Se conoció este lunes la última imagen del gendarme Nahuel Agustín Gallo en territorio venezolano antes de ser secuestrado por las fuerzas de la dictadura de Nicolás Maduro. En la imagen se lo ve frente a dos agentes de la Policía Nacional Bolivariana.
La foto se difundió el mismo día que Diosdado Cabello, mano derecha del dictador venezolano, hablara por primera vez públicamente de la detención del gendarme Gallo. Dijo que fue retenido por terrorismo y espionaje.
“Una persona fue detenida. Te metes en su Instagram, viaja por todo el mundo, pero su sueldo es de 500 dólares. ¿Qué venía a hacer a Venezuela? ¿Cuál era su tarea? Eso no lo dicen”, afirmó Cabello durante una transmisión realizada por el canal estatal VTV, en el que el régimen plantea habitualmente una puesta en escena de una conferencia de prensa.
El jerarca del chavismo sentó sus sospechas sobre la presencia del gendarme argentino en ese país: “Todos ponen una fachada. ´Tenía su novia´. Todos ponían esa excusa”.
El caso trascendió públicamente el viernes pasado. La Cancillería y el Ministerio de Seguridad argentinos emitieron un comunicado conjunto exigiendo la liberación inmediata de Gallo, denunciando una detención “arbitraria e injustificada” y descartando por completo las acusaciones de espionaje.
Gallo había sido secuestrado por las fuerzas de seguridad chavistas cuando ingresó al país caribeño desde Colombia por el puente internacional de Táchira el domingo pasado. Su objetivo era visitar a su pareja, que había viajado porque tenía que hacer unos trámites, y a su hijo de dos años. La estadía de la mujer se postergó por distintos motivos y lleva más de 7 meses en Venezuela.
Al intentar ingresar al país, las fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron a Gallo en Migraciones. Según Alejandra Gómez, pareja del gendarme argentino secuestrado en Venezuela, su teléfono celular fue revisado y se le retuvo tras ser sometido a una “segunda entrevista”. Todo indica que la interpretación de mensajes críticos hacia el gobierno venezolano parecen haber influido en su posterior secuestro.
Gómez aseguró que no tiene contacto con él desde el 8 de diciembre pasado. “Nahuel venía como un ciudadano más. Él venía como el papá de mi hijo. Tenía todos los papeles en regla. No hay razón para que esté pasando esto, más allá de que él pertenezca a la Gendarmería argentina”, remarcó la mujer de nacionalidad venezolana y residente argentina desde hace 6 años.
Nahuel y Alejandra se conocieron en Buenos Aires, tienen un hijo de 2 años y viven en Mendoza desde hace un año y medio.
Mientras la dictadura de Maduro acusa al gendarme de ser un espía, la Cancillería argentina trabaja contra reloj para demostrar que fue “un viaje familiar” y exigir su liberación. “Sé que Nahuel está acusado de algo clásico, de lo que se acusa a la gente en lugares como Venezuela, como Rusia, como China, que es espionaje”, explicó su pareja en diálogo con Radio Mitre esta mañana.
Al intentar ingresar al país, las fuerzas de seguridad venezolanas detuvieron a Gallo en Migraciones. Según Gómez, su teléfono celular fue revisado y se le retuvo tras ser sometido a una “segunda entrevista”. Todo indica que la interpretación de mensajes críticos hacia el gobierno venezolano parecen haber influido en su posterior secuestro.
El cabo primero Gallo es oriundo de la provincia argentina de Catamarca, pero forma parte del escuadrón 27 de “Uspallata”, en Mendoza, y custodiaba el paso fronterizo entre Chile y Argentina. Estaba de licencia anual y había viajado de forma legítima a Venezuela, con autorización de la Gendarmería, para visitar a su pareja e hijo. No tenía vínculos con operaciones de inteligencia ni con actividades oficiales.