
La Contraloría General de la República alertó que las Líneas y Geoglifos de Nasca, junto a los Geoglifos de Taruga y el sitio arqueológico Los Paredones, se encuentran en una situación de "riesgo crítico" y "deterioro irreversible" debido a la ausencia de medidas de conservación adecuadas. El informe, emitido el 12 de diciembre de 2025, documenta daños estructurales, ocupaciones informales y deficiencias en la gestión y vigilancia en estos sitios, todos reconocidos como Patrimonio Mundial por la Unesco.
Durante las inspecciones realizadas los días 2 y 3 de diciembre, la Contraloría identificó amenazas estructurales y ambientales que ponen en peligro la integridad de estos monumentos prehispánicos. Entre los principales daños, se destacan la erosión de superficies por escorrentía, acumulación de sedimentos y afectaciones por vegetación no controlada, así como presencia de ocupaciones informales dentro de áreas intangibles y lack de ejecución efectiva de las medidas de protección.
En los Geoglifos de Taruga, ubicados en el distrito de Vista Alegre, se detectó la presencia de construcciones precarias, corrales de cerdos y plantaciones agrícolas dentro del área protegida. Si bien la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica realizó procedimientos de desalojo y quema de viviendas rústicas con apoyo policial, algunas estructuras y corrales persisten debido a la resistencia de pobladores. “Esta situación pone de manifiesto la problemática persistente de ocupación de áreas intangibles, que requiere de procedimientos continuos de desalojo extrajudicial y refuerza la vulnerabilidad del sitio frente a afectaciones antropogénicas”, señaló la Contraloría.
Erosión, lluvias y pérdida de figuras en las Líneas de Nasca

En el sector de las Líneas y Geoglifos de Nasca, el órgano de control detectó daños provocados por el flujo hídrico a raíz de lluvias intensas, especialmente en la zona del Mirador Turístico y el área declarada como Patrimonio de la Humanidad. Se constató que el geoglifo denominado “La Raíz” y otras figuras trapezoidales presentan huellas de erosión y afectación por escorrentía, comprometiendo su conservación a mediano y largo plazo.
En un sobrevuelo de inspección, la comisión verificó que, aunque muchas figuras permanecen reconocibles, otras han sufrido daños parciales debido a factores climáticos recientes: “Las lluvias ocurridas a inicios del año generaron escorrentías que han borrado parcialmente segmentos de las figuras y alterado la precisión de las líneas originales”.
Fisuras, colapsos y falta de seguridad

En el sitio arqueológico Los Paredones, las inspecciones documentaron “mal estado de conservación”, reportándose muros con fisuras, bases erosionadas, secciones colapsadas y presencia de grafitis. Además, se observó la ausencia de cerco perimétrico y vigilancia permanente, lo que ha permitido la acumulación de residuos sólidos, restos de construcción y tránsito de vehículos en sectores limítrofes del sitio.
La Contraloría advirtió también sobre riesgos de debilitamiento estructural tras lluvias anómalas que activaron la quebrada San Martín.
Un aspecto central del diagnóstico radica en la falta de avances en la implementación del Plan de Gestión para la conservación de los geoglifos, aprobado en 2015. El plan requiere una asignación presupuestal de S/ 77 millones para ejecutarse completamente, sin embargo, la DDC Ica no ha reportado progresos ni ha recibido los fondos necesarios. La Contraloría solicitó información al respecto, pero no recibió respuesta hasta la fecha de emisión del informe, lo cual evidencia deficiencias en los mecanismos institucionales de seguimiento.
Vulnerabilidad del personal de campo y marco legal incumplido

Durante los operativos de desalojo en Taruga, el personal de la DDC Ica participó sin equipos de protección personal como guantes o cascos, exponiéndose a riesgos innecesarios en la labor de protección patrimonial. Esta omisión fue verificada durante la inspección del 2 de diciembre, encontrándose aún estructuras ilegales en el área arqueológica. Esta situación contraviene la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación (Ley N° 28296), el Decreto Supremo N° 011-2022-MC y los lineamientos de la Convención del Patrimonio Mundial.
Durante el mismo operativo, la Contraloría inspeccionó los acueductos de Ocongalla y Aja, sistemas hidráulicos ancestrales actualmente inoperativos tras el desborde del río Tierras Blancas en febrero de 2025. La acumulación de sedimentos impide su uso para el riego agrícola, afectando a las comunidades locales que aún dependen de estas estructuras patrimoniales.
La Contraloría recomendó al Ministerio de Cultura la adopción urgente de acciones para mitigar las amenazas sobre el patrimonio arqueológico de Nasca: se requieren el fortalecimiento del plan de gestión, la asignación de recursos presupuestales, la mejora en la articulación institucional y la provisión de equipos de protección para el personal. El informe exige además un reporte oficial del ministerio al Órgano de Control Institucional en un plazo máximo de cinco días hábiles respecto a las acciones preventivas o correctivas adoptadas o por adoptar.



