
¿Qué ocurrirá con las viviendas ubicadas a pocos metros de la vía férrea del Tren Lima–Chosica? Esa es la principal preocupación de los vecinos de los distritos de El Agustino y Ate, cuyas casas colindan con los rieles por donde se proyecta el paso del nuevo servicio ferroviario. Tras la primera marcha en vacío del convoy hacia Chosica, realizada por la Municipalidad Metropolitana de Lima, el debate volvió a centrarse en el estado de la infraestructura y en el impacto que tendrá el tren en las zonas residenciales.
La inquietud vecinal se intensifica ante la ausencia de información oficial. Algunos residentes aseguran no haber recibido ninguna comunicación por parte de las autoridades sobre las medidas que se adoptarán respecto a sus viviendas. “Nadie nos ha dicho nada”, expresó una vecina, reflejando la incertidumbre que persiste en la zona.

Actualmente, la vía férrea es utilizada por trenes de carga del Ferrocarril Central y por el tren turístico Lima–Huancayo, que circula a una velocidad aproximada de 15 km/h. Sin embargo, el escenario cambiaría con la entrada en operación del Tren Lima–Chosica, que, según lo anunciado, transitaría hasta dos veces al día a una velocidad cercana a los 40 km/h.
Pese a ello, ni la Municipalidad Metropolitana de Lima ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones han explicado hasta el momento cuál será el plan para las viviendas colindantes a los rieles. Los vecinos temen que el aumento en la frecuencia y velocidad del tren genere mayores riesgos, ruido constante y afectaciones a su seguridad y calidad de vida, sin que exista claridad sobre eventuales obras de protección, reubicación o compensación.

ProInversión anunció expropiaciones
El alcalde de Lima, Renzo Reggiardo, señaló que la marcha en vacío permitirá identificar las deficiencias de infraestructura que deben corregirse antes de avanzar hacia una eventual marcha blanca del tren Lima–Chosica.
Si bien evitó precisar un plazo concreto, el funcionario se mostró optimista y estimó que el servicio podría comenzar a transportar pasajeros entre el primer y el segundo trimestre de 2026.

Uno de los principales aspectos que la empresa operadora deberá considerar es la cercanía de viviendas a la vía férrea. Además del riesgo que ello representa para los vecinos, se contempla la construcción de una segunda vía, lo que implicaría procesos de expropiación en determinados tramos.
Tren Lima–Chosica: las expropiaciones se darían en la tercera etapa
Juan Suito, asesor de ProInversión, explicó que existe un plan preliminar dividido en tres etapas para la implementación del tren Lima–Chosica. En la primera fase se evaluará la demanda de pasajeros, por lo que los viajes no serán continuos.
Será en la segunda y, especialmente, en la tercera etapa cuando se desarrollará nueva infraestructura, como la habilitación de paraderos adicionales y la construcción de una segunda vía, escenario en el que se prevén futuras expropiaciones. En estas fases también se incrementaría el número de viajes diarios, con el objetivo de ofrecer un servicio más accesible, sobre todo en las zonas de mayor demanda.
Suito adelantó que la tercera fase podría implicar la expropiación de terrenos, así como la ejecución de obras de seguridad y mantenimiento más complejas, debido a que los trenes operarían a una velocidad superior a la actual.



