Dos recientes auditorías de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) a las que accedió Infobae revelan serias irregularidades en los subsidios que los gobiernos kirchneristas otorgaron a comunidades mapuches, entre ellas a integrantes de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) calificadas por el vocero presidencial Manuel Adorni como organizaciones “terroristas”.
A lo largo de 12 años años, los gobiernos de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, giraron $1.200 millones, según informó el titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Claudio Avruj. Fueron entregados a través del Programa de Fortalecimiento Comunitario.
Ese programa fue calificado Avruj como una “obscenidad” y lo dio de baja a través de la Resolución 8/2025, publicada en el Boletín Oficial. El ex secretario de Derechos Humanos del Gobierno de Mauricio Macri denunció que los subsidios fueron utilizados “para litigar contra el Estado”. El esquema “se convirtió en una vía de financiamiento para organizaciones que contrataban abogados para reclamar tierras, dijo. Los informes de la SIGEN así lo demuestran. Pero no es todo. Hay millonarios subsidios que quedaron en el camino.
Tres ejemplos de usurpación y subsidios
Según pudo establecer Infobae de fuentes judiciales, al menos tres comunidades que recibieron subsidios por parte del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas usurparon tierras en La Patagonia:
1. Lof Che Buenuleo (Río Negro)
- En 2019, miembros de la comunidad Lof Che Buenuleo ocuparon tierras en San Carlos de Bariloche, que eran propiedad privada de la familia Soriani.
- En 2020, la justicia provincial ordenó el desalojo de la comunidad, pero el conflicto continuó con denuncias de violencia y nuevos intentos de recuperación del territorio.
- La comunidad recibió $1.770.000 del INAI en 2023 para asistencia jurídica.
2. Lof Kinxikew (Neuquén)
- Ocuparon tierras en San Martín de los Andes.
- En 2022, la comunidad fue mencionada en disputas territoriales con privados y el Ejército Argentino, que administra tierras en la zona.
- Recibió $1.950.000 del INAI en 2023 para asesoramiento legal.
3. Newen Mapu (Río Negro)
- Ha participado en reclamos territoriales en El Bolsón.
- En 2023, recibió $4.480.000 del INAI.
La Agrupación Mapuche Linares, en Neuquén; Lof Malal Pincheira, en Mendoza y entre otras, Lafken Winkul Mapu en la provincia de Río Negro también recibieron subsidios por más de seis millones de pesos y tienen conflictos por tierras en Malargüe en la región mendocina de La Payunia, donde hay interés por la exploración de hidrocarburos y desarrollo ganadero. En Vaca Muerta en Neuquén dónde hay tierras en disputa en áreas donde operan empresas petroleras, especialmente en la Cuenca Neuquina como YPF y Tecpetrol y en la zona de Villa Mascardi, en Río Negro.
Irregularidades en la firma de subsidios y convenios
Las dos auditorías son un rosario de falencias e irregularidades al momento de firmar los convenios y su posterior control y rendición de cuentas.
Un ejemplo: el 28 de octubre de 2022, se aprobó un “convenio” para el Lof Catriman Colihueque y la Comunidad Nahuelpan por un monto de $1.690.000 para la contratación de “Servicio Jurídico”, pero cuando los auditores revisaron la documentación respaldatoria descubrieron que:
-”No existen registros del contacto y/o reunión virtual o presencial y/o articulación entre técnicos del Área de Gestión Territorial con referentes para evaluar la solicitud realizada”.
-”No existen registros de los Informes mensuales con los avances”.
-”No se evidencia comunicación a la comunidad sobre el desembolso de los fondos”.
-”Se incorpora en el convenio el pago de honorarios a un Licenciado en Ambiente”.
-”No agrega informe técnico detallando la excepcionalidad”, ya que se suponía el subsidio era para contratar abogados.
Algo similar ocurrió con el convenio por $1.770.000 también para supuestos servicios jurídicos a la Comunidad Mapuche Lof Che Buenuleo y la Colonia Nahuel Huapi. En este caso los auditores establecieron que:
- “No existen registros del contacto y/o reunión virtual o presencial y/o articulación entre técnicos del Área de Gestión Territorial con referentes para evaluar la solicitud realizada”.
-”No existen registros de los Informes mensuales con los avances”.
