
Édgar González, a quien se le conoce popularmente como el ‘Negro’ durante los años que pasó por La Victoria, atiende a Infobae Perú en la víspera del Alianza Lima vs U. de Chile, duelo por cuartos de final de la Copa Sudamericana 2025. Desde su natal Villa Rica, confía plenamente que los ‘íntimos’ superarán la llave y así cobrarán una revancha de 15 años. “Lo que nos pasó esa vez [robo en octavos de final de Copa Libertadores] fue injusto. Si se pasa esta serie, esa herida o desilusión quedaría sanada“, reflexionó.
- Si le menciono Alianza Lima, ¿qué se le viene a la mente?
Ahora justo es bienvenido hablar del momento que vivirá Alianza Lima [contra la U. de Chile]. Puedo decir que es una revancha por lo que nos pasó a nosotros como visita. En el mejor momento [en el plano internacional] no podía venir mejor un partido contra la U.
- Usted da a entender que es como una revancha y José Carlos Fernández, hace no mucho, indicó que debe cerrarse el círculo. ¿Está de acuerdo con esa expresión?
Sí, totalmente de acuerdo. Lo que nos pasó esa vez fue injusto. Ellos pasaron por la mala decisión del árbitro. Esta revancha llega en el mejor momento de Alianza. Para mí, si se pasa esta serie, esa herida o desilusión quedaría sanada.
- Si para los hinchas fue una frustración total aquel partido, para ustedes habrá sido un dolor indescriptible…
Sí, totalmente. Me acuerdo cuando lloviznaba fuerte y en un rebote viene Felipe Seymour a patear en primera, rozando por mi cabeza para así esquivar a George Forsyth, pero delante había un jugador que lo obstruía. El línea alzó el banderín anulando el gol, pero la banca de la U, con el profesor Gerardo Pelusso, empezaron a apretar tanto al línea como al árbitro. Creo que nuestro déficit, nuestra equivocación fue no ir a ayudar al árbitro, sacarlo de ahí y no dejarlo solo con la gente de la U de Chile. De ahí cambiaron de opinión y no pudimos hacer nada.

- Me imagino que ese vestuario fue rabia y desilusión.
Totalmente. Uno entraba y teníamos una impotencia. Pateábamos el agua y los termos. Otra cosa no se podía hacer, porque era imposible entrar al vestuario del árbitro y cagarlo a palos. No había forma, era imposible. Lastimosamente nos pasó. Bueno, en el fútbol siempre hay revanchas y el mejor momento es ahora.
- Si hubiese existido el VAR en esa época, da por descontado que ese gol no subía en el marcador.
Totalmente. Uno veía la repetición del televisor y observaba que había un futbolista de la U. delante de George Forsyth.
- ¿Ha hablado con José Carlos Fernández, o Wilmer Aguirre u otro futbolista de aquella camada con respecto a este choque?
Todavía no he hablado. Suelo hacerlo con ‘Yuyo’ Libman, pero ahora voy a ponerme las pilas para hablar con los muchachos.
- ¿Cuál era el techo de ese Alianza Lima si no lo eliminaban con polémica de por medio?
Creo que podíamos llegar, considerando cómo ganamos a Bolívar y a Estudiantes de La Plata, mínimo a la final de esa edición. Porque teníamos un buen plantel, un buen equipo, estábamos al día con el sueldo y la gente nos apoyaba.
- ¿Acaso el 4-1 frente a Estudiantes fue su momento cumbre?
Sí, porque era un partido muy especial jugando con mi ex club. Sentía algo único. Fue uno de los partidos más importantes que gané en mi vida.
- ¿Y cuál fue el secreto?
Para mí el jugador 12 sí existe. Mira que esa vez a los 9 segundos perdiendo 1-0 contra el último campeón era imposible remontar. Podían golear, pero sentimos el apoyo de la gente, del Comando Sur y la hinchada de Alianza Lima. Gracias a ellos sacamos ese resultado positivo y esas ganas de decir sí podemos.
- ¿Qué nos puede decir precisamente del Comando Sur?
De la gente del Comando Sur decir que es una de las mejores hinchadas que me tocó ver. Apoyaban los 90’ minutos. Desde que estuve en Alianza nunca tuve problemas. Al contrario, teníamos apoyo al 100%. La admiración que tengo por ellos es porque te alientan desde que empieza hasta que acaba el partido. Nuestro estadio es único, una cancha que cuando está llena es una caldera.
- ¿Y qué nos puede decir de la evolución de Gustavo Costas?
A Gustavo lo conozco desde el año 2000 cuando llegó a Guaraní y de ahí supe que era un técnico motivador, que trabaja mucho. Él termina más cansado que los jugadores, porque no se queda sentado en los 90’ minutos. Nosotros lo molestábamos, porque terminaba más cansado que nosotros. Ahora con la experiencia que tiene salió campeón con su querido Racing Club. Yo lo saludé por su campeonato especial.
- ¿Es ahí cuando observa una comparación con Néstor Gorosito?
Totalmente. Es más, cuando vi el partido contra Nacional, en Asunción, me fijé y es tal cual por su forma de hablar y tratar a los jugadores. Ellos son especiales y Gorosito tiene buen trato.
- ¿Quién es su futbolista favorito de la actualidad en Alianza Lima?
Cuando puedo sigo a Alianza Lima. Me gusta el portero boliviano [Guillermo Viscarra] y a mi amigo Hernán Barcos, quien a pesar de los años sigue luchando y peleando ahí.
- ¿Cómo era Hernán en esa época?
Los dos empezábamos en Primera División. Era un joven con muchos sueños. Tenía características de delantero, era grande, peleador y con ganas de seguir. Hoy tiene más experiencia, sabe dónde tiene que pararse. Le toca una y la mete. Desde aquel entonces, Barcos era un delantero que prometía mucho.
- ¿Cree que la edad puede ser un impedimento para que siga jugando o un combustible?
A un jugador como Hernán Barcos hay que darle el tiempo necesario hasta donde el cuerpo diga basta. Porque un jugador como él es importante en el plantel. No digo que correrá los 90’ minutos, pero si le ofreces 15’ o 20’ minutos te hará la diferencia.

- ¿Y opina lo mismo de Paolo Guerrero?
Todos sabemos cómo es. Aparte de la experiencia, es un futbolista como Hernán que cuando se le da la oportunidad, cubre, choca, pelea y da una molestia al central.
- ¿Cree que saldando esta herida, podría pensarse en una final?
Pensar es un poco de soberbia, hay que ir paso a paso. Lo más importante es tener la mente positiva. Después de la U vienen rivales más complicados. Hay que tener la fe puesta en que se puede llegar lo más alto posible.
- Edgar, las pantallas de Infobae son suyas para un mensaje final.
Quiero desearles mucha suerte y darles las gracias por todo el cariño que tuve en Alianza Lima, en esos tres años y medio. Hay un aliancista en Paraguay, en la ciudad de Villa Rica, que seguirá apoyando.