El lunes de esta semana Cristina Kirchner volvió a poner un pie en Buenos Aires, luego de tres semanas en El Calafate, donde pasó las fiestas con su familia. Ayer se instaló nuevamente en el Instituto Patria para comenzar con una hilera de reuniones previstas. En los dos días anteriores también tuvo varios encuentros, pero fuera de su histórica oficina céntrica.
La ex presidenta retomará la centralidad opositora en el corto plazo. Es lo que quiere. En su entorno son terminantes sobre dónde estará puesto el foco de sus intervenciones. “Va a confrontar con Milei, no le interesa discutir liderazgos”, sentenciaron.
El mensaje está dirigido a Axel Kicillof y su armado político. La guerra fría -que el “Cuervo” Larroque calentó nuevamente- se mantuvo durante los primeros días de enero. CFK está esperando la resolución que tome el gobernador bonaerense respecto al proceso electoral en la provincia, sabiendo que existe la posibilidad de que se desate una nueva confrontación por el posible desdoblamiento de los comicios.
En el cristinismo aseguran que la ex mandataria no se va a meter en el barro de la interna a discutir su propio liderazgo y anticipan que habrá un estado de tensión permanente con el kicillofismo, como consencuencia de la disputa de poder que se está desarrollando hace varios meses. “Lo único que quieren es tener un lugar en la mesa donde están las lapiceras que definen las listas”, sostuvo un dirigente con llegada directa a CFK.
Ayer por la tarde, CFK sumó un argumento más para sostener la centralidad que quiere ostentar. El proyecto de Ficha Limpia que el Gobierno enviará al Congreso para que se trate en sesiones extraordinarias, le impedirá ser candidata. De aprobarse, la iniciativa le impedirá postularse a los dirigentes con condenas ratificadas en doble instancia. El foco de luz otra vez se va a posicionar sobre ella. Es también el deseo de Javier Milei.
Durante la semana mantuvo encuentros con el presidente del bloque de diputados de Unión por la Patria (UP), Germán Martínez; con la diputada camporista de Santa Fe Florencia Carignano (que estuvo acompañada por varios intendentes de la provincia); y con el ex gobernador de Jujuy Eduardo Fellner y la legisladora de la misma provincia Leila Chaher. También se encontró con el senador Mariano Recalde.
Desde su nuevo rol como presidenta del PJ Nacional, se puso encima de algunos temas que son puntos de conflicto en las provincias. El peronismo santafesino está en plena discusión por la confección de la lista para la elección de convencionales constituyentes. En el último congreso del PJ Santa Fe, la imposibilidad de llegar a un acuerdo terminó con una atomización del espacio político y una guerra de reproches.
Al tanto de la fragmentación del peronismo provincial en al menos cuatro sectores, la ex mandataria siguió una regla básica de la política: la lista la tiene que encabezar el que mide más en las encuestas. Preguntó quién era ese nombre y le dijeron que era el senador nacional Marcelo Lewandowski.
El legislador es además el último candidato a gobernador del peronismo en Santa Fe y uno de los potenciales candidatos a la competencia por el Ejecutivo provincial en el 2027. La bendición de CFK podría ser un avance en la discusión santafesina para tratar de lograr la unificación de la fuerza política, aunque recién es un primer paso en un escenario muy conflictivo.
Lewandowski se corrió del PJ Santa Fe decidido a tomar distancia del kirchnerismo. Si acepta ser el candidato de la unidad, tendrá que volver a converger en una propuesta electoral con el cristinismo y el camporismo. Las palabras de la ex Jefa de Estado le subieron el precio y, si negocia, lo podrá hacer con la seguridad de que todos saben que es el que mejor mide en la provincia.
En La Corriente, espacio que conduce Agustín Rossi y en el que milita Germán Martínez, hace varias semanas que reclaman la unidad del peronismo, para evitar que el diseño de la estrategia para las próximas elecciones legislativas termine en una hecatombe total. Después del fracaso del congreso partidario, fueron los primeros que pusieron sobre la mesa el nombre de Lewandowski para intentar convertirlo en el vértice de la unidad.
El otro tema que estuvo en la agenda de CFK fue la negociación de unidad que está abierta en el PJ de Jujuy. De eso habló con Chaher y Fellner. La legisladora de La Cámpora tiene la intención de ser la presidenta del partido en su provincia. El mismo objetivo tiene la senadora nacional Carolina Moises, que está distanciada del kirchnerismo, pero mantiene el diálogo abierto con el Instituto Patria.
Después de varias semanas de tensión, el año pasado terminó con una negociación avanzada para que haya una lista de unidad con una presidencia rotativa. Dos años para Chaher y dos años para Moises. La misma estrategia que se utilizó años atrás en el PJ Bonaerense, cuando la posibilidad de lograr un acuerdo de unidad parecía imposible.
Chaher es la principal exponente de La Cámpora en la provincia norteña. Este año vence su mandato en la Cámara baja y podría ser la cara que busque la renovación en las elecciones de medio término. Moises es parte del bloque de UP en el Senado, pero después de votar el RIGI el año pasado, entró en una zona de confrontación sistemática con la conducción K.
Más allá de los resquemores, la intención de forjar la unidad está presente en todos los sectores y tiene el aval de CFK. El PJ de Jujuy está intervenido y tendrá elecciones en marzo de este año. Si se concreta la unidad en una lista, será una buena noticia para que la ex presidenta muestre, en medio de una interna incesante entre el kirchnerismo duro y el kicillofismo que aturde a todo el peronismo.
Otro tema que ex la presidenta tiene en agenda es la reorganización del PJ Corrientes, que está intervenido y este año tendrá elecciones internas. Además, en la provincia hay elecciones a gobernador y el peronismo está discutiendo la oferta electoral que pondrá en la cancha.
CFK tiene previsto un viaje para marzo. A fines del año pasado se reunió con muchos dirigentes del peronismo correntino en el Instituto Patria y les pidió que se ordenen con rapidez para reactivar la vida del partido en el año electoral. Allí estuvieron los dos interventores del PJ local, Teresa García y Máximo Rodríguez que, junto a José Ottavis, son los que mantienen informada a la ex presidenta sobre los pormenores del partido.
Cristina Kirchner vuelve al escenario político con un abanico de conflictos para resolver, con la necesidad imperiosa de sostener el poder de su liderazgo en el peronismo y con un frente de batalla con Kicillof que está lejos de cerrarse. Será un año complicado para la fuerza política. Un año en el que se discutirá poder desde la cúspide hasta las arterias más chiquitas del territorio.