
El arranque de los Juegos Bolivarianos Ayacucho–Lima 2025 ha estado marcado por una serie de denuncias que exponen un panorama crítico en la organización del evento. Problemas con el alojamiento, transporte, alimentación, entrega de pasajes, conectividad y pagos pendientes han afectado a delegaciones, jueces, personal técnico e incluso periodistas acreditados. Lo que debía ser una fiesta deportiva continental arrancó, según los testimonios, en medio de desorden y precariedad.
En este contexto, la Asociación Deportiva Anticorrupción del Perú (ADA Perú) difundió el testimonio del delegado técnico internacional de tiro deportivo, quien autorizó expresamente la publicación de sus declaraciones durante una reunión con jueces y representantes de las delegaciones. Su intervención confirmó lo que varios equipos ya venían reportando por separado: una organización marcada por improvisación, retrasos y condiciones inadecuadas para atletas y oficiales.
“Es una deficiencia muy grande del Comité Organizador”
El delegado inició su intervención pidiendo disculpas a todos los afectados por los numerosos inconvenientes registrados en los primeros días de actividad. Su diagnóstico fue contundente. “Quiero pedir disculpas… por todas las vicisitudes que han estado sucediendo para el desarrollo de estos Juegos. Es penoso decirlo, pero lamentablemente es una deficiencia muy grande la que se ha tenido por parte del Comité Organizador”, afirmó.
Entre los episodios más graves relató que varias delegaciones llegaron al hotel alrededor de las tres de la tarde y recién pudieron ingresar a sus habitaciones pasada la medianoche, debido a retrasos administrativos y fallos logísticos que nadie logró resolver a tiempo. Otros grupos fueron cambiados de hotel sin aviso, solo para asegurar que pudieran descansar mínimamente antes de competir.

El delegado también denunció que algunas delegaciones fueron impedidas de ingresar nuevamente a sus propios hoteles. “En el caso de atletas y delegaciones… al siguiente día sencillamente les bloquean la entrada porque el Comité Organizador no ha sido responsable en el cumplimiento de los compromisos”, señaló.
La situación del personal técnico y arbitral no fue distinta. Según su testimonio, jueces internacionales estuvieron más de ocho horas en el lobby de un hotel esperando autorización para ingresar a una habitación. “Hay jueces que estuvieron desde las cuatro o cinco de la tarde hasta las dos de la mañana. Eso no puede ser, es una falta de respeto con todo el personal técnico y arbitraje que está viniendo de otros países a trabajar acá, dejando trabajo y familia”, denunció.
Una organización al borde de la suspensión
En su intervención, el delegado señaló que una semana antes del inicio de los Juegos Bolivarianos 2025, el evento estaba en el aire por diversos contratiempos. “Estos juegos estaban prácticamente suspendidos, cancelados, demorados… debido a múltiples problemas de índole interna del país. Temas de cambios gerenciales, cambios ministeriales y en el IPD. Salida de algunas personas del Comité Organizador”, explicó.
Estos cambios afectaron trámites esenciales para algunas disciplinas, como permisos de armas en tiro deportivo, poniendo incluso en riesgo la participación de delegaciones completas.
El delegado cerró su intervención con una reflexión que resume el sentir general: “Lamentablemente el Comité Organizador ha fallado… Si no se tenía la capacidad de hacer un evento con mínimas condiciones decentes, el país debió decir ‘no podemos hacerlo’. Y lamentablemente hemos quedado peor”.
Alimentación insuficiente, transporte deficiente y fallas de comunicación
Las denuncias recopiladas por ADA Perú evidencian que los problemas no son aislados. Entre las situaciones más críticas reportadas se encuentran:
- Jueces sin pasajes o recibiéndolos el mismo día del inicio de entrenamientos, mientras otros aún no lograban llegar al país pese a que las competencias ya habían comenzado.
- Falta de alimentación adecuada: no se entregaron almuerzos a jueces ni atletas; solo se repartió fruta. La solución improvisada fue habilitar un food truck para que cada persona compre su comida.
- Problemas severos de conectividad en la Base Aérea Las Palmas, sin señal ni internet estable, afectando resultados, cronometraje y coordinación.
- Transporte irregular para delegaciones, lo que provocó retrasos y afectó el normal desarrollo de las competencias.
ADA Perú señaló además que delegaciones de otras disciplinas y periodistas acreditados también están enfrentando contratiempos logísticos similares, lo que evidencia que la crisis organizativa no es un hecho aislado, sino un problema que atraviesa distintas áreas del evento. En otras palabras, la precariedad en la gestión afecta a todos los niveles y confirma que la situación responde a fallas estructurales en la organización.



