Esta semana podría empezar a aclararse el camino del calendario electoral 2025 en la provincia de Buenos Aires. Una serie de decisiones que están atadas a la intención del Gobierno nacional de llevar al recinto el proyecto que elimina -o suspende- las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Si en el Congreso se termina votando la supresión, en la provincia de Buenos Aires la decisión podría espejarse. Así lo repiten distintas terminales del peronismo con representación en el Ejecutivo y en el Poder Legislativo bonaerense, por donde deberá pasar el debate. Pero hay más: el gobernador, Axel Kicillof, debe decidir si desdobla los comicios provinciales de los nacionales que este año serán mediante la Boleta Única en Papel (BUP).
Por lo pronto, en los últimos días, Kicillof les transmitió al nutrido grupo de intendentes que congregó en Villa Gesell las dificultades técnicas que implicaría votar el mismo día cargos nacionales mediante la Boleta Única de Papel (BUP); es decir elecciones concurrentes. Según reconstruyó Infobae en voz de participantes del encuentro en Gesell, el mandatario bonaerense le planteó a intendentes que mantuvo contacto con otros gobernadores, que uno de ellos hizo un simulacro de concurrentes en su provincia, que sería “inviable” hacerla de forma simultánea y que, por lo tanto, se tendría que desdoblar. Pero Kicillof aguardará. Primero las PASO, después un eventual desdoblamiento.
Los intendentes que reunió la semana pasada en Villa Gesell le piden que desdoble. Allí se anotan los que desde el año pasado vienen trabajando en un esquema autónomo de La Cámpora y ubicando a Kicillof al frente de esa construcción que busca erigirse como la conducción del espacio para enfrentar a Javier Milei. Uno de ellos se animó a esbozar septiembre como fecha tentativa para la elección de diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros escolares. Se trata de los cargos que corren bajo el manto provincial.
En cuanto al desdoblamiento, en La Plata siguen dejando correr algunas dificultades técnicas o terrenos inexplorados, como la cuestión de la seguridad del acto electoral. Correría por cuenta de la Policía bonaerense que tiene escasa experiencia en el tema, más que tareas de apoyo en anteriores elecciones a las fuerzas de seguridad nacional.
Pero en estos días la lupa se posa en las PASO. Si el gobierno nacional finalmente consigue eliminar las Primarias, automáticamente se activará una negociación en la Legislatura bonaerense. Unión por la Patria presentó a fines del año pasado un proyecto de ley para posponer las PASO legislativas de este año en territorio bonaerense. Entre los fundamentos aparece la cuestión económica y la posibilidad de que las Primarias no se realicen este año. El proyecto lleva la firma del diputado Rubén Eslaiman, uno de los hombres de peso del Frente Renovador de Sergio Massa en la vida legislativa bonaerense. El Ejecutivo de Kicillof acompaña esta iniciativa.
El gobernador repitió a intendentes que el tema de las PASO en la provincia tiene que resolverlo la Legislatura bonaerense. El vínculo Poder Ejecutivo-Poder Legislativo no atraviesa su momento más próspero. El antecedente por la negociación fallida del Presupuesto, la Ley Fiscal Impositiva y el endeudamiento está fresco. Buenos Aires tiene una ley propia que explicita que tienen que sancionarse el mismo día que los comicios nacionales. Kicillof le dijo a los 35 intendentes que se dieron cita en Villa Gesell que una vez que la Legislatura defina la suerte de las Primarias, él podrá vía decreto desdoblar, si efectivamente esa es la decisión.
Pero a las dificultades técnicas de hacer elecciones concurrentes, se le anexa las dificultades políticas que implica un desdoblamiento. Puntualmente, la interna no resuelta en el peronismo con epicentro en el territorio bonaerense.
La Cámpora y el cristinismo interpretarán a un desdoblamiento como un gesto de emancipación y hasta desafiante del gobernador. “Es un error”, admite una dirigente de diálogo con Cristina Kirchner. La presidenta del Partido Justicialista manifestó en la última reunión del PJ bonaerense —al que fue invitada junto a Kicillof y Massa— que no era conveniente desenganchar las elecciones, que la lupa hipermediatizada de Buenos Aires y particularmente del conurbano bonaerense, se posará en la gestión del gobernador, para beneficio discursivo de la gestión de Javier Milei.
Los últimos episodios de violencia en La Matanza, Moreno y Florencio Varela sirvieron como ejemplos. Los homicidios —que, según las estadísticas, bajaron en 2024— volvieron a ganar la conversación social en la entrada de un año electoral. En el PJ bonaerense ofrecieron un gesto de respaldo hacia el gobernador: la cuenta oficial de X del partido reposteó un mensaje de Kicillof cuestionando a Milei por el recorte en la transferencia de fondos nacionales que se usaban para alimentar el Fondo de Fortalecimiento Fiscal que percibía la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Alberto Fernández.