
Dos equipos peruanos lograron un lugar entre los finalistas mundiales de la NASA International Space Apps Challenge 2025, una competencia científica que cada año convoca a miles de personas en distintos puntos del planeta para enfrentar desafíos vinculados con el espacio y la Tierra. La edición de este año reunió a más de 114 000 participantes de 167 países, en un ejercicio colectivo de innovación basado en datos abiertos de la NASA y de agencias asociadas.
La selección final redujo un universo amplio de propuestas a un grupo muy limitado. Más de 18 000 equipos participaron en la hackatón, todos con la misión de plantear soluciones tecnológicas frente a problemas reales de la humanidad y del espacio. Tras una primera evaluación, los jueces eligieron 1 290 proyectos nominados. Luego de un proceso adicional, solo 45 equipos alcanzaron la condición de finalistas globales.
Entre esas iniciativas figuran dos propuestas desarrolladas en Perú, que avanzaron gracias a enfoques distintos pero conectados por el uso intensivo de datos científicos, inteligencia artificial y una mirada aplicada a problemas concretos. El anuncio oficial de los ganadores globales figura en la agenda del 18 de diciembre.
Tecnología espacial aplicada a los Andes

El primer equipo peruano finalista optó por el reto BloomWatch, orientado al seguimiento de la floración vegetal mediante observación satelital. La propuesta se concentra en los bosques de Polylepis, conocidos como queñuales, árboles nativos de los Andes peruanos que cumplen un rol clave en la conservación de fuentes de agua y biodiversidad.
El proyecto, denominado Queñaris, plantea el desarrollo de un sistema inteligente de reforestación. Su meta apunta al monitoreo de la fenología de estas especies, es decir, los patrones de floración asociados al clima y a las estaciones. Este seguimiento permitiría optimizar acciones de restauración ecológica y contribuir a una mejor gestión del agua en comunidades agrícolas de altura.
La información satelital y los modelos de análisis propuestos buscan ofrecer herramientas concretas para quienes trabajan en la recuperación de ecosistemas andinos. El uso de datos de observación de la Tierra se presenta como un soporte técnico para la toma de decisiones ambientales en zonas vulnerables.
Inteligencia artificial para entender la vida en el espacio

El segundo equipo finalista, MEMORA LAB, reúne a seis jóvenes de distintas regiones del país. Dos de sus integrantes cuentan con el respaldo del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec). Se trata de Daniel Parado, de 26 años, beneficiario de la Beca Continuidad en la carrera de Ingeniería Física, y Tatiana Paucar, de 21 años, estudiante del noveno ciclo de Ingeniería de Software con Beca 18.
Daniel Parado, natural de Huamanga, en Ayacucho, explica el impacto de este apoyo estatal en su formación académica. “La beca del Pronabec me ayudó a solventar mi hospedaje en Lima y otros gastos complementarios, lo que me permitió enfocarme netamente en mis estudios para terminar exitosamente mi carrera en la Universidad Nacional de Ingeniería”, señala. Actualmente cursa una maestría en Inteligencia Artificial.
Tatiana Paucar, procedente de Ica, también destaca el alcance de este respaldo. “Beca 18 me abrió oportunidades para mi formación académica e integral”, afirma la joven, que se encuentra próxima a culminar sus estudios universitarios.
El ministro de Educación, Jorge Figueroa, se refirió a la participación de ambos becarios en la competencia internacional. Según indicó, “esta destacada participación muestra que los programas de becas del Minedu ayudan a peruanos talentosos y crean oportunidades para que se desarrollen profesionalmente, transformen sus vidas y contribuyan al progreso del país”.
Una plataforma para ordenar décadas de ciencia
Durante una jornada intensiva de 48 horas, el equipo MEMORA LAB desarrolló una plataforma digital basada en inteligencia artificial y grafos de conocimiento. El sistema conecta más de 600 investigaciones de biología espacial de la NASA relacionadas con la vida en condiciones de microgravedad más allá de la Tierra.
El archivo analizado reúne décadas de experimentos científicos que estudian cómo responden distintos organismos en entornos espaciales. La plataforma procesa esta información y la organiza en mapas de conocimiento dinámicos, con el objetivo de facilitar la interpretación de datos complejos por parte de científicos y educadores.
La propuesta apunta a ofrecer un acceso unificado y directo a estos estudios, lo que permitiría identificar patrones, relaciones y vacíos de información. De acuerdo con la descripción del proyecto, esta herramienta contribuiría a una mejor comprensión de la adaptación biológica fuera del planeta y serviría de apoyo para futuras misiones hacia la Luna y Marte.
Investigadores, estudiantes y especialistas en exploración humana del espacio figuran entre los principales usuarios potenciales de la plataforma, que busca reducir barreras técnicas en el acceso a información científica altamente especializada.



