Por qué crece el riesgo cardíaco con el calor y cuáles son los signos de alarma

El verano llega con la promesa de días para disfrutar del aire libre y planear vacaciones, para descansar del trajín y el estrés acumulado durante el año. Pero también trae consigo días de intenso calor que pueden poner el riesgo la salud de nuestro corazón. Para evitarlo es fundamental la prevención y no minimizar las señales de alerta que nos da el cuerpo para actuar rápido, en caso de que se presente una urgencia, y acudir a tiempo a una guardia cardiológica.

“El calor que caracteriza esta época del año en Argentina puede desencadenar episodios de deshidratación e hipotensión, sobre todo en pacientes que toman medicación antihipertensiva, y especialmente si toman diuréticos”, explica el cardiólogo Alan Sigal (MN 152.717), Cardiólogo del Equipo de Cardiología Crítica del ICBA Instituto Cardiovascular.

Un dato importante es que, según la previsión del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este verano tendrá a la Argentina en valores de temperatura por encima de la media, especialmente en las regiones centro y noroeste del país. A este escenario, se suma que el riesgo de sufrir episodios cardiovasculares suele elevarse en la época de las Fiestas y los días posteriores, sobre todo en aquellos pacientes que ya son portadores de factores de riesgo cardiovascular.

“Algunos motivos que influyen son el consumo excesivo de alcohol, o de alimentos con mucha sal, grasa o azúcares, la posible omisión de medicación habitual, la falta de sueño, y en general el estrés acumulado del año, sumado a las emociones que pueden generarse durante este período festivo”, indica el experto.

Las enfermedades cardiovasculares son la causa de una de cada cuatro muertes en la Argentina. Sin embargo, se estima que 8 de cada 10 eventos cardíacos se podrían evitar. El primer paso para reducir el riesgo es la prevención.

“Algunas estrategias incluyen tener controles cardiológicos actualizados y frecuentes, limitar el consumo de alcohol y alimentos que puedan ser perjudiciales, y mantenerse bien hidratados. Es importante sostener un nivel alto de alerta ante posibles síntomas que puedan involucrar al corazón, como por ejemplo un dolor opresivo en el centro del pecho o a su izquierda, en el brazo izquierdo, en la mandíbula, o en ocasiones en la boca del estómago”, sostiene el especialista.

Cuando hay un episodio cardiovascular en proceso, tomar la decisión correcta en el momento adecuado puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. En circunstancias críticas, cada minuto cuenta: se estima que el mayor beneficio de la atención médica se consigue dentro de las primeras tres horas de iniciado el evento.

Los especialistas destacan la importancia de acudir a tiempo a la guardia y de no subestimar síntomas que, aunque a menudo se atribuyen a patologías menores, pueden ser indicios de que algo está pasando en nuestro corazón.

“Los cuadros cardiovasculares que demandan más consultas en guardia son los síndromes coronarios (infarto de miocardio y angina inestable), las arritmias y la insuficiencia cardíaca, entre otros. Dependiendo de la forma de presentación, todos estos cuadros pueden ser de alto riesgo y comprometer la vida”, asegura el doctor Martín Fasan (MN:166598), Cardiólogo del Staff de Cardiología del ICBA Instituto Cardiovascular.

Los infartos que son causados por la obstrucción del 100% de una arteria coronaria demandan una atención inmediata. En estos casos, se produce un coágulo de sangre en la arteria y se detiene el flujo sanguíneo poniendo en riesgo una porción de músculo cardíaco.

“El tratamiento indicado es la administración de medicación para disolver el coágulo (trombolíticos) o la angioplastia y colocación de stent para restituir el flujo sanguíneo. Si no se recibe el tratamiento dentro de las primeras horas, puede quedar una secuela importante en el corazón, trayendo futuras complicaciones o incluso causar la muerte. Es por esto que utilizamos la frase ‘el tiempo es músculo’”, agrega el especialista.

Según datos el Ministerio de Salud, en la Argentina solo una de cada 3 personas recibe el tratamiento fibrinolítico (aquellos con los que se disuelven los coágulos) en el tiempo recomendado y menos de la mitad es tratado con angioplastia. El dolor, mayormente vinculado con el infarto, detalla el doctor Fasan, es una presión en el centro del pecho que comúnmente se irradia hacia el cuello o al brazo izquierdo. Puede iniciarse en reposo o con el esfuerzo y puede tener minutos u horas de duración.

“También puede manifestarse como una molestia en la boca del estómago, en la espalda o la mandíbula, como un ardor o como una puntada”, explica. En cambio, cuando el dolor se reproduce al presionar el pectoral o el esternón, es menos probable que el síntoma sea de origen cardíaco, ya que esto suele estar asociado a una condición llamada costocondritis (inflamación de las costillas y cartílagos).

La manera de reconocer este tipo de infartos de mayor gravedad, explican los cardiólogos del ICBA, es a través del electrocardiograma. Por este motivo, la recomendación es que frente a la presencia de dolor de pecho, se debe consultar inmediatamente al servicio de emergencias para no tener demoras en la atención.

Los síntomas

En nuestro país se estima que la incidencia de infartos es de 120 casos cada 100 mil habitantes y que el 90% se produce fuera del ámbito hospitalario. Es importante saber que, aunque el dolor en el pecho sea el síntoma más frecuentemente de un evento cardiovascular severo, no es el único. La sensación de falta de aire o dificultad respiratoria, las palpitaciones, los mareos o desmayos y la hinchazón de las piernas también pueden estar relacionados con enfermedades del corazón.

“Un ardor en la boca del estómago muchas veces puede ser confundido con un cuadro acidez o reflujo gastroesofágico. Sin embargo, estos síntomas también podrían tratarse de un infarto, por lo que la recomendación en estos casos es siempre consultar al médico. Particularmente en las mujeres, la forma de presentación de un síndrome coronario no siempre es con dolor en el pecho: puede manifestarse con sensación de falta de aire, mareos, náuseas, vómitos, palpitaciones o fatiga. Por lo tanto, estos síntomas no deben subestimarse”, detalla el doctor Fasan.

En tanto, es importante tener en cuenta que un dolor muy intenso y repentino en la zona superior de la espalda puede ser causado por una enfermedad grave llamada disección aórtica, en la cual se produce lesión de la arteria aorta. En estos casos tampoco debe demorarse la consulta.

“Si sospecha que usted o alguien cercano está padeciendo un problema cardíaco, es recomendable llamar urgente a un servicio de emergencias a domicilio para que realicen la evaluación correspondiente y lo trasladen a un centro cardiovascular de ser necesario”, concluye el doctor Sigal.

*El Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) fue creado en 1978 con el objetivo de trabajar para que los pacientes con afecciones cardiovasculares vivan más y mejor. Se ha constituido en un centro de excelencia en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y es hoy reconocida como una institución que marca tendencias en el conocimiento y tratamiento de todo lo relacionado con el cuidado de la salud en esta área.