“Es la hora del campo. Hay que reaccionar antes de que sea tarde. Es la alerta que hoy queremos dar”, disparó el gobernador cordobés Martín Llaryora durante la conferencia de prensa que dio junto a sus pares de Santa Fe, el anfitrión Maximiliano Pullaro, y el entrerriano Rogelio Frigerio.
El planteo de los tres gobernadores al gobierno nacional fue que el campo debe ser el sector prioritario en la política de reducción impositiva que impulsa el presidente Javier Milei. “Lo que se tiene que dimensionar desde Buenos Aires es que si no se toman medidas urgentes el campo se va a fundir. Esto traerá un impacto negativo en nuestras provincias”, precisó Pullaro.
Frigerio fue quien detalló cuál es el escenario que está atravesando el sector productivo: presión positiva muy alta, precios internacionales en baja, costos en dólares que suben y una situación climática adversa. Estos tres factores combinados golpean con dureza al agro y lo ponen en un contexto de “crisis profunda”.
Llaryora, en tanto, subrayó: “Aún con las malditas retenciones, el campo siguió produciendo. Si no hay un cambio rápido, podemos tener un colapso en materia agropecuario como se vivió en los ‘90”. El gobernador de Córdoba afirmó que la pretensión es que bajen las retenciones a fin de que el dinero “quede en manos de los productores para que puedan salir de esta situación. Nuestros productores no ponen la plata en las islas Cayman”, aseveró.
El mandatario santafesino graficó cuál fue el impacto del cobro de derechos de exportación en la economía de su provincia. “En los últimos 6 años, Santa Fe aportó 22 mil cosechadoras y 150 mil tractores en materia de retenciones al Gobierno nacional”, aseveró, al citar estudios hechos por el Ministerio de Economía provincial.
Por eso, Frigerio insistió que el gobierno nacional no debe tener de aquí en más otra prioridad que “aliviar al sector agropecuario”. Además, aclaró que el mensaje a la administración central “no es una demostración de fuerza” de los estados de la zona núcleo de la producción. “Es una necesidad que está mostrando el principal sector productivo de las tres provincias, es un pedido de los productores al gobierno nacional al que nos sumamos”, aclaró.
El gobernador de Córdoba fue más allá y recordó que los tres mandatarios que brindaban la conferencia en el Salón Blanco de la sede rosarina del Gobierno de Santa Fe eran de distintos partidos. “Pero todos entendemos que gobernar es generar trabajo. Y para hacerlo tiene que existir la producción. Creemos en la relación público - privado”, resaltó.
Luego, hizo alusión a que los gobernadores de la Región Centro se opusieron a la implementación de un impuesto del 15% a las exportaciones con valor agregado, contenido en el primer borrador de la Ley Bases. Este reclamo entonces “no tiene que ver con un enfrentamiento político, sino con la defensa de la producción y el empleo, con una responsabilidad histórica que nos toca. Es una ayuda al Gobierno”, argumentó.
Por otro lado, los tres mandatarios señalaron que la principal presión impositiva que sufre el campo es de origen nacional. Ronda el 67%, afirmaron. El de las provincias, por el contrario, es de apenas el 5%. Y está asignado por completo a infraestructura productiva.
Pullaro ejemplificó eso con lo que ocurre en su provincia. “En 2024, Santa Fe recaudó USD 14 millones en materia de inmobiliario rural e invirtió 343 millones de dólares para fortalecer el sector. No nos pueden decir que el problema de la presión fiscal es por los tributos que cobramos las provincias”, expresó.
“En la Región Centro nadie quiere vivir de un subsidio. Quieren vivir de un buen empleo. Y por eso no podemos matar al pilar que le ha dado miles de millones de dólares al país y que ha sido el motor del sostenimiento del ingreso de divisas. El campo no puede más, no da más. Con los precios internacionales (actuales) y una crisis climática, el campo se puede fundir. Y si eso ocurre, la vamos a pasar muy mal”, concluyó Llaryora.