Para la exvedette, madre de la adolescente, la ceremonia no solo representó el cierre de un ciclo académico, sino también un recorrido íntimo por los años de crianza, esfuerzo y memoria familiar.
La aparición de una imagen de Javier Carmona, padre de Valentina y fallecido esposo de la conductora, provocó un quiebre visible en la exfigura televisiva, quien no pudo contener las lágrimas. El acto reunió aplausos, música y palabras de afecto, mientras madre e hija compartían un instante que combinó orgullo, nostalgia y proyección hacia el futuro inmediato de la joven.
Una ceremonia que activó la memoria familiar

La graduación se desarrolló en un ambiente solemne, con los rituales clásicos de cierre escolar y la expectativa propia de los padres que acompañan ese paso. Sin embargo, para Tula Rodríguez, cada momento tuvo un peso distinto. La exconductora siguió la ceremonia con gestos de emoción creciente, consciente de que su hija cerraba una etapa decisiva antes de iniciar estudios universitarios en el extranjero, tal como ella misma había revelado meses atrás.
El instante más conmovedor llegó cuando, en una pantalla del recinto, apareció una fotografía de Valentina junto a su padre, Javier Carmona. La imagen, proyectada en medio del acto, generó un silencio breve que dio paso a una reacción espontánea de la madre. Tula se quebró, conmovida por la presencia simbólica de quien formó parte esencial de la historia familiar.
Luego de la ceremonia, la conductora compartió un registro del evento en sus redes sociales, acompañado de un mensaje que reflejó la magnitud del momento vivido. “Mi corazón no puede estar más lleno. Su graduación no fue solo un acto del colegio, fue ver cómo esa niña que tomaba mi mano creció, aprendió y se convirtió en una joven llena de sueños”, escribió. En ese mismo mensaje, expresó su orgullo por el esfuerzo de su hija y por el camino que se abre frente a ella.
La publicación generó una inmediata respuesta del público, con mensajes de felicitación y muestras de apoyo. Entre los comentarios destacó el de Maju Mantilla, quien saludó a madre e hija por el logro alcanzado y auguró nuevos éxitos para Valentina en la siguiente etapa de su formación.
Tula Rodríguez, entre el orgullo y la emoción

Durante la ceremonia, Tula Rodríguez no ocultó sus sentimientos. En registros de video se le escuchó expresar frases que reflejaban la mezcla de alegría y nostalgia propia del momento. “Hoy es un día muy especial porque esta princesita que está aquí se gradúa”, comentó, con una sonrisa que alternaba con gestos de emoción.
En otro instante, al observar a Valentina junto a sus compañeros, la conductora reflexionó sobre el crecimiento de su hija. “Cada vez me necesita menos, ¿te has dado cuenta? Van creciendo”, dijo, dejando ver la transición natural entre la infancia y la juventud. El ambiente se acompañó de música suave y aplausos, mientras se anunciaba el nombre completo de la graduada frente al auditorio.
Cuando llegó el momento de lanzar el birrete, Tula volvió a expresar su orgullo. “Estoy tan emocionada. Mi hija está a punto de aventar el birrete, estoy feliz. Lo logró”, se le escuchó decir, con la voz entrecortada. Las palabras, simples y directas, resumieron años de dedicación y acompañamiento.
Este episodio se suma a una etapa de exposición emocional en la vida pública de Rodríguez. Días antes, la conductora había compartido experiencias personales vinculadas a su maternidad, incluyendo un episodio ocurrido durante su embarazo que la marcó profundamente. En esas declaraciones, habló de cómo enfrentó situaciones complejas en medio de comentarios y especulaciones, optando por narrar su versión sin filtros.
También había sorprendido al referirse a aspectos económicos de su relación con Javier Carmona, al señalar que asumió con recursos propios los gastos del parto de su hija. En esas afirmaciones, buscó desmontar ideas extendidas sobre la situación financiera de su fallecido esposo y reivindicar su propio rol como sostén en ese periodo de su vida.



