Guillermo Coppola: “Con Diego nos enamoramos y un día el amor se fue resquebrajando”

El ex representante de Maradona pasó por Random, el ciclo de entrevistas de Infobae, y repasó al detalle su relación el astro del fútbol

Guardar
La entrevista de Leo Montero a Guillermo Coppola en Random

Guillermo Coppola, de 76 años, será siempre recordado por haber sido el representante de Diego Maradona, con quien mantuvo por momentos una tirante relación, pero que en el fondo y, más allá de las diferencias, el amor mutuo que se tenían terminó prevaleciendo.

Guillote, como se lo conoce popularmente, participó del programa Random y en la charla con Leo Montero para Infobae repasó su actualidad, en la que disfruta de la radio, la importancia de su familia y amigos y algunos recuerdos especiales de su vida al lado de Maradona, a quien acompañó hasta el último día.

- Leo: ¡Bienvenido mi amigo, hermoso! ¿Cómo está usted, Guillote?

- Guillermo: Aquí estamos, feliz de visitarte. Te lo debía y llegué a Random.

- Leo: No me debes nada. Vos tenés una vida Random. Un día tuyo es intensísimo.

- Guillermo: Es lo que me mantiene bien. Porque yo lo veo y trato de transmitirle a los amigos generacionales. Ustedes son chicos, la mayoría de los amigos que conocés son jóvenes. Pero a los míos de antes les digo: ‘¡Muevan. Muevan!‘. Se visten, se afeitan. Eso te mantiene activo. Lo que te mantiene así es la actividad.

- Leo: Tenés 76 años...

- Guillermo: Y nací el 12 de octubre del 48.

- Leo: Intacto. Lo sé porque tenemos nuestra relación de amistad...

- Guillermo: Me cuidé toda la vida para llegar así... Decís así y la gente se ríe.

- Leo: Sabés de lo que te cuidaste: de no aburrirte...

- Guillermo: Pero bueno, es una manera, una elección.

Leo Montero con Guillermo Coppola
Leo Montero con Guillermo Coppola en Random (Foto: Candela Teicheira)

- Leo: Yo quiero tratar de hacer una entrevista donde no hablemos de la Ferrari negra, de la casa quemada de Diego, donde ya todo el mundo sabe esa parte. Voy al hueso. El Guillote que tiene 76 años con Elisabetta que cumplió 15. ¿Qué te gusta? ¿Qué te sorprende? ¿Cómo manejas esa paternidad?

- Guillermo: Bueno, generalmente he dejado. Tengo que ser honesto y transmitirlo. Dejé en manos de sus madres a mis hijas. Yo tengo cuatro. Natalia, la mayor; Elisabetta. En el medio están Barbarita y Camila. He tenido madrazas. Se han dedicado ellas mucho más que yo. Yo soy de la vieja generación que sale con el pico y con la pala a buscar el mango. Y toda mi vida ha sido así, con todas las madres de mis hijas. Por eso soy un agradecido a la educación que le han dado. Yo he participado. Pero te sorprende el lenguaje, el noviecito...

- Leo: ¿Ya Elisabetta tiene un noviecito, ya hay...?

- Guillermo: Sí, empezó hace poquito. Es el primer novio que tiene. Son exclusivos, son cosas que aprendés. Nosotros encarábamos en mi época y pasaba. Si te daban bola, eras el novio. Ahora hay una etapa previa que es la exclusividad. Entonces sos exclusivo y después novio. Si pasan ese período de la exclusividad, está aprobado: son novios.

- Leo: Para pasar de la exclusividad a novio, ¿no tenía que ver algo como ‘pará que le cuento a mi papá y a mi mamá’ o no los incluye a ustedes?

- Guillermo: Son ellos. Son los chicos que definen estas situación en los términos. Yo hago radio con Guido. Entonces, él que es una cabeza distinta, me enseña nuevos términos, que los aplica a mi hija. Entonces estoy medio aggiornado.

