La televisión suele mostrar solo una parte de quienes la habitan. En ocasiones excepcionales, una historia rompe ese límite y expone emociones que no responden al guion habitual.
Eso ocurrió cuando Santi Lesmes habló del camino recorrido junto a Cliver Huamán, conocido como Pol Deportes, y su hermano, jóvenes narradores peruanos a quienes acompañó hasta uno de los escenarios más grandes del fútbol mundial.
El conductor no solo describió un logro profesional, sino una experiencia personal que lo atravesó de forma inesperada. Sus palabras, pronunciadas en un espacio televisivo, revelaron cómo este encuentro transformó su manera de mirar la vida, la familia y el sentido de acompañar sueños ajenos.
Un vínculo que fue más allá de la televisión

Durante la conversación, Santi Lesmes dejó de lado el tono habitual del conductor y se permitió hablar desde un lugar íntimo. Al recordar escenas cotidianas con Pol Deportes y su hermano, confesó cómo ese lazo se volvió parte de su núcleo afectivo. “Yo el otro día le decía a Ale: ‘El tío Santi, el tío Santi, mi sobrino, mi sobrino’”, comentó, mientras la emoción se hacía visible. Micheille Soifer intervino para señalar lo evidente: “Y se te aguan los ojos”.
Lesmes explicó que ese sentimiento no surgió de manera forzada. Para él, conocer a los jóvenes, escuchar sus metas y observar su entrega generó una conexión genuina. “Yo tengo mi hija, que es Lea. Y el otro día le decía a Ale: ‘A partir de ahora ya no tenemos una hija. A partir de ahora tenemos tres hijos’”, relató, ampliando la dimensión de ese compromiso.
El conductor destacó que no se trató solo de acompañar una experiencia puntual, sino de entender los procesos personales de cada uno. “Yo los escucho, sé los sueños que tienen, sé lo que quiere hacer Kenny”, afirmó, aludiendo al entorno cercano de los jóvenes. También valoró el rol del hermano de Pol Deportes, a quien describió como una figura clave en la organización y el cuidado del proyecto familiar.
El sueño de la Champions y una promesa cumplida

El gesto que unió definitivamente sus caminos fue la invitación a narrar un partido de Champions League en Europa. Santi Lesmes llevó a Pol Deportes y a su hermano hasta Madrid para presenciar y relatar el encuentro entre Real Madrid y Manchester City. La noticia se anunció en vivo durante un programa matutino, donde la sorpresa quedó registrada por las cámaras.
Cliver Huamán, con apenas quince años, reaccionó con incredulidad y gratitud. “La verdad, no lo puedo creer. Me siento muy contento. Gracias, Santi. Gracias, amigos de Latina Televisión. Para mí sería un orgullo y tremenda felicidad ir a la Champions”, expresó el joven narrador, cuya historia ya había conmovido a miles en redes sociales.
Lesmes subrayó que el viaje fue pensado con cuidado y respeto. Reveló que ambos jóvenes asistieron vestidos de manera formal, con trajes confeccionados especialmente para la ocasión. El anuncio se hizo con entusiasmo colectivo: “Porque en ‘Arriba mi gente’ cumplimos con lo que decimos. Nos vamos a la Champions”, dijo, reafirmando el valor de la palabra empeñada.
Una sacudida personal y una mirada distinta sobre el éxito

Al ser consultado sobre su estado emocional, Santi Lesmes evitó respuestas simples. Reconoció que atravesaba una etapa de aparente estabilidad antes de este proyecto. “Yo estoy muy feliz, estoy muy contento, estoy ilusionado”, dijo, para luego admitir que se sentía en una suerte de pausa vital. “Había logrado muchas cosas y me encontraba como en modo avión”, confesó.
La experiencia con Pol Deportes funcionó como un llamado de atención. Micheille Soifer lo resumió en una frase: “Le sacudió”. Lesmes coincidió y lo explicó como un desafío personal. “Lo tomo como un reto, como un ‘Santi, creo que estás para hacer más’”, señaló, aludiendo a una motivación renovada que no estaba vinculada solo a la carrera televisiva.
El conductor reflexionó también sobre la responsabilidad de orientar a jóvenes que recién comienzan. Aseguró que evita sobrecargarlos con información y que insiste en valores básicos. “No les quiero dar tanta información porque no los quiero abrumar”, explicó. En ese marco, compartió una advertencia que repite con frecuencia: “Puedes tardar veinticuatro años en llegar y veinticuatro segundos en caer”.
Para Lesmes, el foco está en lo esencial. “Lo importante son los estudios, la educación, la sanidad, los pies en la tierra, los proyectos”, enumeró, marcando una distancia clara respecto de la fama inmediata. Su rol, según explicó, no es el de un salvador, sino el de un acompañante atento.
El Santi que el público no conocía

La exposición emocional sorprendió a parte de la audiencia, aunque Lesmes aseguró que no se trató de una transformación repentina. “La gente dice: ‘Santi, no conocíamos este Santi’. Pero no es un nuevo Santi. Yo siempre he sido así”, afirmó. Para él, la televisión suele encasillar a las personas en roles predecibles, lo que limita la percepción del público.
Comparó esa dinámica con una estructura narrativa. “La televisión es como una película. Está el bueno, el malo, la historia romántica”, explicó. En ese esquema, muchas facetas quedan fuera de plano. Esta experiencia, según dijo, permitió que se viera una composición más completa de su personalidad.
Lesmes cerró su reflexión con una metáfora culinaria. “En un plato que preparas necesitas el picante, la pimienta, la sal y el azúcar”, señaló, sugiriendo que la vida y la televisión requieren equilibrio entre emoción, carácter y sensibilidad.
La historia compartida con Pol Deportes y su hermano no solo abrió puertas profesionales para los jóvenes, sino que también reveló una dimensión poco habitual en la pantalla. Un intercambio humano que, sin proponérselo, terminó mostrando que el impacto más duradero no siempre se mide en rating, sino en vínculos que dejan huella.



