
En medio de la vasta Amazonía sur, donde el acceso terrestre es limitado y los recorridos pueden tomar días, la tecnología aérea empieza a marcar un antes y un después en la forma de supervisar los bosques. En Madre de Dios, una de las regiones con mayores desafíos para el control del aprovechamiento forestal, una sola operación aérea ha demostrado que es posible vigilar grandes extensiones de territorio en tiempo récord y con un nivel de detalle sin precedentes.
El Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (Osinfor) ha incorporado un drone de última generación que permite monitorear hasta 1 000 hectáreas de bosque en apenas tres horas, transformando imágenes aéreas de alta resolución en evidencia técnica clave para verificar el uso sostenible de los recursos forestales. La experiencia reciente en una concesión forestal de Iñapari, en la provincia de Tahuamanu, muestra cómo esta herramienta redefine la supervisión en zonas remotas de la Amazonía.
El bosque visto desde el aire: precisión centimétrica para el control forestal
A diferencia de las inspecciones tradicionales, que dependen de extensos recorridos a pie y de la visibilidad limitada desde el suelo, el drone WingtraOne VTOL permite una lectura integral del bosque desde el aire. Equipado con sensores de alta precisión, este equipo captura ortomosaicos con una resolución que puede llegar hasta 0,7 centímetros por píxel, un nivel de detalle que facilita la identificación de claros por tala, caminos forestales, centros de acopio y otras infraestructuras vinculadas a los planes de manejo forestal.
Esta perspectiva aérea amplía significativamente el campo de observación y permite detectar elementos que, en muchos casos, no son visibles durante las inspecciones convencionales. La información recopilada se convierte en un insumo clave para verificar si el aprovechamiento de la madera se realiza conforme a lo autorizado, fortaleciendo el sustento técnico de las supervisiones que el Osinfor ejecuta en áreas con títulos habilitantes.
El uso de imágenes de alta resolución también permite analizar patrones de intervención en el bosque, como la apertura de caminos internos o la ubicación de zonas de aprovechamiento, aportando datos objetivos que respaldan las decisiones técnicas y administrativas. En territorios extensos y de difícil acceso, esta capacidad resulta decisiva para mejorar el control y la transparencia del manejo forestal.
Velocidad, precisión y evidencia técnica: el impacto del WingtraOne VTOL
Uno de los mayores aportes de esta tecnología está en el tiempo. Mientras otros drones requieren alrededor de 10 horas de vuelo para cubrir una superficie de 1.000 hectáreas, el WingtraOne VTOL logra hacerlo en solo tres horas, con un rendimiento aproximado de 330 hectáreas por hora. Esta diferencia redefine la manera en que se planifican y ejecutan las supervisiones forestales en zonas extensas de la Amazonía.
Según explicó Maikol Justino Pinedo, supervisor forestal del Osinfor y piloto del drone, esta capacidad permitió que una supervisión que con métodos convencionales habría tomado cerca de un mes de trabajo, se ejecutara en seis días: cinco días de labores en campo y un solo día de operación aérea. El resultado es una optimización significativa del tiempo, el personal y los recursos institucionales, sin sacrificar precisión ni cobertura.
Tras el vuelo, las imágenes captadas son procesadas mediante software especializado en fotogrametría, con el que se generan los ortomosaicos. Posteriormente, esta información es analizada en sistemas de información geográfica (SIG) y se integra al informe de supervisión forestal como evidencia técnica. Este flujo de trabajo permite documentar con claridad los cambios en el bosque, desde la apertura de claros en bosques primarios hasta la formación de bosques secundarios en distintos estadios de regeneración.
El WingtraOne VTOL reúne características clave para operar en territorios amazónicos: gran autonomía, capacidad para cubrir áreas extensas y funcionamiento sin depender de pistas o infraestructura terrestre. Su incorporación, en julio de 2025, se suma al proceso de modernización del Osinfor, que utiliza drones en supervisiones forestales desde 2015, pero ahora con un alcance y nivel de detalle muy superior.
Además de facilitar el acceso a zonas remotas, esta tecnología fortalece la detección de posibles actividades ilegales y el seguimiento de las intervenciones autorizadas para el manejo forestal. En un contexto donde la protección del bosque requiere información rápida, precisa y verificable, el uso de drones VTOL consolida una supervisión basada en datos, imágenes de alta resolución y análisis técnico, ampliando la capacidad del Estado para vigilar y resguardar uno de los ecosistemas más importantes del país.


