
Después de meses de incertidumbre y preocupación por su estado físico y emocional, la actriz ayacuchana Magaly Solier reaparece en el cine con un papel destacado.
La película “Killapa Wawan” (Hija de la Luna), dirigida por César Galindo y filmada en los paisajes de Huanta, Ayacucho, propone una inmersión en el universo de los danzantes de tijera y en las creencias profundamente arraigadas de la región.
Este estreno, previsto para el 29 de enero, simboliza el reencuentro de Solier con el séptimo arte y con sus raíces andinas, en un momento especialmente significativo para su vida personal y profesional.
Un relato quechua y la fuerza de la cosmovisión andina

La nueva obra de César Galindo, reconocida por su apuesta visual y narrativa, sitúa el relato en Huanta, región de origen de Magaly Solier, y es hablada completamente en quechua. El filme, de título evocador, se sumerge en las prácticas místicas de la danza de tijeras, una manifestación espiritual y cultural de los Andes.
El elenco principal lo conforman Carolina Luján, Magaly Solier, Andrés Lares y Reynaldo Arenas. A través de sus personajes, la cinta explora el vínculo entre la tradición y la modernidad, reflejando el legado de los ancestros y la lucha por mantener vivas las costumbres. El imponente Apu Razuhuillca, montaña sagrada, acompaña la travesía de los personajes, subrayando el diálogo entre lo terrenal y lo espiritual, una dualidad que define la cosmovisión local.
La película representa el tercer proyecto de Galindo en quechua, consolidando su esfuerzo por revitalizar el idioma y acercar a las nuevas generaciones a sus raíces. La historia gira en torno a Killari, una adolescente elegida por los dioses tutelares como bailarina de tijeras, enfrentando la oposición de su madre y el apoyo de su abuelo, quien la guía en el aprendizaje de esta danza sagrada. Así, el filme presenta un retrato profundo de la transmisión de saberes, la resistencia cultural y el papel de la juventud en la continuidad de las tradiciones.
Una reaparición pública tras semanas de incertidumbre

El regreso de Magaly Solier al cine coincide con su reciente reaparición en actividades públicas, luego de pasar por una emergencia médica que generó inquietud en Ayacucho y en la comunidad artística nacional. Tras haber sido hospitalizada a finales de septiembre en Huanta debido a una intoxicación, la actriz recibió tratamiento especializado y posteriormente fue homenajeada en la Universidad Nacional Autónoma de Huanta.
Durante la ceremonia, Solier fue recibida por docentes y estudiantes, quienes la reconocieron por su trayectoria artística y por su representación de la cultura andina en el cine internacional. El evento, cargado de emotividad, marcó la primera aparición institucional de la actriz desde su hospitalización. Imágenes difundidas mostraron a Solier con mejor semblante y renovada energía, lo que fue interpretado como un signo positivo para su recuperación.
La presencia de figuras académicas y representantes comunitarios subrayó la importancia de la artista para la región y su papel como referente cultural. Su participación activa en las actividades universitarias fue recibida con muestras de afecto y respeto por parte de los asistentes, quienes destacaron su resiliencia y el valor de su trayectoria.
Trayectoria y desafíos personales

Reconocida internacionalmente por sus papeles en cintas como ‘La teta asustada’ y ‘Madeinusa’, Magaly Solier ha atravesado momentos de dificultad personal en los últimos años. Informes de autoridades locales y medios nacionales señalaron que la actriz enfrentó problemas de salud mental y episodios de depresión, así como la pérdida de la tenencia de sus hijos por motivos familiares.
El reciente incidente de intoxicación y su hospitalización pusieron de relieve la necesidad de apoyo profesional continuo para la actriz, quien, tras ser dada de alta, recibió la recomendación de mantener un tratamiento especializado. La noticia generó una ola de solidaridad, tanto en el ámbito artístico como entre la población ayacuchana, que valoró su aporte a la cultura y la visibilidad de la mujer andina en el cine.
“Magaly Solier es un símbolo de la identidad y la perseverancia de nuestra región”, expresó una autoridad universitaria durante el homenaje, destacando el impacto de la actriz en la proyección internacional del arte peruano. La comunidad local y numerosos seguidores reiteraron su apoyo, resaltando la importancia de su recuperación y su retorno a la vida pública.
El lanzamiento próximo de la película dirigida por César Galindo representa no solo un nuevo capítulo en la carrera de Solier, sino también un mensaje de esperanza y continuidad para las tradiciones andinas. El filme, que narra la historia de una niña elegida para la danza de tijeras y el conflicto intergeneracional que esto desencadena, es visto como una celebración del arraigo cultural y la capacidad de superación individual.
La trayectoria de Magaly Solier, marcada por reconocimientos internacionales y desafíos personales, sigue inspirando a la comunidad artística y al público nacional, reafirmando el valor de la diversidad y la riqueza cultural del país en la gran pantalla.



