
La advertencia encendió alarmas dentro y fuera del país. Machu Picchu, uno de los principales símbolos del Perú ante el mundo, volvió al centro del debate internacional luego de que la organización New7Wonders difundiera una alerta sobre la gestión del sitio. El mensaje, replicado en medios y redes, abrió un escenario de incertidumbre que tocó fibras sensibles en Cusco y en el sector turismo.
En ese contexto, la Cámara Regional de Turismo de Cusco decidió fijar posición. Su presidente, Carlos González, salió a explicar qué ocurre realmente y cuáles son los procesos oficiales que evalúan el estado del Santuario Histórico. Desde su mirada, el foco no se sitúa en campañas de marketing ni en concursos digitales, sino en los mecanismos técnicos y formales que supervisan la conservación de los bienes culturales a nivel mundial.
La discusión tomó fuerza a partir de una entrevista en la que González respondió preguntas directas sobre la posibilidad de perder reconocimientos internacionales. Sus declaraciones buscaron ordenar el debate y diferenciar entre el estatus otorgado por la UNESCO y la denominación de “Maravilla del Mundo Moderno”, promovida por una entidad privada.
Una evaluación técnica en el horizonte

Carlos González confirmó que la UNESCO enviará una misión técnica a Machu Picchu durante febrero del próximo año. El objetivo central consiste en revisar el estado de la planificación y de la gestión del sitio. “En febrero del próximo año va a venir una misión técnica de UNESCO, que es la institución que se dedica a la evaluación y a la consagración como Patrimonio Mundial de la Humanidad”, señaló en diálogo con Exitosa.
Según explicó, esta visita no responde a presiones externas, sino a un proceso regular de seguimiento. La UNESCO, entidad que otorgó la declaratoria de Patrimonio Mundial, sostendrá reuniones multisectoriales para conocer de primera mano la situación real del monumento y de su entorno inmediato.
González expresó confianza en los resultados de esta revisión. “Ellos van a venir en febrero para sostener reuniones multisectoriales para poder hacer una evaluación final acerca de cuál es la situación real de la planificación y de la gestión de Machu Picchu”, afirmó, tras detallar avances normativos y de coordinación entre el sector público y privado.
Los aspectos que revisará la UNESCO

El presidente de la Cámara de Turismo precisó los criterios que formarán parte del análisis técnico. Entre ellos figuran la conservación, la preservación y la puesta en valor del sitio arqueológico, además del modelo de visitas aplicado en la actualidad. “Ellos lo que van a revisar es cuál es la situación de conservación, de preservación, de puesta en valor, cuál es el modelo de visita”, explicó.
También mencionó la verificación de estudios y reportes que el Ministerio de Cultura remite de forma periódica al organismo internacional. Estos documentos permiten verificar si las recomendaciones formuladas a lo largo de los años encuentran aplicación concreta en la gestión diaria del santuario.
González reconoció la existencia de problemas operativos que todavía requieren atención, como la venta presencial de boletos, el transporte hacia la ciudadela y el saneamiento básico en el distrito de Machu Picchu. Sin embargo, aclaró que estos puntos no inciden de manera directa en la integridad del monumento. “Estos son temas complementarios que no afectan directamente a la monumentalidad del sitio en sí mismo”, sostuvo.
Tensiones políticas y riesgos en la gestión
Durante la entrevista, el dirigente turístico también se refirió a conflictos políticos que rodean la administración del destino. Advirtió sobre intentos de utilizar Machu Picchu como un espacio de disputa. “Lamentablemente, como es de conocimiento de toda la ciudadanía, han habido intentos de maniobras políticas para poder utilizar a Machu Picchu como un botín”, expresó.
Desde su perspectiva, propuestas como la creación de una Autoridad Autónoma Regional para el santuario podrían generar efectos negativos. “Lo que estaríamos haciendo es trasladar la ineptitud y la ineficiencia en la gestión regional y local a la operación o a la gestión de Machu Picchu”, alertó, al subrayar que ese escenario sí pondría en riesgo la evaluación internacional.
La diferencia entre patrimonio y marketing

Uno de los puntos centrales del pronunciamiento se relacionó con la alerta emitida por New Seven Wonders. El director Ejecutivo de PROTURISMO, Tito Alegría, marcó distancia entre ese anuncio y los procesos oficiales de la UNESCO. “The New Seven Wonders fue un concurso de popularidad”, recordó, al explicar que la elección de 2007 se basó en votos por Internet.
En esa línea, enfatizó que no existe equivalencia entre un concurso digital y un sistema de gestión de patrimonio cultural. “No podemos comparar un concurso de popularidad con un modelo de gestión de Patrimonio Cultural de la Humanidad”, afirmó.
Esa postura también apareció en otros comentarios difundidos durante el programa radial. “Machu Picchu es un patrimonio de la humanidad reconocido por la UNESCO, no por un concurso de Internet”, se escuchó, junto con críticas hacia lo que se describió como “chantaje mediático de una empresa que organizó un concurso digital”.
Las declaraciones insistieron en que el Perú solo rinde cuentas, en materia cultural, ante la UNESCO, y en temas turísticos ante los organismos internacionales correspondientes. Bajo esa premisa, la próxima visita técnica se perfila como el espacio clave para despejar dudas y exponer, con criterios técnicos, el estado actual de uno de los principales referentes culturales del país.



