LiL CaKe habló con el Pollo Álvarez: los secretos de “Mercho”, el ritual con su pelo y en qué gastaría un millón de dólares

Valentino Laborde, conocido como LiL Cake o “Tortita”, es uno de los cantantes de trap del momento. Su tema “Mercho” se hizo viral en las redes sociales a partir de los challenge de baile y durante meses estuvo en el Top 10 de los temas más escuchados en las principales plataformas musicales.

Con sólo 20 años, realizó numerosas colaboraciones con reconocidos artistas, como Marshmello, Brray, Ozuna, Ryan Castro, Luck Ra y Ráfaga, entre otros. Además, su talento transcendió las fronteras de Argentina y llegó a España.

Inició su carrera editando de manera independiente 12 singles propios que superaron los 22 millones de reproducciones de audio y video. Ese protagonismo, le valió la atención de reconocidas disqueras y en el 2020 firmó su primer contrato. “Arranqué solo y fue muy progresivo el crecimiento”, reconoció Cake.

Antes de ser cantante, Valentino era un reconocido streamer asociado a la plataforma Twitch donde creaba contenido sobre música y videojuegos. Según explicó, sus fieles seguidores fueron los que impulsaron su popularidad.

Enfocado en generar vínculos reales, LiL Cake explicó que no disfruta de las relaciones de una sola noche y que su búsqueda apunta a conectarse desde los sentimientos y las emociones. Se reconoce como un romántico y asegura que su expresión de amor más grande fue dedicarle temas propios a una persona especial.

Pollo: —¿Cómo te va con las mujeres?

LiL: —Bien. A mí no me gusta estar con alguien por estar. Me aburre.

Pollo: —No te gustan las relaciones de una vez. El famoso “touch and go”.

LiL: —No, cero. Cuando lo probé no me gustó.

Pollo: —¿Te gusta noviar?

LiL: —A mí me gusta que me guste alguien.

Pollo: —¿Tenés la vara muy alta?

LiL: —Sí, obvio (risas). A todo o nada…

Pollo: —¿Se lo haces saber a la persona?

LiL: —No, más o menos. Creo que se dan cuenta.

Pollo: —Entonces, no se concretan esas historias…

LiL: —Depende. Hay algunas que sí y otras no. Pero no soy de salir de un boliche y comerme 20 pibas. Nunca fui así. No es mi estilo.

Pollo: —¿Sos romántico?

LiL: —Sí. Soy detallista con esas cosas.

Cake es consciente de que su cabello es una especie de marca registrada. En el inicio de su carrera, ese estilo le permitió que el público lo reconozca más fácilmente, en medio de una gran cantidad de talentos que surgieron en la escena del trap a nivel local.

El cantante consideró a su look como parte de su esencia y del estilo que mantuvo durante toda su vida y aclaró que, por el momento, lo conservará como un diferencial.

Pollo: —¿El pelo lleva producción?

LiL: —Sí, una hora. Todos los días.

Pollo: — ¿Cómo es el proceso?

LiL: —Cuando me entro a bañar, mientras cae el agua se me tiene que mojar bien todo el pelo y me tengo que desenredar con las manos. Uso shampoo para rulos y sigo desenredándome. Me pongo crema de enjuague y me lavo. Salgo de la ducha y uso crema para peinar. Después le tengo que ir dando forma a los rulos con las manos. Queda con un efecto como mojado y hace como un gel para dejármelo bien y que no se infle con la humedad.

Pollo: —Es tu marca registrada.

LiL: —Sí. Mucha gente me dice “Tortita” córtate el pelo. Pero todo el mundo tiene el pelo más o menos igual. Si me ves por la calle y ves los rulos ya sabés que soy yo. Por eso no me lo quiero cortar. Además, lo tengo así desde que tengo uso de razón. Nunca me corté el pelo.

La fama y el reconocimiento son una alegría para los artistas, pero no todo es color de rosa. Esa popularidad también produce exposición a las críticas, a los comentarios negativos e incluso a los insultos que, en reiteradas ocasiones, emiten personas que se ocultan en el anonimato de Internet. ¿Cómo lidia Valentino con eso?

