“El monstruo de la vieja Seúl” parte 2: Han So-hee y Park Seo-joon lidian con un trágico destino

“¡Estoy agradecido de que sobreviví! No fue fácil, estuvimos en producción por dos años”, recuerda Park Seo-joon sobre el rodaje de El monstruo de la vieja Seúl (Gyeongseong Creature), serie coreana que filmó su segunda temporada incluso antes de que la primera fuese estrenada en Netflix. Oscuros misterios, drama histórico y el terror de una espeluznante criatura asesina definen la trama de esta ficción ambientada en 1945, una etapa dolorosa en la memoria de Corea del Sur debido a la ocupación del territorio por las fuerzas japonesas. Tras presentar sus primeros siete capítulos en diciembre del año pasado, la temporada uno cierra con tres nuevos episodios ya disponibles en la plataforma desde el 5 de enero.

Han So-hee (Mi nombre) y el actor de The Marvels forman una dupla que se sumerge en un terrible escenario. Sus personajes, Chae Ok y Tae Sang, desean encontrar algo con todas sus fuerzas, algo que los dirige a un hospital que esconde crueles experimentos. Inicialmente desconfían el uno del otro, pero luego aceptan que se necesitan para tener éxito en la misión. Su relación se hace más profunda tras las paredes del hospital, cuando existe el riesgo de morir a manos de los colonizadores o del despiadado monstruo creado en su sótano.

El primer encuentro de la pareja anticipa la presencia de varias secuencias de combate que demandaron agilidad y precisión a So-hee. “Ellos tienen armas y cuchillos contra sus gargantas y realmente me gustó esa tensión”, comenta la estrella femenina en una mesa redonda con prensa latinoamericana. “Fue nuestra primera escena de acción. Llegamos muy temprano en la tarde para ensayar”, relata sobre el momento en que se revela el rostro y la belleza de su personaje.

Seo-joon bromea sobre ese momento, pues cree que la forma en que el cabello de la mujer se agita en el viento podría asegurarle contratos publicitarios. La actriz se ríe con la propuesta de su coestrella. “Nos tomó bastante tiempo filmar esa escena y el arma que llevaba era muy pesada. Puedo asegurarles que eso me ayudó a ejercitar los músculos del hombro”, agregó el actor.

Un tema central en la serie es la codicia, una ambición descontrolada que se convierte en insensibilidad por parte de Kato y sus secuaces en el hospital Onseong. “La codicia es un deseo arraigado en la naturaleza humana. Creo que puede surgir en cualquier periodo de tiempo”, reflexiona el cineasta. “El año 1945 era una época tumultuosa donde todo estaba entre líneas borrosas, pero creo que otro tema prominente en ese entonces eran los límites y la elección. Hay esto y esto. ¿Qué eliges? ¿A qué bando te unes?”.

La criatura que va revelándose poco a poco en la serie es clave; pero su importancia narrativa reside en los orígenes, en descubrir su pasado y cómo las emociones de Chae Ok y Tae Sang giran entorno al monstruo. Han So-hee, cuya carrera inició en las series de romance, lidia con un fuerte peso dramático en esta ficción. No es una damisela en peligro, sino posee un conjunto de habilidades que le permite ser la heroína de su propia historia. “No quiero reducir mi personaje a un género. Ella trasciende eso. Ella tiene un sentido de justicia y persigue sus propios objetivos. No era mi propósito etiquetarla como una mujer independiente en sí, sino como un personaje con ímpetu para alcanzar su meta”.

En el último tramo de El monstruo de la vieja Seúl, las cartas están extendidas sobre la mesa. Con la identidad del monstruo revelada, y la conexión del personaje de Lady Maeda en el hospital, los protagonistas y la ciudad de Gyeongsong todavía corren peligro. Ya puedes ver el desenlace de la primera temporada en Netflix.