- Leo: Pero a vos me imagino que cero drama que Elisabetta haga de su vida lo que quiera. El novio, se case temprano, tarde, tenga hijos, no tenga hijos... Cero. No sé si te pide consejos o le decís algo para que le vaya en la vida...

- Guillermo: El bien más preciado que tenemos los humanos es la vida. Y el segundo es la libertad. Entonces, vivir en libertad. Sin ataduras, por favor. Los cachorros quieren dormir en la cama. Por supuesto. Que duerman en la cama... ‘No mirá, la higiene’. Yo sé lo que es la higiene. Los cachorros por ahí están más limpios que nosotros. Por eso, yo me aggiorno. Por eso te nombré lo de la radio. No me animo a los términos. Salen términos que no conozco y que mi hija me los dice. Por ejemplo, hay uno. Qué aburrido, qué cringe, como qué embole.

- Leo: ¿Te sentís un buen padre? Vos, no lo que dicen tus hijas de vos. Tu percepción.

- Guillermo: No. Porque yo veo padres. Yo tengo amigos padrazos que disfrutan de ese núcleo, de esa juntada familiar. Te quiero decir Lucas. Lo veo con sus hijos, no le gusta el fútbol y va por el mundo viendo fútbol por los hijos y hace encuentros con los jugadores. Yo lo ayudo y si no puedo ayudarlo yo, lo ayudan otros colegas amigos. Vive por su hijo, yo no lo hice. ¿Me arrepiento? No, porque siempre estuve desde... claro, tengo otra edad... Tengo la edad del soporte económico y como no soy millonario... Yo soy millonario en amigos, soy millonario en la calle, doy afecto. No sabés lo que disfruto. Bajo un vidrio porque hice una mala maniobra, que te van a putear. ‘Guillote, papá...’ Y listo. No tiene precio.

- Leo: Recién off the record, entrando al estudio, no vamos a decir quiénes, se habló un poco de este tema, de las críticas de las redes sociales, cómo afectan y demás. Pasaste por muchas bravas, malas acusaciones, inverosímiles, todo mentira. Estuviste preso, saliste, se comprobó que nada, bla, bla, bla. En una época donde no había redes y hoy sí las hay, las veas o no, seguramente te afecta que alguien hable mal de vos. ¿Dónde estuviste vos un quiebre porque el 99% es: ‘Guillote’, pero hay un 1% que por ahí no te quiere? ¿Cómo te pega?

- Guillermo: Yo no le doy bola a las redes en sí, tengo que ser honesto. No tengo Instagram, el que tengo lo maneja la radio, lo maneja el Coppola Group, un grupo de laburo donde se suben cosas del fútbol y las consultas que nos hacen los clubes. Son muchos los elogios, son muchos. Todo el mundo te quiere. ¿Y por qué todo el mundo me quiere? ¿Por qué Leo? A ver, esta es la pregunta random.

El histórico representante de Diego
El histórico representante de Diego Maradona, Guillermo Coppola, en los estudios de Infobae (Foto: Candela Teicheira)

- Leo: Yo siento que a vos la gente te quiere mucho porque sos genuino, porque sos carismático, porque te cree, porque te ve buena persona, porque tiene el recuerdo que sos el amigo de Diego, porque después de la tormenta llevó el cajón porque la familia se lo pidió.

- Guillermo: Lamentablemente se nos tuvo que ir. La despedida fue durísima. ¿Y su familia? Toda, Leo, toda. Mujeres, hijas, hijos, sobrinos, hermanas, hermanos, cuñados. ‘Agarra esa manija. Nadie mejor que vos para llevarla’, un grito de atrás. Miro y era un familiar y fui a la primera manija y ahí creo que se cerró.

- Leo: Estamos hablando de la manija del ataúd de Diego Maradona. Tremendo momento para lo que significó...