Pollo: —Hace poco publicaste un tuit muy enojado con las críticas. ¿Qué pasó?

LiL: —Cuando anuncié la gira por España, eran muchas fechas en lugares muy lejanos y me empezaron a dar por las redes sociales. Y ya antes venían criticándome por todo. Entonces, fue como un acumulativo de cosas y dije: “No, no aguanto más. No me puede bardear por todo”.

Pollo: —Explotaste.

LiL: —Sí, es mucho. Yo buscaba LiL Cake en Twitter y era durísimo ver gente diciendo cosas que no tenían sentido. Era bardear por bardear y me daban con un caño. Lo que más me molesta es que la gente piensa que soy algo que no soy. Yo hago vivos en TikTok y muchos comentarios son: “Sos un capo, pensé que eras un gil”. Yo creo que hoy aprendí a usarlo a mi favor.

Pollo: —Vamos a analizar el tema juntos. ¿Qué dice?

LiL: —Me encanta como le queda el oversize. La piba usa ropa grande

Pollo: —Y te cabe.

LiL: —Sí, le queda fachera.

Pollo: —¿Y cómo sigue?

LiL: —Combina muy bien con sus Nike off white.

Pollo: —O sea que vos ya flasheaste a una chica con una remera oversize y con la marca esta que estamos hablando de 600, 700 dólares.

LiL: —2K (2 mil dólares). Eso salen las verdaderas.

Pollo: —Bien, seguimos.

LiL: —Cuando sale a bailar se desata, se le ve en sus ojos de gata.... Porque siempre me la cruzaba en un boliche y la amaba mal.

Pollo: —¿Y qué más?

LiL: —Y yo… con ganas de darte. No puedo dejar de mirarte. Ponte a mover cuanto antes…

Pollo: —Cuándo decís con “ganas de darte”. ¿A qué te referís?

LiL: —Risas.

Pollo: —Ahí se hace una pausa. ¿Y viene?

LiL: —En el “mercho”, escuchando “Ferxxo”.

Pollo: —¿Vos tenés un mercho?

LiL: —En ese momento tenía un Mercedes y escuchaba a Ferxxo.

Pollo: —¿Y cómo sigue después?

LiL: —Hoy quiero dormir pero acostado en tu pecho...

Pollo: —Y con eso. ¿A qué te referís?

LiL: —Dormir abrazados así (gestualiza) (Risas).

El joven cantante utilizó el dinero para comprar las cosas con las que sueña. Sin embargo, aún en ese escenario ficticio, no se olvidó de su familia.

Pollo: —¿Qué te comprarías con un millón de dólares? La única condición es que lo tenés que gastar todo.

LiL: —Uno de mis sueños es comprarle una Testarossa a mi viejo.

Pollo: —¿Cuánto sale? ¿500 mil una Ferrari?

LiL: —No, no 200 mil. Una usada. Ya la busqué.

Pollo: —¿Qué más?

LiL: —Me compraría mi casa, un departamento.

Pollo: —¿En dónde te gustaría?

LiL: —En Núñez, un tres ambientes.

Pollo: —Calculemos 300 mil dólares con vista a la cancha de River, al río…

LiL: —Le daría a mi vieja 100 lucas para que se lo gaste todo en ropa.

Pollo: —Te quedan 400 mil.

LiL: —Para mi hermana, otras 100.

Pollo: —¿Y con los 300 mil dólares que quedan?

LiL: —Creo que necesito algo que me siga generando plata. Un departamento en Miami. No, mejor dos.

Pollo: —Vos querés vivir de las rentas de Miami. Que te entren unos dólares de ahí. ¿Un estilo Airbnb?

LiL: —Y sería un “ayudín”.

Sencillo, calmo y enfocado. Así se muestra Valentino que, con esfuerzo y talento, logró llamar la atención en la escena musical y sigue abriéndose paso con nuevos lanzamientos. Su mensaje es claro. Busca cambiar el discurso de odio por el de aceptación, mirando más allá de los estereotipos.