-”Al momento del relevamiento, no se agregaba documentación al actuado desde el 17/07/2023. Se encuentra vencido el plazo de presentación de rendición de cuentas, fecha de finalización del convenio: 02/01/2024″.
Uno de los casos en que las comunidades mapuches contrataban abogados a los que pagaban con el dinero de estos subsidios es el caso de las parcelas liberadas en el Parque Nacional Los Alerces tras cinco años de ocupación
Hay casos más escandalosos. En cumplimiento de la sentencia en el caso comunidades indígenas miembros de la Asociación Ihaka. Honhat (nuestra tierra) vs. Argentina - Departamento Rivadavia, provincia de Salta, se firmó un “convenio” por $29.210.000. Pero, al controlar el destino de los fondos, la SIGEN advirtió:
-”El convenio que se ejecutó por fuera del Programa de Fortalecimiento Comunitario”.
-”No existen registros del contacto y/o reunión virtual o presencial y/o articulación entre técnicos del Área de Gestión Territorial con referentes para evaluar la solicitud realizada”.
-”Se informa el expediente como un servicio jurídico que se encuentra enmarcado en el Programa de Fortalecimiento Comunitario y se trata sobre el cumplimiento de una sentencia”. Pero “no existe registros de lo tratado en el comité ejecutor de la sentencia en el caso comunidades indígenas miembros de la ASOCIACIÓN LHAKA HONHAT (nuestra tierra) vs. Argentina, como antecedente del convenio”.
-”No existen registros de Informes con los avances de la ejecución”.
Hay una pregunta que no le corresponde responder a la SIGEN ¿dónde están y quien o quienes se quedaron con los millones de estos tres convenio?”.
Falta de registros y metodología de trabajo
El informe de auditoría N° 11/2023 de la Unidad de Auditoría Interna del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) también detectó graves falencias en el seguimiento y control de las causas judiciales en las que el organismo es parte.
La auditoría, por ejemplo, constató que la Dirección de Asuntos Jurídicos no cuenta con un registro formal y sistemático de los juicios en los que interviene. Esto significa que no se tiene un control adecuado sobre el avance de los litigios, las acciones llevadas a cabo y los resultados obtenidos.
Según el informe, la Dirección tenía 31 expedientes judiciales principales y 11 expedientes incidentes vinculados, de los cuales 16 tenían un movimiento frecuente y constante. Sin embargo, la documentación de respaldo sobre el estado de estos casos no fue suministrada a los auditores.
El Sistema Único Informático para la Gestión Judicial (SIGEJ) es de uso obligatorio para los organismos públicos que representen al Estado en juicios, según el artículo 2 del Decreto 1116/2000 y la Ley N° 25.344. No obstante, el informe revela que la Dirección no utiliza este sistema para registrar y hacer seguimiento de sus litigios.
Otra de las observaciones destacadas es la ausencia de una cuantificación clara del impacto económico de los litigios en los que el INAI es parte. De acuerdo con la presentación de la Cuenta de Inversión, el organismo informó los siguientes montos:
-Juicios con sentencia firme: $14.851.077,44.
-Juicios con sentencia no firme: $684.776.803,00.
Las comunidades aborígenes llevan adelante litigios complejos contra el Estado y empresas para, aseguran, “defender su territorio, evitar desalojos, frenar actividades extractivas y denunciar violencia institucional”. Sin embargo, la Dirección de Asuntos Jurídicos del INAI no detalló en qué causas se basa esa cuantificación ni proporcionó documentación suficiente para respaldar estos montos.
La auditoría destaca que esta falta de registros y transparencia impide conocer el impacto financiero real de los litigios en curso y tomar decisiones informadas sobre la estrategia legal del INAI.
Infobae pudo saber por fuentes judiciales que algunas de esas causas con “sentencias no firmes” por casi $700 millones son, entre otras:
-Juicios por incumplimiento de políticas públicas para pueblos indígenas: las comunidades demandan al Estado por no implementar políticas establecidas en la legislación, incluyendo falta de reconocimiento legal de personerías jurídicas. No ejecución de programas de desarrollo y acceso a tierras. Incumplimiento del proceso de relevamiento territorial de la Ley 26.160. Por ejemplo, la “Demanda de comunidades mapuches contra el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) por la falta de entrega de títulos comunitarios de tierras relevadas”.