- Guillermo: En ese trayecto a morir si querés que te agregue algo, porque nos habíamos prometido que él me iba a llevar a mí y él me iba a llevar feliz porque vivimos la vida. Diego se reía, y vos nos has cruzado, y nos divertíamos. Nos interesaba el dinero, la verdad lo rompíamos para usarlo. ¿Equivocado? Y a lo mejor sí, porque un canutito tener para resguardar el futuro. La vivíamos, se reía. Yo los últimos años, y yo no señalo a nadie porque no soy de señalar. Yo lo culpo a él. ¿Quién eligió estar donde está? Él. Yo no digo a fulano, tal... No. Discreparé con muchos que dicen lo secuestraron. Yo creo que no estaba encadenado. Por ahí no del todo bien para decidir. Pero nosotros nos reíamos permanentemente.

- Leo: Ya que entramos en Maradona. Te hago esta rápido. Alguna vez me contaste. No sé si fue de nuestra amistad en algún lugar comiendo o en una nota. Pero te pregunté qué hubiese sido de tu sensación para con Diego hoy, más allá de que lo puteabas porque se murió primero que vos y llevabas el cajón de no haberse arreglado en vida porque ustedes tuvieron un lapsus peleado. Y una vez te pregunté y me dijiste: ‘Sí, estoy en paz de que nos arreglamos’. Y después de un par de años muere. ¿No hubiese sido lo mismo?

- Guillermo: Yo digo de las parejas... ¿Vos te amas? Obvio. Por eso cuando veo estas guerrillas que hay entre parejas, digo ‘¿Cómo puede ser?‘. Hasta antes de ayer se amaban, se besaban públicamente, disfrutaban de los hijos que lo que son producto de esa relación y al otro día no se bañaba, no me pasa la cuota alimentaria... Con Diego nos elegimos. Yo tuve 200 futbolistas, 183, para ser más preciso. No busqué a ninguno. Tampoco a Diego. Todos me eligieron. Con Diego fue tanta la armonía, la necesidad de ambos, de enamorarnos. Nos enamoramos y un día el amor se fue resquebrajando. Dejábamos la puerta abierta si íbamos al baño. Viste. Un detalle que a mí me molestaba porque como soy. Nos faltaba el sexo y si hubiese existido lo hubiera dicho. Nos dábamos picos. ¿Qué me importaba? Era el amigo. Dormíamos juntos, si había dos asientos por ahí cuando viajábamos, íbamos en uno porque teníamos necesidad de estar abrazados. Y un día se resquebrajó. Sentíamos que ya eso no era lo que necesitábamos. Yo sentí que ya no le hacía bien y entonces me fui. Y te lo digo así, sensibilizado, porque a lo mejor no me tendría que haber ido y hubiesen sido las cosas distintas. Se enojó y después de ser la pelota de su vida, porque para él, el bien más preciado no era ni la vida ni la libertad, era la pelota. Fui su pierna izquierda, el resto del corazón que le quedaba, su amigo, su manager, su todo. Un día fui el que le afanó la plata de las hijas. De bronca. No teníamos un peso... Después, si algo me faltó fue que él viniera acá. La verdad, lo dijo: ‘Nunca dejé de amarte’. Nunca dejé de amarlo. Nos amábamos.

Guillermo Coppola dijo que con
Guillermo Coppola dijo que con Diego Maradona nunca dejaron de amarse (Foto: Candela Teicheira)

- Leo: Redondeando esa parte. Mejor entonces que en vida. No sé si fue en Gimnasia y Esgrima La Plata en un partido, que se abrazaron, se arreglaron y quedaste en paz. Eso es lo que me dijiste. Quedaste en paz. Después cortamos el momento de la muerte, lamentablemente. Pero hubiese sido malo que no se hubiera arreglado.

- Guillermo: Lo de Rusia (2018) era para una novela de Migré. Los jóvenes no saben quién es Migré. Un autor de la época, del carajo. Era para un ‘No te des vuelta porque no te vas’. Y yo me quise dar vuelta en 20 metros, 30 veces. Y en Rusia fue ese abrazo. ‘Nunca dejé de amarte’, fueron las tres primeras palabras. Nunca dejé de amarte. Está grabado.

