(Desde Washington, Estados Unidos) Javier Milei y Marco Rubio, nuevo secretario de Estado, se encontraron anoche en la Gala Inaugural Starlight, donde aprovecharon la oportunidad para analizar la agenda de América Latina y las relaciones bilaterales entre Argentina y Estados Unidos. Junto al presidente se alineó el canciller Gerardo Werthein, mientras Karina Milei conversaba con otros invitados especiales de la Gala.
Milei y Rubio tienen sintonía personal y afinidad ideológica. Ya se reunieron en Buenos Aires, y el cónclave de anoche ratificó las coincidencias entre el presidente argentino y el jefe de la diplomacia de Donald Trump.
“Marco Rubio es un verdadero conocedor de América Latina y un defensor incansable de los valores de la libertad. Su experiencia y liderazgo serán fundamentales para construir una relación bilateral fuerte y con un futuro muy importante para ambas naciones”, sostuvo Milei respecto al flamante secretario Estado.
La designación de Rubio fue aprobada ayer por unanimidad en la Cámara de Senadores.
El canciller Werthein también hizo declaraciones después de la gala que compartió con Rubio. Al respecto, Werthein señaló:
“Desde una perspectiva geopolítica, las designaciones del gabinete estadounidense, incluyendo a Marco Rubio en la Secretaría de Estado, son muy bienvenidas. Esta relación estratégica potenciará las exportaciones bilaterales entre ambos países y proyectará una colaboración significativa en sectores clave como el comercio, la energía, la tecnología, así como una estrecha cooperación en el ámbito militar”.
Y completó el canciller:
“El liderazgo del presidente Donald Trump ocupa un lugar central en esta nueva etapa. Su compromiso con las ideas que promueven la libertad y la democracia es sido un faro que ilumina a la región y al mundo. La afinidad y cercanía que el presidente Trump y el presidente Milei comparten representan para Argentina una enorme oportunidad para profundizar los lazos de nuestra alianza estratégica con Estados Unidos, basada en valores comunes y una visión compartida para el crecimiento de ambas naciones”.
Milei, Werthein y Rubio se encontraron en la gala Gala Inaugural Starlight, organizado en honor a la asunción de Donald Trump y su vicepresidente J.D Vance. A la espera de la llegada del Presidente de los Estados Unidos, una banda tocaba covers y los invitados se apiñaban sobre unos escones con salmón, que fue de lo poco que se sirvió.
Antes del encuentro informal con Rubio, Milei puso cara de selfie al menos 250 veces. “Es Mick Jagger, la gente hacía cola para sacarse una foto con el presidente”, aseguró un invitado especial al evento.
Cuando finalmente pudo evitar las selfies, Milei junto a Werthein dialogaron con Rubio acerca de América Latina con especial hincapié en la dictadura de Venezuela. El secretario de Estado tiene una posición crítica del régimen que controla Nicolás Maduro, y las coincidencias con el libertario son absolutas.
Rubio considera que Maduro hizo fraude, que la dictadura venezolana sobrevive por la corrupción trasnacional, y que es necesario profundizar las sanciones económicas y financieras para sellar el futuro político del régimen caribeño.
Milei tiene idéntico pronóstico sobre Venezuela y cree que el funcionario de Trump empujará una agenda diplomática que permita -al menos- contener las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que cometen Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega y Maduro.
La intención de Milei era dialogar con Rubio, saludar a los invitados especiales, y aguardar la llegada de Trump y Vance. Pero la espera se hizo larga, y los termómetros digitales marcaban 13 grados bajo de cero de sensación térmica.
Cuando los relojes dieron las 11 PM (una de la madrugada en Argentina), el presidente, Karina Milei y Werthein pidieron sus autos oficiales y se fueron sin escalas al hotel que ocupan en Georgetown.
A la medianoche, Trump y Vance llegaron a Unión Station. Con el clásico de Frank Sinatra A mi manera, el presidente de los Estados Unidos junto a Melania ocuparon el centro de la pista de baile.
Si no ocurre un hecho político por afuera de la agenda oficial, Milei ya no verá a Trump durante esta gira por Washington. Estuvo con él ayer a la mañana, cuando la familia presidencial concurrió a la ceremonia protocolar en Saint John, una pequeña iglesia muy cerca de la Casa Blanca.
Al terminar el oficio religioso, Trump, Melania y el resto de la familia presidencial salieron por un pasillo cercano a la ubicación de Milei. Trump lo saludó y tuvo un gesto afectivo, mientras ciertos miembros de su familia le pidieron a Milei una selfie. El jefe de Estado aceptó inmediatamente, y desde ese momento el clima protocolar se rompió en mil pedazos.
“Ahí metí entre 20 y 30 selfies corridas. Con la gente que estaba en la iglesia”, le comentó Milei a un miembro de la delegación oficial.
-¿Y Trump que te dijo?, le preguntaron al presidente.
-Me saludó como un amigo-, contestó.
El presidente volará hoy a Davos para participar del Foro Económico Mundial, adonde tiene previsto explicar su mirada del mundo tras la llegada de Trump a la Casa Blanca.