
El regreso de Natalia Málaga al banquillo de la Liga Peruana de Vóley ha despertado una gran expectativa entre los seguidores del deporte. La entrenadora, reconocida por su carácter, pasión y exigencia, vuelve a asumir un nuevo reto con el Deportivo Géminis, club al que buscará devolver al protagonismo del torneo nacional. Los fanáticos, mientras tanto, esperan ver en acción los métodos y la intensidad que caracterizan su estilo de trabajo.
Lejos de las polémicas que en el pasado generó su temperamento, Málaga se muestra hoy convencida de que su forma de dirigir y de vivir el vóley son parte inseparable de su identidad y de los logros que ha cosechado. De hecho, en el inicio de esta nueva etapa aseguró sentirse cómoda y motivada para trabajar con el grupo.
“Me han recibido súper bien, no creo que debo tener algún problema; obviamente algunas reacciones sí, porque no me gusta perder. Yo soy una más del equipo, olvidando que soy entrenadora, quiero jugar y ganar. Entonces, mi actitud puede ser efusiva y más fuerte, pero es nato de cualquiera. Todo el mundo se molesta y se pica, todos quieren ganar. Pero eso lo tienes en la sangre”, expresó en conversación con ElPoli.pe de Radio Ovación.
Fiel a su estilo frontal, la entrenadora dejó claro que su carácter competitivo seguirá siendo parte de su sello dentro y fuera de la cancha. “Si no tienes sangre en el pecho, mejor no compitas. Diviértete y pásala bien. Ahora lo que tenemos todos es un compromiso muy grande con el club, el deporte y todo el público”, expresó.
Un carácter que marca su sello
Natalia Málaga entiende el liderazgo desde la entrega total. Su intensidad, a menudo discutida, es la misma que la llevó a obtener resultados importantes tanto como jugadora como entrenadora. Lejos de suavizar su carácter, busca canalizarlo para potenciar al equipo de Comas y construir una mentalidad ganadora en sus jugadoras.
Durante su trayectoria, la entrenadora ha demostrado que su pasión no es solo una cuestión de temperamento, sino una herramienta de motivación. En esta nueva etapa con Géminis, asegura que su objetivo no es solo competir, sino inculcar un compromiso profundo con el trabajo y el esfuerzo diario.
“Mi método es trabajar en base a cada partido, no puedo decir que voy a llegar a la final. No me gusta adelantarme, a mí me gusta subir las escaleras de uno en uno. Voy a pensar en este fin de semana, que nos toca contra Wanka, y luego ir pasando a los otros equipos que nos tocarán. El equipo se tiene que preparar siempre bien para enfrentar a cualquier rival”, señaló, dejando claro que su filosofía se basa en la constancia y la planificación progresiva.

Optimismo con su nuevo equipo
Natalia Málaga también destacó la actitud y el potencial del plantel que ahora dirige. Pese al poco tiempo de trabajo, asegura haber encontrado un grupo comprometido y con capacidad para competir en los primeros puestos de la Liga Peruana de Vóley.
“El último partido ante Regatas fue muy bueno, muy equilibrado. Siempre hay cositas que mejorar y que ajustar, eso se va a ir dando en los entrenamientos. He visto a un Géminis con muchas condiciones de poder estar de todas maneras dentro de los seis primeros y creo que con muchas posibilidades de estar entre los cuatro. Hay mucho potencial en el plantel”, afirmó.
Su conocimiento del medio y su experiencia con varias de las jugadoras que hoy integran el equipo serán claves para fortalecer la cohesión del grupo. Con su habitual franqueza, Málaga deja claro que su enfoque va más allá de los resultados inmediatos: se trata de construir un equipo con identidad, disciplina y hambre de victoria.



