A pocos días de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, el tránsito vehicular en Lima Metropolitana registra uno de sus picos más altos del año. El incremento de compras, viajes interprovinciales y actividades laborales de fin de año ha generado una congestión severa en avenidas principales, zonas comerciales y salidas de la capital, obligando a miles de ciudadanos a pasar horas atrapados en el tráfico.
“La situación es insoportable todo el año, cada vez peor, y la policía no interviene”, reclamó un chofer atrapado en la interminable fila de autos.
La saturación afecta tanto a automóviles particulares como al transporte público. Los semáforos inoperativos agravan la situación, como ocurre en el cruce de Paseo de la República con Aramburú, en San Isidro. “Aquí uno puede tardar entre 15 y 20 minutos solo para cruzar la intersección”, relató un usuario habitual.
Hay que precisar que Lima ocupa el séptimo lugar mundial en congestión vehicular y lidera el desplazamiento más lento de América Latina. La combinación de un parque automotor antiguo, semáforos obsoletos y una infraestructura insuficiente compone un escenario complejo, especialmente en fechas clave como Navidad.

El tránsito limeño en “modo festivo”
Durante la segunda quincena de diciembre, Lima experimenta un aumento significativo del flujo vehicular. Según la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), el tránsito puede incrementarse entre un 20 % y 30 % en comparación con otros meses, especialmente en horarios de la tarde y noche.
Las causas son múltiples: compras de última hora, eventos corporativos, ferias navideñas, cierre de año escolar y el desplazamiento de familias hacia terminales terrestres. A esto se suma el comercio ambulatorio, que reduce la capacidad vial en zonas altamente concurridas.
La congestión se intensifica en áreas comerciales y vías de acceso a centros comerciales y mercados mayoristas, señaló la ATU sobre el plan operativo de fin de año.

Zonas más congestionadas de Lima
De acuerdo con reportes de la Policía Nacional del Perú (PNP) y la ATU, las zonas de Lima más afectadas por el tráfico en estas fechas son:
- Centro de Lima: Mesa Redonda, Mercado Central, jirón de la Unión y avenidas Abancay y Grau.
- La Victoria: emporio comercial de Gamarra y avenidas Aviación y México.
- San Juan de Lurigancho: avenidas Próceres, Wiesse y Fernando Wiesse.
- Lima Norte: Independencia, Los Olivos y accesos a MegaPlaza y Plaza Norte.
- Lima Moderna: San Isidro, Miraflores y Surco, principalmente en zonas empresariales y comerciales.
Asimismo, las salidas de Lima por la Panamericana Norte, Panamericana Sur y Carretera Central registran fuerte congestión desde las 4:00 p. m., especialmente entre el 22 y el 24 de diciembre, y nuevamente del 28 al 31.
En el cruce de Javier Prado con Guardia Civil, San Borja, la falta de señalización y la presencia de semáforos anticuados persisten incluso en horarios de alta demanda. A menudo, los policías de tránsito realizan labores de “semáforo humano” en vez de fiscalizar infracciones. “El agente debería estar sancionando conductores que incumplen las normas, pero solo reemplaza al semáforo”, sostuvo Mario Candria Martínez, experto en transportes de Transis

Situación caótica en Lima Norte
En un recorrido realizado desde Cercado de Lima hasta el centro comercial Megaplaza, en Independencia, se evidenció la magnitud del problema. A pesar de tratarse de una ruta de solo 12 kilómetros, el trayecto tomó más de dos horas durante la tarde y noche previas a la Navidad.
En el puente peatonal de San Martín de Porres, la vista panorámica revela dos arterias principales completamente saturadas: la avenida Alfredo Mendiola y la carretera Panamericana Norte. Ambas presentan largos embotellamientos, bocinazos constantes y vehículos detenidos. Incluso a las 21:00, el flujo vehicular no cede. “Antes el tráfico era solo en hora punta, ahora es todo el día y hasta altas horas de la noche”, relató un conductor atrapado en la congestión.
El problema se agrava por la presencia de colectivos informales que ocupan el carril derecho, deteniéndose de manera repentina y generando cuellos de botella. Ambulancias y vehículos de carga pesada también tienen dificultades para avanzar, lo que pone en riesgo la atención de emergencias.

