A dos días del 10° aniversario de la muerte de Alberto Nisman, el fiscal de la Cámara Penal de la Capital Federal, Ricardo Sáenz, ratificó su convicción de que el caso corresponde a un homicidio y criticó duramente las irregularidades en la investigación del hecho.
“Pasaron 10 años. Tenemos gente procesada en la causa, para la Justicia está claro que se trata de un homicidio. (Diego) Lagomarsino está procesado como partícipe necesario de un homicidio, y los custodios como encubridores. Que la gente tenga claro que a Nisman lo mataron”, expresó Sáenz, quien desde un principio lideró el reclamo por el esclarecimiento de la muerte de su colega.
Cabe recordar que Sáenz fue el primer funcionario, dentro del ámbito judicial, en calificar la muerte de Nisman como un homicidio, vinculando el hecho directamente con su denuncia contra la entonces presidenta Cristina Kirchner.
El fiscal también apuntó contra el manejo de la escena del crimen por parte de las fuerzas de seguridad, y señaló que su alteración no puede ser atribuida a un simple error. “Eso se hizo a propósito, no hay investigador que por negligencia deje circular tanta gente por el lugar del hecho. Tantas huellas no es ninguna huella, no puedo identificar a nadie”, consideró en diálogo con radio Mitre.
Sáenz hizo referencia al ingreso de al menos 88 personas al departamento de las torres Le Parc de Puerto Madero, donde Nisman fue encontrado con un disparo en la cabeza en enero de 2015.
En este sentido, Sáenz respaldó las imputaciones realizadas por el fiscal Eduardo Taiano contra el exsecretario de Seguridad, Sergio Berni, y su entonces segundo, Darío Ruiz.
Ambos fueron imputados en diciembre de 2024 por “graves irregularidades” en el manejo de la escena del crimen, y próximamente serán citados por el juez federal Julián Ercolini para notificarlos de las acusaciones formales en su contra
A pocos días de que se conoció ese informe de Eduardo Taiano, que corrobora irregularidades, el fiscal Sáenz remarcó que estaban al mando de las fuerzas de seguridad, que actuaron en el lugar son responsables directos del daño causado a la investigación.
“Los responsables de las fuerzas de seguridad están ahora siendo imputados por mi colega Eduardo Taiano. Quienes estaban ahí al mando de lo que estaba sucediendo en el lugar del hecho son los responsables. Sergio Berni deberá responder de acuerdo a la imputación que tiene en este momento por estar al frente de las fuerzas de seguridad”, aseguró.
Según el último informe de la Fiscalía Federal N°3, el arma aportada por Diego Lagomarsino fue introducida en el domicilio del fiscal como parte de un plan para simular un suicidio, que fue la hipótesis inicial de la causa.
El análisis de los elementos de prueba concluyó que terceras personas participaron en el hecho. Según el análisis, estas ingresaron al departamento de Nisman, lo inmovilizaron, lo trasladaron al baño principal y, con la intención de escenificar un suicidio, lo obligaron a arrodillarse antes de dispararse en la cabeza. El hecho habría ocurrido entre la noche del 17 de enero y la madrugada del 18 de enero de 2015, de acuerdo con la investigación.
Por otro lado, se denunciaron graves irregularidades durante las primeras horas de intervención policial el 18 y 19 de enero de 2015, tras el hallazgo sin vida de Nisman en su vivienda. El fiscal Taiano subrayó que la escena del crimen fue alterada debido a la continua entrada y salida de personal de Prefectura Naval Argentina y de la Policía Federal Argentina en los primeros 90 minutos desde que se accedió al departamento.
Según consta en el documento, estas acciones no fueron justificadas ni atribuidas a tareas específicas, lo que incidió directamente en la preservación de la escena.
El trabajo de la Fiscalía reafirma que la motivación principal detrás del asesinato de Nisman fue su labor al frente de la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA (UFI-AMIA).
Por otro lado, Sáenz también se refirió a las dificultades que enfrentó la investigación durante los años posteriores al hecho, en los períodos peronistas. “La investigación no debe ser fácil, y durante muchos años tuvimos al frente del gobierno gente que no estaba muy dispuesta a aportar lo que se pedía. Si no tengo un gobierno que esté dispuesto a ayudarme, estoy perdiendo tiempo para obtener la prueba”, afirmó.
Además de sus críticas hacia las autoridades, Sáenz también mencionó el rol “clave” que desempeñaron los servicios de inteligencia y su falta de colaboración en el caso. El fiscal Taiano, de hecho, presentó un pedido formal de desclasificación de documentos de inteligencia que podrían contener información relevante para determinar las responsabilidades en la planificación y ejecución del crimen, y posibles conexiones.
“Yo lo recuerdo como una persona con mucha convicción, una persona muy trabajadora. Era un tipo muy valiente”, finalizó Sáenz sobre el perfil del exfiscal fallecido.