-Juicios por violaciones a derechos humanos y represión estatal: las comunidades indígenas presentan acciones legales por Violencia institucional durante desalojos. Persecución judicial y criminalización de líderes indígenas. La muerte de militantes indígenas en enfrentamientos con fuerzas de seguridad. Un ejemplo de ellos es el Caso Rafael Nahuel (2017).
-Juicios contra desalojos forzosos. A pesar de la Ley 26.160, en muchas provincias se han ordenado desalojos de comunidades indígenas, lo que ha llevado a amparos judiciales para frenar expulsiones. El hecho derivó en demandas contra provincias y particulares que reclaman propiedad sobre tierras habitadas por indígenas. Acciones en organismos internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Uno de los ejemplos es el desalojo de la Comunidad Lafken Winkul Mapu (Villa Mascardi, Río Negro) ordenado por el gobierno nacional, generando resistencia de la comunidad y denuncias por violaciones a los derechos indígenas.
Para subsanar estas graves deficiencias, los auditores de la SIGEN le recomendaron a los funcionarios de La Libertad Avanza a cargo del INAI, organismo que depende de la Jefatura de Gabinete, en cabeza de Guillermo Francos, implementar el Sistema Único Informático para la Gestión Judicial (SIGEJ). Una plataforma electrónica desarrollada por la Procuración del Tesoro de la Nación, cuyo objetivo es centralizar la información sobre juicios en los que el Estado Nacional es parte.
Este sistema permite a los organismos públicos llevar un registro único y actualizado de los litigios en los que intervienen, facilitando la gestión de causas y el seguimiento de las actuaciones judiciales. “Las deficiencias detectadas en la gestión judicial del INAI evidencian una grave falta de control interno, lo que afecta la capacidad del organismo para defender los derechos de las comunidades indígenas en el ámbito legal. La implementación del SIGEJ y la mejora en la documentación de los casos resultan fundamentales para garantizar un seguimiento eficiente de los litigios y una mayor transparencia en la administración de la justicia en el ámbito indígena”.
Falta de procesos documentados para la entrega de subsidios
Las dos auditorías de la SIGEN, que abarca el período entre los años 2021 y 2023, determinaron que durante el gobierno de Alberto Fernández se entregaban subsidios sin control y criterios de selección. Entre otros aspectos, los informes destacan:
- No existen manuales de procedimientos formalizados que regulen la tramitación de los subsidios.
- No se encontró documentación que acredite el análisis previo de las solicitudes por parte de la Dirección de Asuntos Jurídicos.
- No hay constancia de criterios objetivos de selección para determinar qué comunidades acceden a los subsidios.
- No se hallaron actas o informes que acrediten reuniones de evaluación con las comunidades antes de aprobar los subsidios.
- En los expedientes analizados, no se constató evidencia de reuniones presenciales o virtuales con representantes comunitarios.
- No existe un registro consolidado de los subsidios otorgados, lo que impide un control efectivo sobre su uso.
- En varios casos, se detectaron pagos de segundas cuotas sin aprobación de la rendición de la primera cuota, lo que incumple las normas de administración financiera.
- Se identificaron inconsistencias en los montos transferidos:En el caso del Servicio Jurídico de la Comunidad Diaguita Calchaquí El Ivisadero (Salta), se debían transferir $675.000, pero solo se pagaron $650.000, sin que se justifique la diferencia.
- No se verificó si las comunidades beneficiarias cumplieron con los objetivos establecidos en los convenios de subsidio.
- No se encontraron registros claros sobre el uso de los fondos entregados a las comunidades.
- No se documentaron inspecciones o auditorías internas que verifiquen si los subsidios se usaron correctamente.
- Algunas comunidades no presentaron la rendición de cuentas en los plazos establecidos, pero igual se les otorgaron nuevos fondos.
- No existe un sistema único de seguimiento de los conflictos en los que interviene el INAI.
- La Dirección de Asuntos Jurídicos informó que los técnicos del área de Gestión Territorial elaboran informes mensuales internos, pero estos no fueron suministrados a la auditoría.
- No se dispone de documentación de respaldo (actas, correos, informes) que valide la actuación del INAI en casos concretos.
Casos específicos de subsidios con irregularidades
La auditoría analizó cinco expedientes de subsidios otorgados en el marco del Programa de Fortalecimiento Comunitario. En todos ellos se encontraron omisiones en el procedimiento administrativo. Según el Anexo I del informe de auditoría N° 11/2023 en el ejercicio 2021 se otorgaron un total de $11.555.000 en subsidios dentro del Programa de Fortalecimiento Comunitario. Estos subsidios fueron destinados a 11 comunidades indígenas, con montos que oscilaron entre $400.000 y $1.680.000 por beneficiario.
