“Se va a ocupar de defender efectivamente los intereses del Estado”, dijo un funcionario esta tarde, en la Casa Rosada, poco después de que se confirmara que Santiago Castro Videla será el nuevo Procurador del Tesoro en lugar del eyectado exjuez de la Corte Suprema, Rodolfo Barra. Fue un nuevo dardo, como si hiciera falta, contra el ex ministro de Justicia de Carlos Menem, echado la semana pasada entre críticas, que será reemplazado por un joven abogado que llega al cargo sin experiencia en la función pública pero es muy apreciado en la Casa Rosada por su nivel académico y, sobre todo, sus altos niveles de liberalismo en sangre.
En Balcarce 50 cuentan que Santiago Caputo y Javier Milei lo eligieron porque les brinda la seguridad de que tiene los valores liberales bien puestos. Su arribo al Gobierno se precipitó por la recomendación de Ricardo Rojas, el ex juez en lo criminal y autor de La Inflación como delito, a quien Milei tenía listado como primera opción y que declinó la propuesta de ser procurador, esta mañana. Pero el joven especialista en derecho administrativo ya estaba en carpeta.
Mientras tanto, todos en el ámbito del Derecho están ansiosos por saber el motivo por el cual Rojas declinó la propuesta para ser Procurador, a pesar de que viajó desde Guatemala hasta Buenos Aires para escucharla en persona de la voz de Santiago Caputo. En principio, dijo que la rechazó por cuestiones personales. Pero en el Gobierno no negaban ni confirmaban durante el día si le habían ofrecido el cargo de ministro de Justicia -en lugar de Mariano Cúneo Libarona-, o si lo postularían como juez de la Corte Suprema en medio de las complicaciones para aprobar en el Senado los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Hasta la semana pasada aseguraban, sin hesitar, que las postulaciones de la dupla seguían firmes. Y finalmente por la noche dieron por tierra esas versiones.
El Presidente y Caputo tomaron en cuenta la recomendación de Rojas, admirado por Milei desde que propuso penalizar a funcionarios que hayan propulsado a través de la emisión la suba sostenida de precios. Sin embargo, lo conocían por su vínculo con la Fundación Libertad y Progreso, donde Videla Castro es como consejero legal part time y ad honorem.
El letrado es un activo integrante de la ONG, y suele sumarse al espacio de debate “Seminario Mises” que hacen los feligreses liberales con la Universidad del CEMA -de donde reclutaron a funcionarios como la echada canciller, Diana Mondino-, en honor a los grupos de discusión en Viena a principios de siglo del economista y filósofo austríaco Ludwig von Mises -de la Escuela Austríaca que admira el Presidente-. En la fundación festejaron su desembarco en el Gobierno. ”Es liberal de pura cepa y también ama a la Argentina", dijeron.
Para Milei es garantía de confianza, dicen, el hecho de que forme parte del grupo de confianza de Agustín Etchebarne, presidente de la organización liberal, para la cual el jefe de Estado brindó un discurso sobre la ley Bases en el resonante evento que hicieron con el CATO Institute en junio pasado. También rescatan el vínculo con el socio de la ONG, Martín Krause, a quien Milei había querido nombrar como ministro de Educación en el principio de la administración pero quedó fuera de carrera cuando habló de la Gestapo y banalizó el Holocausto. “Es liberal desde 2017 y lo ama a Javier”, explicaron los motivos de la designación de Castro Videla en la sede del gobierno de Milei.
Magister en Derecho Administrativo por la Universidad Austral y socio del estudio Bianchi, Galarce & Castro Videla Abogados, Videla Castro se especializó en el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Un tema que interesa particularmente a la administración de Milei, que apeló desde el inicio de su mandato a un mega decreto para sentar las bases de su administración (el DNU 70/2023) y se preocupa por cada movimiento que se insinúa en el Parlamento para bajarlo.
Paradójicamente, Castro Videla es un crítico del uso discrecional de esa herramienta constitucional, autor del libro de 2022 que se transformó en fuente de consulta obligada al respecto, titulado El control del Congreso sobre la actividad normativa del Poder Ejecutivo.
En el mundillo del derecho administrativo son pocos y se conocen mucho, y a Castro Video lo elogian: dicen que es honesto, y festejan que tenga aires nuevos, refrescantes y “republicanos”. Esos mismos abogados critican la postulación de Ariel Lijo para la Corte, y el modo en que desplazaron a Barra. “Rodolfo Barra jamás se equivoca”, dijeron al unísono en el Colegio de Abogados de la Ciudad sobre el dictamen por el que lo responsabilizaron. Y aseguraron que, de cualquier forma, el ex ministro quería dejar su puesto como procurador. En cualquier caso, dicen que el propio Barra tiene en alta estima a su sucesor.