De bebida milenaria a tendencia global, cómo el kombucha se volvió esencial para la salud

Su popularidad creció exponencialmente, destacando en dietas modernas por su contenido de probióticos, antioxidantes y supuestos beneficios metabólicos

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Aunque es famoso por sus
Aunque es famoso por sus posibles beneficios, esta bebida puede causar molestias y problemas serios si se consume en exceso o se prepara sin las precauciones necesarias (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

El kombucha, una bebida fermentada con más de 2.000 años de historia, ha pasado de ser un producto de nicho a ocupar un lugar destacado en los estantes de supermercados de todo el mundo. Según informó el medio Cleveland Clinic, su popularidad ha crecido exponencialmente en la última década, con ventas globales que han pasado de millones a miles de millones de dólares. Este ligeramente carbonatado y de sabor ácido se ha ganado una reputación como un elixir saludable.

De acuerdo con Mayo Clinic, se elabora a partir de (generalmente negro o verde), azúcar, agua y un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras. Durante el proceso de fermentación, que puede durar entre una y cuatro semanas, el azúcar alimenta a las bacterias y levaduras, generando una bebida rica en ácidos orgánicos, vitaminas del grupo B y una pequeña cantidad de alcohol. Aunque su contenido alcohólico suele ser inferior al 0,5%, algunas marcas han sido retiradas del mercado por superar este límite, alcanzando hasta un 3%.

Beneficios potenciales para la salud

El kombucha se ha asociado con una serie de beneficios para la salud, aunque la evidencia científica que respalda estas afirmaciones es limitada. Según detalló Health, uno de los principales atractivos de esta bebida es su contenido de probióticos, microorganismos vivos que pueden contribuir a la salud intestinal.

Los probióticos, presentes también en alimentos como el yogur y el kimchi, ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el microbioma intestinal, lo que podría mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico. Sin embargo, Mayo Clinic advierte que no es posible determinar cuántos probióticos vivos contiene una botella de kombucha, ya que muchos pueden morir durante el proceso de embotellado o almacenamiento.

Rica en probióticos y antioxidantes,
Rica en probióticos y antioxidantes, esta tendencia en salud viene con advertencias sobre efectos secundarios, sobre todo para niños, embarazadas y personas inmunodeprimidas (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Además, el kombucha contiene antioxidantes como polifenoles, flavonoides y vitamina C, que ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres. Según Cleveland Clinic, estos compuestos podrían reducir la inflamación crónica, un factor de riesgo para enfermedades como el cáncer, la artritis y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los expertos subrayan que no se trata de una solución mágica y que sus beneficios deben considerarse como parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.

Otro posible beneficio del kombucha es su capacidad para mejorar la salud metabólica. Federica Amati, nutricionista jefe de la empresa de ciencia y nutrición Zoe y autora de Every Body Should Know This, contó a Telegraph que algunos estudios preliminares sugieren que los polifenoles y ácidos orgánicos presentes en la bebida, como el ácido acético, podrían ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y reducir el colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”).

Aunque promueve la salud intestinal
Aunque promueve la salud intestinal y combate radicales libres, el kombucha no es para todos, especialmente por los riesgos asociados a su contenido de alcohol y bacterias (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Riesgos asociados al consumo de kombucha

A pesar de sus posibles beneficios, el kombucha no está exento de riesgos. Según Mayo Clinic, uno de los principales peligros radica en la preparación casera de la bebida, que puede dar lugar a contaminaciones con bacterias y mohos dañinos si no se siguen estrictas normas de higiene.

Además, el uso de recipientes de cerámica con esmaltes que contienen plomo puede provocar intoxicación por este metal, ya que los ácidos del kombucha pueden disolver el plomo en la bebida.

El consumo excesivo de kombucha también puede tener efectos adversos. De acuerdo a Cleveland Clinic, beber grandes cantidades podría causar dolores de cabeza, náuseas y molestias gastrointestinales. En casos extremos, se ha reportado cetoacidosis, una condición médica grave caracterizada por un exceso de ácido en la sangre. Por estas razones, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan limitar el consumo a unos 120 mililitros al día.

Además, Health señala que el kombucha no es adecuado para todos. Las personas con sistemas inmunológicos debilitados, mujeres embarazadas y niños pequeños deberían evitar esta bebida debido a los riesgos asociados con las bacterias vivas y el contenido de alcohol.

¿Cómo elegir un kombucha saludable?

Para quienes deseen incorporar el kombucha a su dieta, los expertos recomiendan optar por versiones comerciales de marcas confiables. Según contó Federica Amati a Telegraph, es importante buscar productos que indiquen en su etiqueta que contienen “cultivos vivos” o “bacterias vivas” y que sean bajos en azúcar. Algunas marcas añaden edulcorantes artificiales o conservantes para mejorar el sabor, lo que puede reducir los beneficios potenciales de la bebida.

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