Luis Barrionuevo acaba de dar la más clara señal de alineamiento con la política salarial del Gobierno: aceptó reformular la paritaria firmada en diciembre pasado por un 16% con vigencia de cuatro meses por un 7,6% que regirá por un semestre. De esta forma, los aumentos que habían sido pactados por un 5% y 6% mensual bajarán del 2% en diciembre hasta llegar al 0,5% en mayo, cifras que se adaptan a las pautas fijadas por el Ministerio de Economía a tono con los niveles inflacionarios descendentes.
El acuerdo se firmó esta tarde en la Secretaría de Trabajo, cuyo titular, Julio Cordero, tuvo un papel fundamental para convencer a los representantes de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) y de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (FEHGRA) de modificar el aumento ya firmado y replantear los números.
El acuerdo original, firmado a mediados de diciembre, contemplaba un incremento del 16% en tres tramos (5% en diciembre, 5& en enero y 6% en febrero), que regía desde noviembre, por lo que su vigencia se extendía un cuatrimestre (y representaba un aumento promedio del 4% mensual). Ahora, tras el replanteo de las cifras, quedó en un 7,6% semestral (2% en diciembre, 1,8% en enero, 1,5% en febrero, 1% en marzo, 0,8% en abril y 0,5% en mayo), con el compromiso de las partes de reunirse este último mes para determinar si hubo algún desfase frente a la inflación del período pactado.
De esta forma, el convenio será homologado por las autoridades laborales luego de la presión que ejercieron sobre Gastronómicos y otros gremios para que accedan a reformular las paritarias firmadas en las últimas semanas que estaban por encima del tope aceptado por Economía para 2025.
Aunque el aumento ya se estaba por pagar en muchos establecimientos de la actividad hotelera y gastronómica, la negativa de Cordero a firmar la homologación podría haber llevado a algunos a no abonarlo, ya que ese acto administrativo a cargo de la Secretaría de Trabajo justamente le da fuerza de ley a lo firmado y garantiza su vigencia para todos los trabajadores de la actividad.
Otra paritaria ya firmada y sin homologar es la de la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), que encabeza Héctor Daer, cotitular de la CGT: pactó con las cámaras del sector un 11,4% de aumento salarial para el período octubre-diciembre en tres tramos (4%, 3,8% y 3,6% diciembre), sobre los sueldos básicos vigentes a septiembre, que se pagó igual en la mayoría de las empresas, pero Trabajo se niega a convalidarlo porque no está en sintonía con la baja inflacionaria.
En este caso, sin embargo, Daer no quiere ninguna modificación para adaptar los números al esquema de Economía y en febrero el gremio y los empresarios deberán sentarse a negociar la revisión del aumento del 11,4%, pero con el condicionante del tope del 1% que fijó Economía.
El 2 de enero pasado, Cordero se anotó un importante punto a favor en la estrategia oficial al haber conseguido que el jefe del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, accediera a bajar sus pretensiones salariales: arrancó reclamando un 15% para el período diciembre-febrero (5% para cada mes), estaba dispuesto a aceptar la última oferta empresarial del 8% y terminó firmando por un módico 5,5% en tres tramos (2,2% en diciembre, 1,8% en enero y 1,5% en febrero).
A los pocos días se sumó el incremento salarial moderado que consiguió la Federación de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (FATERyH), liderada por Víctor Santa María: consistió en una mejora del 3,3% en dos tramos del 1,8% y 1,5% para el bimestre enero y febrero, con números que no desentonaban con la pauta del Ministerio de Economía (el último aumento de sueldos firmado por este sindicato había sido un 3,5% en noviembre pasado).
A tono con esas paritarias, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), uno de los principales sindicatos industriales, cerró su paritaria dentro de los límites que pretende el Gobierno: un aumento salarial del 12,3% en cinco tramos para el período noviembre-marzo, con revisión este último mes.
Los incrementos pactados con las cámaras del sector serán escalonados: en noviembre, 5,5%; en diciembre, 2%; en enero, 1,8%; en febrero, 1,5%, y en marzo, 1%. De esta forma, el gremio que conduce Abel Furlán, alineado con el kirchnerismo, también se alineó con la pauta de Economía.
Desde el sector empresarial, el titular de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA), José Luis Ammaturo, reconoció que el acuerdo firmado con la UOM “se alinea con las pautas oficiales y evita la indexación”. “Logramos un equilibrio entre las demandas sindicales y las posibilidades económicas de las empresas del sector”, dijo.