El anuncio del Gobierno Nacional sobre la reducción temporaria de las retenciones a las principales exportaciones del agro y la eliminación definitiva para las economías regionales fue recibido con entusiasmo por los gobernadores de las provincias más vinculadas al sector productivo. Esta medida, que busca aliviar la presión fiscal sobre los productores en un contexto de sequía y precios internacionales desfavorables, estará vigente desde el lunes 27 de enero hasta finales de junio.
La soja, uno de los cultivos más representativos del país, reducirá su alícuota del 33% al 26%, mientras que sus derivados pasarán del 31% al 24,5%. Otros cultivos clave, como el trigo, la cebada, el maíz, el girasol y el sorgo, también experimentarán reducciones importantes, con tasas que se ubicarán entre el 9,5% y el 5,5%. Por su parte, productos de economías regionales, como el tabaco, el arroz, el azúcar y el cuero bovino, quedarán exentos de retenciones de forma permanente, beneficiando a actividades que generaron más de 1.100 millones de dólares en exportaciones durante 2024.
El anuncio, realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, fue respaldado por diversos funcionarios y líderes provinciales. “Es una muestra de justicia y apoyo a los productores en este momento crítico”, aseguró Caputo, quien enfatizó que el superávit fiscal alcanzado permitió implementar esta medida sin comprometer las cuentas del Estado.
Desde las provincias de la región centro, los mandatarios celebraron la decisión como un gesto positivo hacia el sector agropecuario. Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, destacó que “la Argentina necesita cuidar a los que producen y generan siempre trabajo y riqueza”. En un mensaje difundido a través de redes sociales, valoró la medida como un “paso hacia la eliminación total de las retenciones” y recordó los esfuerzos realizados por las provincias para sostener al sector.
Por su parte, Martín Llaryora, gobernador de Córdoba, subrayó que la reducción temporaria de las retenciones permitirá a los productores enfrentar la “difícil coyuntura” que atraviesan debido a la combinación de sequía, costos elevados en dólares y precios internacionales bajos. “En Córdoba eliminamos el cobro de Ingresos Brutos a la producción y destinamos el 98% de la recaudación del Impuesto Inmobiliario Rural a infraestructura para el campo. Es importante que estos esfuerzos sean acompañados por decisiones nacionales”, destacó en un mensaje publicado en X.
El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, también expresó su apoyo a la medida, calificándola como “una noticia muy esperada por el sector, sobre todo en este contexto tan difícil”. En ese sentido, señaló que “si al campo le va bien, a la Argentina le va bien”, reiterando la importancia de aliviar la presión fiscal para evitar una crisis más profunda en el sector.
Por su parte, el diputado nacional, Florencio Randazzo, manifestó en redes sociales que la “baja temporal en las retenciones es una muy buena señal para el campo”. En un posteo realizado en su cuenta de X agregó: “Siempre dijimos que un país normal se construye sin castigar a los que producen. Por eso es necesario que esta medida sea extendida hasta alcanzar su eliminación definitiva”.
Un sector en crisis
La situación del agro argentino ha sido motivo de alerta en los últimos meses. Durante una conferencia de prensa en Rosario, los gobernadores Pullaro, Llaryora y Frigerio describieron el crítico panorama que enfrenta el sector: “Presión fiscal elevada, costos crecientes en dólares y precios internacionales en baja son una combinación que está golpeando con dureza al campo”, afirmó Pullaro.
Según cifras oficiales, las provincias de la región centro aportaron miles de millones de dólares en retenciones durante los últimos años. Santa Fe, por ejemplo, destinó USD 14 millones al impuesto inmobiliario rural en 2024, pero invirtió más de USD 343 millones en infraestructura para fortalecer al sector. “No nos pueden decir que la presión fiscal es culpa de las provincias”, puntualizó el Gobernador santafesino.
En este contexto, Llaryora advirtió sobre los riesgos de mantener altos niveles impositivos: “El campo no puede más. Con los precios internacionales actuales y una crisis climática, el campo se puede fundir. Y si eso ocurre, la vamos a pasar muy mal”. Frigerio, en tanto, insistió en que el gobierno nacional no debe tener otra prioridad que “aliviar al sector agropecuario”.
Implementación y expectativas
El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, explicó los mecanismos de acceso a los beneficios fiscales, que estarán operativos desde el lunes 27 de enero. Los exportadores podrán optar por presentar una Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) o utilizar el embarque como instrumento de realización del beneficio. Además, los exportadores podrán optar por no acogerse al beneficio y liquidar en plazos normales.
La medida también fue respaldada por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, quien aseguró que “es una excelente noticia” para el sector. “Es fundamental en un momento en que los precios internacionales están bajos y muchas zonas de Argentina están sufriendo sequía”, declaró durante el anuncio realizado en la Casa Rosada.
Si bien la reducción de las retenciones ha sido celebrada como un paso positivo, los gobernadores de la región centro insistieron en la necesidad de avanzar hacia una eliminación total. “Ratificamos nuestro compromiso para seguir trabajando hasta que las malditas retenciones sean completamente eliminadas”, concluyó Llaryora. La expectativa ahora se centra en cómo estas medidas impactarán en la producción y en las exportaciones durante el próximo semestre.