Satisfacción por un lado y cautela por el otro. El anuncio del gobernador bonaerense Axel Kicillof sobre su disposición para comprar acciones de Aerolíneas Argentinas con la intención de que no sea privatizada causó sensaciones encontradas. Representantes de los cuatro sindicatos aeronáuticos, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes, estuvieron presentes en la conferencia de prensa que se hizo en La Plata para comunicar la decisión. En la Casa Rosada, en tanto, eligieron no pronunciarse oficialmente sobre el tema.
Los cuatro gremios coincidieron en señalar que habían aceptado la convocatoria del mandatario peronista “en pos de la defensa de nuestras empresas” y de “salvaguardar las fuentes laborales”. Así lo reflejaron en los comunicados que difundieron en la red social X (ex Twitter). Junto a Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y el jefe de Gabinete de la Provincia, Carlos Bianco, estuvieron los titulares de APA, Edgardo Llano; de UPSA, Rubén Fernández; el secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey y el secretario gremial de APLA, Mateo Ferrería.
En las horas posteriores, en los distintos ámbitos de Balcarce 50 no hubo reacciones a la iniciativa del ex ministro de Economía del gobierno de Cristina Kirchner. “No tenemos nada para decir”, se limitó responder uno de los funcionarios que recorren la Rosada, mientras recorría los pasillos que rodean al Patio de las Palmeras.
El presidente Javier Milei - mientras culmina los detalles del mensaje que se emitirá mañana por la noche por cadena nacional al cumplirse un año de su asunción - estuvo activo en las redes sociales pero apuntó principalmente a replicar los datos que publicaron varios seguidores respecto de buenos indicadores de su gestión económica. No hubo ni una mención al gobernador bonaerense, una de los emblemas de la oposición, que al mediodía fue a reunirse con Cristina Kirchner y con Sergio Massa en la localidad de Moreno.
Quien sí reaccionó con dureza fue el diputado José Luis Espert, uno de los más cercanos al Jefe de Estado y sumado a La Libertad Avanza en los primeros meses del oficialismo. “@Kicillofok tenés la provincia con la inseguridad que explota, la educación rota, la salud destruida, los caminos son más baches que asfalto. O sea, administrando sos Drácula ¿y querés gerenciar un mega kilombo como AR? Se me ríen hasta las bolas. Inútil biológico”, escribió.
Otro funcionario que respondió fue Sebastián Pareja, subsecretario de Integración Socio-Urbana. “El que mucho abarca, poco aprieta. Kicillof tiene la Provincia prendida fuego por su incapacidad de gestionar, pero cree que se puede hacer cargo de Aerolíneas Argentinas. Todos los bonaerenses viven con el corazón en la boca por culpa de la maldita inseguridad. El gobernador no puede administrar una simple dependencia pública ¿y pretende “salvar” una empresa aerocomercial?”, posteó.
“Si el gobierno nacional quiere vaciar o vender Aerolíneas Argentinas a una empresa extranjera o a un grupo amigo, la Provincia de Buenos Aires no lo va a permitir”, dijo Kicillof, en una comunicación que sorprendió a muchos. “Si hay una intención de transferir, nosotros empezamos el camino de diálogo con los trabajadores y con gobernadores que la necesitan tanto”, indicó. La intención es seguir la conversación con los gremios e intentar que la línea de bandera no sea privatizada, aunque no dejó en claro los mecanismos a los que apelarán.
En juego no está solamente el futuro de Aerolíneas sino también el de la empresa de viajes Optar. “El mandatario manifestó la posibilidad de que el Gobierno Provincial asuma el control y gestión de Aerolíneas Argentinas y Optar, si es que el Gobierno Nacional continúa con sus intenciones de venderla, disolverla o privatizarla. Tal como lo sostenemos siempre, nos sentaremos a todas aquellas mesas de diálogo que hagan falta en pos de la defensa de nuestras empresas”, manifestaron los sindicatos.
La relación del Gobierno con los gremios entró en una impasse, mientras el proyecto de ley que presentó en la Cámara de Diputados el diputado del PRO Hernán Lombardi para dejar a la empresa en manos privadas todavía no pudo avanzar. En octubre de este año, el punto más álgido derivó en la expulsión del secretario general de APLA, Pablo Biró, del directorio de Aerolíneas.