Un recorrido que refleja el caos
El trayecto desde Santa Beatriz hasta Lima Norte se inició a las 16:50. En el cruce de la avenida Arequipa con Mariano Carranza, el semáforo en verde no garantizaba el paso fluido de los autos, que quedaban atrapados en medio de la vía y sobre la ciclovía. La desorganización se profundiza en estas fechas festivas, donde la cantidad de vehículos se multiplica.
Al llegar al cruce de 28 de julio y la avenida Petit Thouars, el avance era mínimo. “Veinte minutos para recorrer tres cuadras”, lamentó un taxista, reflejando la desesperación generalizada entre los conductores. A lo largo del camino, las obras de infraestructura sin terminar y los trabajos de mantenimiento contribuyen a la formación de nuevos atascos. “Han roto pistas por todos lados y eso solo empeora la situación”, comentó otro conductor, quien cuestionó la decisión de ejecutar trabajos viales en plena temporada alta de tránsito.

La Panamericana Norte, un embudo imparable
A las 18:20, el recorrido alcanzó el Puente Caquetá, desde donde se accede a la Panamericana Norte. El panorama era el habitual: largas filas de taxis, buses, autos particulares y camiones avanzando lentamente. Los bocinazos se mezclaban con la frustración de quienes, después de más de hora y media de viaje, todavía no llegaban a destino.
Finalmente, a las 19:00, el equipo periodístico arribó a Megaplaza. El reloj marcaba dos horas y diez minutos desde la salida en el Cercado de Lima, un tiempo que en condiciones normales no debería superar los 30 minutos. Este escenario se repite en otras arterias clave de la capital, como la avenida Javier Prado y la Vía de Evitamiento, donde la densidad vehicular alcanza sus picos más altos en los días previos a la Navidad.

Medidas de las autoridades
Para mitigar el impacto del tráfico, la PNP de Tránsito ha desplegado operativos especiales, con mayor presencia policial en puntos críticos y control de intersecciones. Además, la ATU ha anunciado refuerzos en el transporte público, especialmente en corredores complementarios y el Metropolitano, que suele extender su horario en fechas clave.
Por su parte, la Superintendencia de Transporte Terrestre (Sutran) intensifica la fiscalización en terminales terrestres formales para garantizar la seguridad vial de quienes salen de la capital.

Recomendaciones para los ciudadanos
Ante este escenario, las autoridades y especialistas en movilidad urbana recomiendan:
- Planificar los desplazamientos con anticipación, evitando salir en horas punta (entre 5:00 p. m. y 9:00 p. m.).
- Utilizar aplicaciones de navegación como Google Maps o Waze para identificar rutas alternas y zonas congestionadas en tiempo real.
- Optar por el transporte público cuando sea posible, especialmente en zonas céntricas donde el estacionamiento es limitado.
- Realizar compras en horarios tempranos, preferiblemente en la mañana.
- Si va a viajar fuera de Lima, hacerlo en horarios nocturnos o de madrugada y usar terminales formales.
- Respetar las normas de tránsito, ya que maniobras imprudentes solo agravan la congestión y aumentan el riesgo de accidentes.

Un problema recurrente sin solución estructural
La saturación del tránsito responde a varios factores. Entre ellos, la proliferación de vehículos informales, la falta de coordinación en la ejecución de obras viales y la ausencia de autoridades en puntos críticos. Durante el recorrido, no se observó presencia de policías de tránsito ni personal municipal que ayudara a agilizar la circulación. “Las obras siempre coinciden con las fiestas, lo que genera más congestión y afecta a todos”, señaló un conductor habitual de la zona.



