El Senado de la Nación Argentina se encuentra en un momento de reactivación tras un período de inactividad, con la posibilidad de una sesión extraordinaria que podría marcar un punto de inflexión en la dinámica legislativa. Los temas principales en la agenda incluyen la Ley Antimafias, los pliegos de los jueces propuestos para la Corte Suprema de Justicia, y la incorporación de una nueva senadora que podría alterar el equilibrio de poder en la Cámara Alta.
El Ejecutivo Nacional ha enviado un temario que prioriza la discusión de la Ley Antimafias, la cual ya cuenta con dictámenes de las comisiones de Justicia y Asuntos Penales, Seguridad Interior y Narcotráfico. Además, se encuentran pendientes los pliegos de los jueces propuestos para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, aunque el dictamen necesario para su tratamiento en el recinto aún no ha sido presentado formalmente en la Comisión de Acuerdos.
Uno de los aspectos más relevantes de esta posible sesión es la inminente asunción de Stefanía Cora, quien reemplazará a Edgardo Kueider en el Senado, detenido en Paraguay. Su incorporación es crucial para el bloque kirchnerista, ya que sumará un voto adicional al interbloque liderado por José Mayans, elevando su número de senadores de 33 a 34. Esto los dejaría a tan solo tres escaños de alcanzar el quórum propio, una posición estratégica que les permitiría aprobar o bloquear proyectos con mayor facilidad.
Esta buena noticia para el kirchnerismo implica una pérdida para el oficialismo en los bloques aliados, particularmente en el grupo conocido como “los 39″, que incluye a La Libertad Avanza y otros sectores opositores. Este grupo, formado principalmente para contrarrestar la influencia del kirchnerismo, verá reducido su número, lo que podría debilitar su capacidad de negociación en el Senado.
La asunción de Stefanía Cora requiere que se convoque a una sesión en la que se alcance el quórum necesario para tomarle juramento. Una vez cumplido este procedimiento, el kirchnerismo podrá mostrar su bloque fortalecido de 34 senadores, siempre y cuando todos sus integrantes estén presentes. Según una fuente del Senado este proceso podría ser el detonante para que se convoque al recinto antes de que se realicen reuniones de comisión, lo que aceleraría el tratamiento de los temas pendientes.
En este contexto, también se especula que el Gobierno podría enviar el pliego de Alejandro Carlos Francisco Oxenford como embajador en los Estados Unidos. Este nombramiento no enfrentaría mayores obstáculos, lo que podría motivar un movimiento en las comisiones. Sin embargo, la prioridad parece estar en llevar los temas directamente al recinto, dejando en segundo plano el debate en las comisiones.
El tratamiento de los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla es otro de los puntos críticos en la agenda legislativa. Aunque ambos nombres ya han sido debatidos, el dictamen necesario para su tratamiento en el recinto aún no ha sido presentado en la Mesa de Entradas del Senado. Esto genera incertidumbre sobre si el oficialismo cuenta con el respaldo suficiente para avanzar en estas designaciones.
La oposición, tanto en sus sectores más dialoguistas como en los más críticos, se mantiene a la expectativa de los movimientos del Ejecutivo. La falta de claridad sobre si los pliegos están listos para ser tratados en el recinto refleja las tensiones internas dentro del oficialismo y su relación con el kirchnerismo, lo que podría influir en el desenlace de estas discusiones.
El escenario en el Senado argentino está marcado por una serie de dinámicas políticas y legislativas que podrían redefinir las alianzas y los equilibrios de poder en la Cámara Alta. La combinación de temas judiciales, como la Ley Antimafias y los pliegos de los jueces, con cuestiones políticas, como la incorporación de Stefanía Cora, subraya la complejidad de las negociaciones que se avecinan.
Aunque el temario enviado por el Ejecutivo establece prioridades claras, la falta de avances concretos en algunos puntos refleja las dificultades del oficialismo para consolidar su agenda en un contexto de fragmentación política. La posibilidad de que el Gobierno busque acuerdos con el kirchnerismo para avanzar en ciertos temas añade un elemento adicional de incertidumbre a un panorama ya de por sí complejo.
En definitiva, el Senado se prepara para una sesión que podría tener implicancias significativas tanto en el ámbito judicial como en el político, con decisiones que podrían influir en el rumbo legislativo del país en los próximos meses.