
Roberto Mosquera asumió el desafío de dirigir a Alianza Universidad de Huánuco en el Torneo Clausura 2025 con una misión clara: evitar el descenso a la Liga 2. Si bien su llegada generó una reacción inmediata en el equipo y una mejora visible en los resultados, el objetivo final no pudo concretarse y el club terminó perdiendo la categoría. Tras ello, el experimentado entrenador compartió un balance de su gestión, combinando autocrítica y duros cuestionamientos al arbitraje nacional.
En diálogo con Radio Ovación, Mosquera comenzó destacando el respaldo recibido por parte de la administración del club y explicó el contexto en el que asumió el cargo. “La dirigencia fue muy seria y responsable, nos dieron todo lo que nosotros necesitábamos. Mandamos a hacer a una empresa el panorama sobre el tema de con cuántos puntos nos salvábamos de la baja”, señaló.
Asimismo, detalló las carencias que encontró en el plantel y los esfuerzos por modernizar el trabajo: “Había una claridad sobre la individualidad de los jugadores que no estaba bien físicamente, no había gimnasio, no había GPS. Pensamos que con todas esas modernidades nosotros podíamos mejorar y dar un colectivo diferente”.
El entrenador también resaltó que la situación deportiva previa era compleja en esa segunda parte de la temporada, pero nunca fue un factor desmotivador. “Antes de nuestra llegada, solo habían ganado dos partidos, pero eso no nos amedrentó”, afirmó, destacando la respuesta inicial del equipo tras su arribo.

Mosquera y su crítica al arbitraje de Liga 1
El impacto fue inmediato. Alianza Universidad encadenó cuatro triunfos consecutivos, una racha que incluso le permitió a Roberto Mosquera ser elegido como el mejor DT del mes de agosto por la organización de la Liga 1. No obstante, de acuerdo con su análisis, el escenario se transformó en la recta final del torneo, marcada —según sostuvo— por decisiones arbitrales polémicas que terminaron condicionando al equipo.
“Ganamos cuatro partidos, me nombraron el mejor entrenador, y de ahí comienzan a tratarnos diferente los arbitrajes, el VAR, es una pena. Hay un porcentaje alto que el descenso se debió al arbitraje, muchas veces se equivocaron”, sostuvo con firmeza.
Pese a sus cuestionamientos, el técnico no eludió su responsabilidad en el desenlace desafortunado para Alianza Universidad. “Yo asumo mi responsabilidad. El que he descendido soy yo, el que va a tener problemas para conseguir equipo soy yo”, expresó, aunque insistió en que el equipo estuvo cerca de lograr el objetivo. “Creo que en un momento ya estábamos salvados de la baja y de ahí lamentablemente sucedieron cosas que no nos gustaron”.

Una propuesta inesperada
Mosquera también reveló que, en plena lucha por la permanencia, recibió una propuesta de Juan Pablo II College para la siguiente temporada, la cual decidió rechazar por respeto a su compromiso con el club huanuqueño. “Me llamó un representante del club el 27 de octubre y me dijo que le gustaría que esté desde un comienzo, pero le dije que no de una. Estábamos jugando lo mismo, el descenso, y además no era el momento”, contó.
Finalmente, el entrenador cerró con una reflexión crítica sobre el fútbol peruano en general, apuntando a la falta de un proyecto sólido y reglas claras. “En el Perú no tenemos un régimen que salvaguarde nuestro amor por el fútbol ni que nos permita ser protagonistas en Sudamérica. Cada año cambian las reglas del torneo y nadie sale a explicarlas. No hay rumbo”, concluyó.



