Durante esta mañana, representantes del oficialismo se contactaron con algunos referentes dialoguistas de la Cámara de Diputados para compartirles la hoja de ruta que tienen planeada para el desarrollo de las sesiones extraordinarias.
El martes pasado, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, le había adelantado al presidente del bloque PRO, Cristian Ritondo, y a su par del radicalismo, Rodrigo de Loredo, que el Gobierno tenía en mente una sesión únicamente dedicada a la reforma electoral para el jueves 6 de febrero y la semana siguiente habría otra sesión para abordar el resto del temario (Ficha Limpia, Reiterancia y Quebrantos).
Sin embargo, fuentes de tres bloques “del medio” explicaron que informalmente el oficialismo está considerando modificar ese cronograma para tratar el proyecto de Ficha Limpia -que impide que los condenados por corrupción sean candidatos o funcionarios- en la primera semana de febrero y dejar la eliminación (o suspensión) de las PASO para la siguiente (11 de febrero).
Ante la consulta de Infobae, en las filas dialoguistas interpretaron que el Gobierno está reconociendo tácitamente que aún está lejos de tener los votos para eliminar las Primarias y necesita más tiempo para sumar voluntades.
No obstante, este cambio generaría otro problema ya que dejaría muy poco margen para que el Senado sancione el proyecto de manera definitiva. En la Cámara alta el reglamento es más estricto y obliga a dictaminar los proyectos siete días antes de poder ir al recinto. Es decir, tendría los días prácticamente justos.
Cerca del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, aseguraron que no existen fechas tentativas y que los proyectos llegarán al recinto lo antes posible, cuando le convenga al oficialismo.
Pero según pudo saber Infobae, la primera actividad formal sería un encuentro con todos los jefes de bloque dialoguistas en el despacho de Menem, el 28 de enero. En principio, de esta forma se resolvería el reclamo de Miguel Ángel Pichetto, presidente de Encuentro Federal, que había rechazado la invitación de Francos para a reunirse el martes pasado en la Casa Rosada.
Pichetto había planteado que las negociaciones parlamentarias debían desarrollarse en el marco formal del Congreso. Al mismo tiempo, también quiso evitar una foto incómoda junto al oficialismo y sus aliados en la Casa Rosada.
Los dos días siguientes a esta primera reunión con jefes de bloque, el 29 y el 30 de enero, el oficialismo planea tener reuniones informales para acordar los textos que se debatirán en comisión. Luego, tal como le había adelantado Francos al PRO y la UCR, el 4 y el 5 de febrero se convocará a las comisiones con el objetivo de firmar dictamen y dejar los proyectos listos para ir al recinto.
Las negociaciones para eliminar las PASO -prioridad de la Casa Rosada- se ven afectadas por varias cuestiones. En primer lugar, por la ausencia de muchos diputados que se tomaron vacaciones creyendo que la actividad se retomaría recién en febrero. Esto hace que varios bloques no puedan unificar un criterio por la imposibilidad de juntar a todos sus representantes en una reunión.
Por otro lado, también complican el escenario los intereses contrapuestos dentro de los bloques opositores. El caso paradigmático es el del peronismo, cuyo gobernadores se inclinan por la eliminación, mientras que algunos distritos como Santa Fe, Jujuy y Corrientes necesitan de las primarias para resolver las diferencias sin riesgo de fracturas. A esto se suma el silencio de Cristina Kirchner y el camporismo, que demoran cualquier tipo de anuncio porque entienden que la decisión de suspender las PASO a nivel nacional llevaría a seguir el mismo camino en la provincia de Buenos Aires y esto le dejaría vía libre al gobernador Axel Kicillof para desdoblar la elección, algo que CFK rechaza de plano. A su vez, el Frente Renovador de Sergio Massa incluso presentó un proyecto para suspender las primarias en la provincia de Buenos Aires si la reforma avanza a nivel nacional.
Aunque la falta de consenso no es propiedad exclusiva del peronismo. Dentro de la UCR y el PRO también hay dudas. De hecho, el partido de Mauricio Macri se inclina por suspender las primarias solo por este año y algunos anticipan que sin esta herramienta saldrán perjudicados de una eventual unificación de listas de candidatos con La Libertad Avanza. Por su parte, los radicales no quieren eliminarlas ni suspenderlas, sino más bien hacer algunas modificaciones para reducir los gastos y acortar los tiempos electorales.