Lo revelado en el Informe de Auditoría N° 08/2024, es más grave aún. Allí se destaca que “el INAI transfirió un total de $74.419.000 a distintas comunidades indígenas a lo largo del ejercicio 2023″. El informe advierte que parte de estos fondos no han sido rendidos adecuadamente, lo que genera un riesgo en la transparencia y control del uso de los recursos públicos.
Hasta la fecha del informe, $23.003.000 se encuentran pendientes de rendición de cuentas, incluyendo:
- $4.480.000 asignados a la Comunidad Mapuche Newen Mapu (Río Negro).
- $2.680.000 destinados a la Comunidad Indígena Indio Colalao (Tucumán).
- $1.690.000 transferidos a la Comunidad Lof Catriman Colihueque y Nahuelpan (Chubut).
- $1.770.000 otorgados a la Comunidad Mapuche Lof Che Buenuleo (Río Negro).
- $3.860.000 correspondientes a las Comunidades Kolla Rodeo San Marcos Luján La Huerta (Salta).
- $1.950.000 para la Comunidad Mapuche Lof Kinxikew (Neuquén).
- $7.494.000 destinados al Ministerio de Bienestar Social de Salta para la implementación de la propiedad comunitaria en cumplimiento de la sentencia Lhaka Honhat.
Uso de los fondos transferidos por el INAI a comunidades indígenas
Según el Informe de Auditoría N° 08/2024 UAI-INAI, los fondos transferidos a través del Programa de Fortalecimiento Comunitario tenían como objetivo principal financiar servicios jurídicos para las comunidades indígenas. El programa, creado por la Resolución INAI N° 235/04, por la entonces ministra de Desarrollo Social Alicia Kirchner, durante la presidencia de su hermano Néstor Kirchner, permitía a las comunidades acceder a subsidios para:
- Defensas judiciales y asesoramiento legal, especialmente en litigios por territorios indígenas.
- Pago de honorarios de abogados, escribanos y agrimensores.
- Gestión de la propiedad comunitaria de las tierras ocupadas por las comunidades.
- Capacitación legal y asesoramiento contable.
- Elaboración e inscripción de mensuras.
Como ejemplo de estas irregularidades la SIGEN describió cuatro casos sobre “montos transferidos y pendientes de rendición”Los expedientes señalados suman un total de $37.270.000 en transferencias a comunidades indígenas.
-La Comunidad Diaguita Calchaquí, en El Divisadero, Salta, recibió $5.630.000.
La Comunidad Mapuche Lof Che Buenuleo, en Río Negro, $1.770.000
-La Comunidad Lof Catriman Colihueque y Nahuelpan, en Chubut $1.690.000
- En el caso de Lhaka Honhat, en Salta $29.210.000.
De los $37.270.000 transferidos, $9.264.000 aún no han sido rendidos por las comunidades o entidades administradoras.
Las auditorías concluyen que, a pesar de los millones de pesos transferidos, no se logró un seguimiento efectivo de los servicios jurídicos brindados a las comunidades indígenas. Que algunas comunidades continuaron enfrentando conflictos territoriales sin resolución, lo que pone en duda la efectividad del programa. Los auditores también destacaron la “falta de criterios claros para la asignación de recursos” La inexistencia de normas detalladas que establezcan qué comunidades pueden acceder a los fondos y bajo qué condiciones. Y que en algunos convenios, no se definieron montos exactos para cada desembolso, lo que dificultó su control.
Claudio Avruj, designado por Javier Milei como titular del INAI, justificó la disolución del cuestionado Programa de Fortalecimiento Comunitario de esta manera: “Fue un programa que fue creado 20 años atrás cuando el INAI estaba en Desarrollo Social de Alicia Kirchner. Se dieron subsidios a muchísimas organizaciones: la cultura del subsidio. Tenía por finalidad que reciban dinero para poder contratar abogados para poder defenderse ante distintas situaciones. Ese programa nunca cumplió su objetivo y se lo convirtió en una sesión de dinero del Estado Nacional para que las comunidades contrataran abogados que terminan litigando contra el Estado”.