- Leo: ¿Cuánto lo extrañás hoy?

- Guillermo: Todos los días está. Pero no me voy a poner ahora a decir de soñar con él. Sí, a veces, sí. Messi, que es un grande, tan grande como él, porque no hay que negarlo, no es para quedar bien porque lo demostró. Demostró ser campeón del mundo con una participación importantísima, porque el fútbol es un juego de equipo. Pero estos dos sobresalían.

- Leo: ¿Y qué te dice Leo de Diego, hablaste alguna vez?

- Guillermo: Lo quiere, no hay celos. Todos querían ser Diego, Messi quería ser Diego. Y ahí tenés, lo grande y lo difícil de este pibe. La gente a veces te dice ‘mirá, cinco días encerrado’. ¿Qué sabe lo que es Maradona?, ¿sabes la carga que tenía? Ni yo que vivía con él sabía.

- Leo: Es imposible de describir lo que fue la vida de Diego. Además que él la hizo así porque además Diego fue épico. Todo era de película, todo era el drama italiano mezclado, los mocos que se mandaba...

- Guillermo: Todo era, la mafia, la bandera de Venezuela... Diego era eso. del ‘me robaste la plata de mis hijas’ a ser el amigo, al amor de su vida, su padre, su hermano. Él era eso.

- Leo: ¿Vos sos manager? Si yo te pregunto, ¿qué sos vos? ¿Sos manager hasta que te mueras?

- Guillermo: Sí. ¿Sabés por qué? Porque los managers o representantes agradecidos me lo dicen a cada rato. Gracias por la profesión que inventaste. Había intermediarios...

Guillermo Coppola habló de la
Guillermo Coppola habló de la salud del Coco Basile, su gran amigo (Foto: Candela Teicheira)

- Leo: ¿No es lo mismo ser manager, representante e intermediario?

- Guillermo: Hoy se ha mezclado. Yo aprendí de los intermediarios. La primera transferencia fue en el año 1974. Osvaldo Norberto Santos de Lanús en Primera B al Barcelona de España. Cruyff jugaba en ese equipo, ni más ni menos. Entonces, pasaron 50 y monedas y todavía estamos con la Copa Argentina. Llevo los carteles, los pongo. Qué me importa todo. Y salen de los vestuarios y los jugadores llegan...

- Leo: No quiero ser autorreferencial, pero bueno, ir a la cancha con Guille es un tour. Es decir, todos los amigos que vamos con él, es el show de Guille. Primera fila. Le chiflan los jugadores, lo saludan...

- Guillermo: Pero de River y de Boca... y por la rivalidad. Ayer me encontré en un restaurante con un representante reconocido. Tiene mucho que ver en River y él me decía esto que estás diciendo. Viene Gallardo y yo estoy en la preferencial, como bostero, lo aplaudo. Cómo no, viejo. El tipo ganó títulos. ¿Cómo no lo vas a reconocer? Después quiero que Boca le haga cinco goles...

- Leo: ¿En qué sos bueno como manager? En la protección, declaración ante la prensa, en la pelea por el contrato, el dinero...

- Guillermo: El respeto, por supuesto. Soy pro jugador, pero el respeto a la institución se perdió. Si vos estuviste ocho años en una institución y no arreglaste y yo te llevo y te saco, dejo de respetar al que te dio de comer ocho años, al que te vistió durante ocho años, al que te puso en la vidriera del mundo. No, yo no estoy de acuerdo y lo discuto con el representado. Perdón, campeón. Todo bien. Pero vos llegaste aquí por esto. Que te están tratando mal estamos de acuerdo. Que se disculpen, que recojan lo mal que hicieron. Pero nosotros les debemos respeto y agradecimiento.

- Leo: ¿A quién te gustaría representar hoy? Una vez me dijiste a mí un nombre que tiene que ver con lo mío. Pero no sé si te acordás, pero un día me dijiste: ‘Cómo me gustaría conocerlo y haber sido representante de Ginóbili’. Estimo que Messi también...

