.
¿Qué es la “lengua del vapeador”?
La “lengua del vapeador” es una condición que se caracteriza por la pérdida o reducción temporal del sentido del gusto, especialmente al consumir ciertos sabores. Aunque este efecto puede aparecer en fumadores tradicionales, el vapeo introduce variables específicas que agravan el problema. Entre las principales causas se encuentran la desensibilización a ciertos sabores, la deshidratación y el daño ocasionado por las altas temperaturas del vapor.
Viola explicó en la entrevista con Dental Economics que el vapor caliente puede llegar a “escaldar el tejido” de la lengua, afectando directamente las papilas gustativas ubicadas en la parte posterior de esta. Esto puede llevar a que quienes vapean experimenten una disminución notable en su capacidad para disfrutar alimentos y bebidas, además de molestias constantes en la cavidad bucal.
Aunque la “lengua del vapeador” suele ser reversible si se abandona el vapeo, el camino para lograrlo no es fácil. Según Viola, “el vapeo en sí es adictivo, y resulta muy difícil dejarlo una vez que se ha convertido en parte de tu estilo de vida”.
Efectos a largo plazo: más que una cuestión de gusto
Más allá de la pérdida temporal del sabor, los efectos del vapeo sobre la lengua pueden tener implicancias más graves a largo plazo. Uno de los riesgos asociados es la xerostomía, una condición que reduce la producción de saliva, dificultando la disolución de partículas de alimentos y afectando aún más la percepción de los sabores. La sequedad bucal también puede provocar otros problemas de salud, como caries, infecciones y dificultades para hablar o tragar.
Según Pamela Maragliano-Muniz, doctora y editora en jefe de Dental Economics, estas condiciones pueden escalar rápidamente si no se aborda el uso continuo del vapeo. “La saliva juega un papel crucial en la protección de nuestros tejidos bucales, y su ausencia aumenta significativamente el riesgo de infecciones y otras complicaciones”.
Además, Viola advirtió que las lesiones causadas por el vapeo podrían alterar permanentemente las capacidades sensoriales de la lengua si el daño es constante. “Una vez que el tejido sufre quemaduras repetidas, algunas áreas podrían no recuperarse completamente, afectando la calidad de vida de las personas que vapean”.
Aunque la “lengua del vapeador” es un fenómeno conocido entre los profesionales de la salud, los estudios científicos sobre su prevalencia y mecanismos son limitados. Según Benjamin Chaffee, profesor de la Universidad de California en San Francisco, “no hay evidencia confiable actualmente que indique qué tan común es esta condición o cuáles son los procesos exactos que la provocan”. Este vacío en el conocimiento subraya la necesidad de investigar más sobre los efectos del vapeo en el cuerpo humano.
El profesor también señala que la falta de datos no debería ser una razón para ignorar los riesgos potenciales: “Es otro ejemplo de las muchas cosas que aún no sabemos sobre cómo el vapeo afecta al cuerpo. Es una razón para acercarnos con precaución a estos productos”.
¿Es posible revertir los efectos de la “lengua del vapeador”?
Para quienes experimentan la “lengua del vapeador”, dejar de usar estos dispositivos podría ser la solución. Viola destacó que, en muchos casos, “la xerostomía se resolvería y el sentido del gusto podría volver” si se abandona el vapeo durante un período prolongado. Sin embargo, reconoció que esto puede ser un desafío significativo debido a la naturaleza adictiva de la práctica.
La creciente popularidad del vapeo, especialmente entre jóvenes, hace que esta información sea relevante para quienes buscan alternativas al tabaco tradicional. Las autoridades sanitarias y los investigadores coinciden en que, mientras más se comprenda sobre estos efectos secundarios, más herramientas habrá para proteger la salud pública.
Con todo esto en mente, la “lengua del vapeador” es una razón más para reflexionar sobre los posibles riesgos del vapeo, una práctica que aún guarda muchas incógnitas sobre su impacto a largo plazo.