El escándalo de corrupción que estalló en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento 601 de la Dirección Aviación de Ejército tuvo ayer un día clave. El subjefe de la fuerza, general de brigada Carlos Carugno, se presentó ante la Justicia Federal y ratificó la denuncia para que se investiguen presuntas maniobras ilegales con repuestos y servicios para aviones y helicópteros que habrían ocurrido en esa unidad con asiento en Campo de Mayo. Por estos episodios, el Ministerio de Defensa ya dispuso la suspensión de una decena y media de militares y el descabezamiento de la jefatura de ese cuerpo.
Según pudo confirmar Infobae, el general Carugno ratificó en la Fiscalía Federal de Tres de Febrero la denuncia y llevó pruebas y documentación de las posibles irregularidades ocurridas en el Batallón. Entre los hechos que se investigan está la donación de dos motores de aviones Twin Otter a la Escuela Industrial El Palomar; la realización de un evento social no presupuestado; contradicciones en las actas de recepción de elementos vinculados a un avión Diamond, la posible entrega irregular de camillas de helicópteros AB-206 a un civil, y remitos que acreditarían supuestas entregas de repuestos acompañados por pagarés que ascienden a cerca de medio millón de dólares, según consta en la nota 134913110 del ministerio que encabeza Luis Petri.
La Fiscalía en lo Criminal y Correccional, a cargo de Paulo Starc, le había solicitado al subjefe del Ejército que presentará “copia certificada del expediente 1448/3, de la instrucción disciplinaria iniciada por resolución del 10 de diciembre, como así también cualquier otra actuación que se hubiere labrado en virtud de los eventos denunciados”.
De acuerdo a información y testimonios a los que accedió Infobae, el escándalo se inició a principios de este mes, cuando un grupo de oficiales y suboficiales jóvenes del Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento 601 de Aviación del Ejército le comunicaron a un coronel -cuya identidad se mantiene en reserva- una serie de situaciones sospechosas con la gestión de los repuestos y servicios para aviones y helicópteros, que involucrarían a las máximas autoridades de la unidad. “Siguiendo la vía jerárquica hasta llegar a la máxima autoridad, el jefe del Ejército, general de división Carlos Presti, en uso de las potestades disciplinarias y administrativas, suspendió al personal implicado y relevó a la jefatura del organismo. Se actuó con celeridad, ajustados estrictamente a las leyes y a los reglamentos militares”, indicaron desde la fuerza.
Lo cierto es que el Ministerio de Defensa, este lunes 9 de diciembre, tomó conocimiento por nota elevada a la Dirección de Transparencia Institucional, del detalle de los acontecimientos denunciados y dispuso “iniciar las actuaciones administrativas correspondientes y dar intervención a la Oficina Anticorrupción”. Dos días después, el Ejército emitió un comunicado que estableció: “De acuerdo a lo coordinado con el señor Ministro de Defensa, el Jefe del Estado Mayor General ha dispuesto la adopción de medidas disciplinarias y administrativas ante la presunta comisión de irregularidades en la administración de efectos de aviación, conforme a la información canalizada por oficiales subalternos el día 6 de diciembre del corriente año”.
Qué se investiga
En los documentos a los que accedió Infobae y que serán pasibles de ser investigados, figuran 26 remitos y siete pagarés fechados, la mayoría, entre el 5 y el 6 de diciembre pasado, y que involucraron un monto total de casi 500 mil dólares. Esos acuerdos -y la sugestiva donación de dos motores de Twin Otter, un avión muy usado en el mundo y con mucha demanda de repuestos- fueron los que generaron las sospechas de los uniformados jóvenes que revelaron los supuestos desmanejos.
En el expediente figura que la compañía Helicopter Engine Service emitió ocho remitos por reparación de componentes, repuestos y accesorios para helicópteros de línea Bell, y por servicio de calibración y reparación de banco de pruebas de motor. Esta compañía con domicilio en el partido de San Fernando firmó seis pagarés por un monto global de 487.819 dólares. La otra en una situación similar es Redimec, de Tandil, que presentó cuatro remitos por servicio de calibración de equipos y herramientas y actualización de bases de datos y cartografía digital de equipos GPS de navegación, y firmó un pagaré por 11.010 dólares.
Además, en el expediente se incorporaron otros seis remitos de la empresa Aeroparts, con domicilio en el Microcentro porteño, todos fechados el 5 de diciembre, para adquirir repuestos; otros seis remitos de Masuma Internacional, de Villa Urquiza, para adquirir repuestos de sistema eléctrico y de combustible de helicópteros Bell y de avión Cessna; y Smart Aircraf Services, de San Telmo, con otros dos remitos por otros repuestos. Lo que se va a investigar es el origen de esos materiales entregados a las empresas y la legalidad de
Junto a los remitos y pagarés, también se incluyó un documento denominado “Acta Entrega 25/24”, que aparece con firma y sello del segundo jefe, mayor Diego Leonardo Mancilla, con el siguiente texto: “En Campo de Mayo, provincia de Buenos Aires, cuartel del Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601, a los 13 días del mes de SEPTIEMBRE del año 2024, se labra la presente acta, para dejar debida constancia de la entrega en calidad de DONACIÓN a la Escuela Industrial El Palomar, de los componentes que a continuación se detalla. Para constancia de lo actuado, se labran 03 (tres) ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto, firmado al pie el personal interviniente” (sic, mayúsculas en el original).
En el acta se informa la entrega dos motores de avión Twin Otter, con un número de parte y un número de serie determinados. El documento tiene la singularidad de que junto a la firma del militar aparece otra rúbrica que no tiene nombre, DNI ni otro dato que permita identificar a quien recibió esos materiales. “Son motores que pueden costar dos millones de dólares”, dijeron los denunciantes, según pudo reconstruir Infobae. Fuentes oficiales dijeron que hasta ahora solo se pudo recuperar uno de los dos y no pudieron confirmar ni desmentir si en estas maniobras está involucrado un general retirado que fue jefe de la Dirección de Aviación de Ejército durante la última presidencia de Cristina Kirchner.
Lo cierto es que este último escándalo de corrupción se suma a otros dos antecedentes complicados que ocurrieron en las últimas horas en las Fuerzas Armadas. La denuncia del ex jefe Operacional del Estado Mayor Conjunto, general de brigada Jorge Berredo, contra las máximas autoridades del Ejército, por supuesta extorsión, fue el anterior episodio que puso en el foco del escrutinio público a los militares. Y la expulsión del jefe de la Fuerza Aérea, el brigadier general Fernando Mengo, por uso indebido de aeronaves y presuntos hechos de abuso, fue el otro caso que tuvo impacto en la opinión pública.