- Guillermo: Viene un chico que no tiene representante y que necesita. Y, lo hago. Pero imaginate que fui 19 años el manager de Maradona. Después de ahí, es muy difícil. Sin menospreciar ni minimizar. Por eso yo dije, dejo de representar y dejé. Pero (simula que le están golpeando la puerta) Sí, ¿quién es? Leo Messi, claro. Manu (Ginóbili), (Gabriela) Sabatini... cómo no me hubiese gustado.

- Leo: ¿Y de afuera? Que me digas de Federer, Nadal, Djokovic, LeBron James, Stephen Curry, Tiger Woods...

- Guillermo: Federer sí, no Tiger. Porque no le firmó una camiseta a Diego.

- Leo: ¿Jordan?

- Guillermo: Voy, me cuelgo. Llévame a Babucha. Haceme meter un doble. No, muero con esto... Lo grande, pero porque tengo eso. Como dije antes, es difícil ser Messi. Es difícil ser Ronaldo. Difícil ser Manu. Y para los representantes es difícil manejar eso porque tienen otras cosas. Son distintos. Entonces uno tiene la experiencia de 19 años con este loco (por Maradona), pero loco en el buen sentido. Vos entrabas y no sabías cuál era la reacción. Vos me decías qué extrañaba. La picardía, él no medía... Llegamos a una discoteca y estaba Demis Roussos y había barandas, por ahí había tenido alguna dificultad, que estaba un poquito excedido de peso. Cuando me pongo a parangonar me acuerdo de Ringo Bonavena. Ringo tenía muchas cosas de él. Era muy gracioso.

Guillermo Coppola dialogó con Leo
Guillermo Coppola dialogó con Leo Montero para el programa Random, en Infobae (Foto: Candela Teicheira)

- Leo: Yo en otra vida quisiera ser amigo mío. Frase de cabecera de Guillote Coppola.

- Guillermo: No es mía y lo voy a hacer saber. Porque te quiere, porque es un tipo muy querible, porque lo has visto infinidad de veces, por tu capacidad, tu dedicación y tu profesionalismo con el básquet y tu dedicación. Esa frase yo se la robo a Dardo De Marchi. El me dijo: ‘Guille, me robaste, pero qué bien robada’.

- Leo: La logia. La gente tiene que saber. Ese grupo de amigos 40, 50 abogados. La mayoría escribanos, lo aman a él (Coppola). La logia con Nico Matteo a la cabeza, ¿te salva en un momento oscuro de tu vida? ¿Te encontrás una amistad que después de lo de Diego necesitabas? Esa es la pregunta.

- Guillermo: Te voy a decir una cosa para que lo tengas claro. No me gusta hablar. El Coco (Basile) no está bien. Sabemos que no está bien. A mí me cuesta y me disculpo con sus hijos porque cuando me tocó ir a verlo no le hago bien porque me pongo mal y hay que mostrarse fuerte. Yo soy un débil ante el amigo Coco, un gladiador, un vikingo. Entonces vos ves a un Coco diferente que por ahí viste, se pierde. Y un día llego de viaje y miro el teléfono. ‘Uy, Nico. Perdón, Estoy con Coco. Después te llamo’. ‘Nico Mateo. Ese te salvó’ (imitando la voz de Basile). Coco, dentro de su estado, que por ahí le cuesta, te dice ‘este te salvó’. Y yo me dedico a los amigos. A mí me podés pedir desde una entrada a la cancha, que por ahí me resulta más fácil, a un turno para una operación cardíaca y voy a estar siempre. A mí me han ayudado. Por eso yo siempre por ahí sintetizo y como vos decís, es feo. Vos das dos nombres que son Lucas y Nico, que me han ayudado en el momento más difícil.

- Leo: Pero como yo siento como que te dio otra rosca de amistad de vida en un momento de tu vida, valga la redundancia, que era quizá más crítico, más oscuro, más solitario o de cambios que necesitabas. Y hoy te veo con ellos y es como tu familia.

