Al menos 90 ollas comunes de San Juan de Lurigancho, pese a figurar en los registros oficiales, no recibieron los vales de pavo distribuidos por la Municipalidad de Lima en la más reciente campaña de apoyo social. Dirigentes denunciaron que la entrega fue parcial, lo que ha generado malestar entre las organizaciones que diariamente atienden a familias en situación vulnerable.
Abilia Ramos, presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana, expuso la situación y pidió explicaciones tanto a la autoridad edil como a los responsables de la asignación de vales. Las afectadas insisten en que la discriminación ha sido evidente, pues aseguran que sus datos figuran en los listados municipales y, aun así, fueron omitidas.
Ollas comunes reclaman transparencia
La denuncia se difundió tras la publicación de videos y mensajes enviados por representantes de diversas ollas comunes. En estos materiales, las dirigentes advirtieron que la Municipalidad de Lima no entregó los vales de pavo prometidos a todas las organizaciones. “A la olla común Comité de Damas no llegó ningún vale. Queremos saber la razón”, explicó una vocera en uno de los registros audiovisuales.

Las dirigentes exigieron información clara sobre los criterios utilizados para la selección y señalaron la necesidad de que la distribución de recursos alcance a todas las ollas registradas. Insisten en que la falta de transparencia afecta la confianza de las organizaciones y deja a muchas familias sin el apoyo necesario durante fechas clave.
Persisten diferencias en la distribución
Según Abilia Ramos, en San Juan de Lurigancho existen 399 ollas comunes, pero solo 300 recibieron el beneficio de los vales de pavo. “Casi noventa ollas no accedieron al vale, pese a estar inscritas”, indicó la presidenta de la red. La situación, detalló Ramos, no es un hecho aislado, ya que en ocasiones anteriores se han reportado irregularidades similares durante el reparto de hornos y otros insumos.
Las organizaciones afectadas insisten en que la municipalidad posee un registro actualizado y detallado de las ollas comunes, por lo que resulta inexplicable la exclusión de parte de las beneficiarias. Para ellas, la omisión constituye una forma de discriminación, especialmente porque el trabajo de las ollas es público y sus datos son conocidos por las autoridades.
La voz de las familias afectadas

Integrantes de las ollas comunes, en su mayoría mujeres, relataron que continúan cocinando a diario sin percibir sueldo ni recibir apoyo adicional. “Las mamitas se levantan todos los días para preparar la comida, sin saber por qué no les tocó el vale de pavo”, explicó una representante. En los testimonios, se repitió la demanda de trato igualitario y el pedido de que la municipalidad entregue el apoyo a todas las organizaciones, sin distinción.
Videos difundidos por las dirigentes muestran a madres de familia solicitando explicaciones y reclamando el acceso a los vales de pavo. “No a la discriminación, para todos debe haber apoyo”, reclamaron de manera conjunta varias participantes. La falta de respuestas concretas incrementó la preocupación y el descontento entre quienes sostienen estos comedores solidarios.
Falta de respuesta oficial
Hasta el momento, las dirigentes informaron que no han recibido ninguna respuesta de la Municipalidad de Lima tras sus reclamos. Ramos recordó que el registro de ollas comunes fue elaborado en plena pandemia y se encuentra actualizado, por lo que resulta inexplicable que un grupo quede excluido. La presidenta recalcó que la omisión no solo afecta la moral de las voluntarias, sino que también impacta en la alimentación de cientos de familias vulnerables.
Por otro lado, las dirigentes denunciaron que el presupuesto asignado a las ollas comunes para 2026 se mantiene sin incremento respecto al año anterior, a pesar de las gestiones realizadas ante el Congreso. “Seguimos trabajando con recursos insuficientes y sin respuestas claras de las autoridades”, afirmó la presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana. La ausencia de respuestas oficiales refuerza la sensación de abandono en las comunidades organizadas.