- Guillermo: Por eso decimos y por ahí suena como agrandado. La calle es el termómetro, pero en un momento a lo mejor no estaba así como está ahora. El tiempo fue acomodando y poniendo en su lugar las cosas y ellos siempre estuvieron y a Coco yo lo tengo y a Bianchi también, que estuvieron en los momentos en lo que no todo era color de rosa.

- Leo: ¿Esa es tu vieja guardia? Yo en tu cumpleaños de las siete décadas que no le quisiste poner los 70, que fue un cago de risa. Palito Ortega, Cacho Castaña. Imagínate lo que era el show... Todos cantaban todo, pero me tocó ahí. Yo los miraba y decía esta es la vieja guardia de Guille: el Cabezón Ruggeri, el Tigre Gareca, Bianchi, Coco, Palito Ortega... Son los que te conocen de mucho antes que todos los demás de toda la vida y siguen estando al lado tuyo. ¿Tuviste miedo de que no te quisieran cuando pasaste por ese momento jarrón, cárcel, crítica?

- Guillermo: Cuando fue lo de la cárcel yo recuerdo las cosas que se me vienen. No pensaba en mi vieja. Pensaba en mi hija más grande, Natalia. Cuánto sufrían. Mi viejo, más duro, más frío, y después los amigos. Yo decía: ‘¿Cómo la estarán pasando?‘. Porque el que está dentro sabe cómo está. El que está afuera se preocupa porque no sabe cómo estamos adentro. Entonces el teléfono público era mi salvación. Cada vez que podía era hacer cola y comprar la tarjeta para comunicarme. ‘Estoy bien. Llamada cinco’. Mi Mamá llamaba a las chicas. O sea, era ese núcleo el que me sostuvo, cuando venían a la cárcel el Loco Gatti y Nacha, que ahora falleció.

Guillermo Coppola estuvo 97 días
Guillermo Coppola estuvo 97 días preso (Foto: Candela Teicheira)

- Leo: ¿Cuánto estuviste?

- Guillermo: Estuve 97 días.

- Leo: La sensación es mucho más grande que 97 días. La sensación de amargura de estar ahí dentro, me imagino.

- Guillermo: Claro. No hay luz, nada. Un ambiente tétrico. Pero bueno, ahí estaban los amigos.

- Leo: Pero podías haber tenido miedo. ¿Qué va a pasar ahora conmigo en la calle, me van a querer?

- Guillermo: Me lo pregunté. Y cada vez que digo yo, si vos tenés posibilidades de confrontarte con ese que por ahí o por interés o por figurar. Por eso. Vos me hablabas de las redes. Las redes son anónimas, ¿entendés? Pero cuando yo te digo: ‘Mirá, Leo, ¿qué es ese corte de pelo? ¿Quién te lo hizo?. Vos me podés decir: ‘por qué no te vas a la mierda’. Ahí podes confrontar. Lo otro es más virtual. Entonces por eso yo no le doy bola.

- Leo: Para ir cerrando, la serie Coppola autorizada por vos, interpretada magistralmente por (Juan) Minujín, ¿está bien reflejada, le faltó algo?

- Guillermo: Fue un éxito. pero vos siempre querés un poco más. Entonces, se viene la segunda y ahí estamos con Diego Lerner analizando y le faltó... Si hay (segunda temporada) va a estar muy buena. Y vos decís, llegué a eso.

- Leo: ¿Y qué te falta? ¿te falta algo?

- Guillermo: No. Antes decía: los 15 de Eli y ya pasaron. No, seguir así, no perderte. Vos te perdés, pero por qué laburás. Eso es lo que no quiero. El amor por el grupo está porque uno levanta un teléfono y sabes que está, claro. ¿Entendés? pero hay que estar. Entonces vos me decís cuál es el temor: dejar de estar de alguna manera, con los amigos.

- Leo: Esta debe ser la nota 1145 que das en tu vida...

- Guillermo: Sí, pero últimamente estaba más reacio, para no cansar...

Guardar