¿Qué pasó un día como hoy? El 9 de diciembre reúne hechos decisivos para la historia del Perú. En 1568, Lima recibió por Real Cédula el título de “La muy noble y muy leal Ciudad de los Reyes”, consolidando su prestigio colonial.
Ese mismo día de 1579 nació San Martín de Porres, símbolo de solidaridad y servicio a los más necesitados. En 1824 se libró la Batalla de Ayacucho, victoria que aseguró la independencia sudamericana.
En 1897 se estrenó la Marcha de Banderas, himno cívico creado por el filipino José Sabas Libornio, quien falleció el 9 de diciembre de 1915. En 1938, la Declaración de Lima fortaleció la unidad continental americana.
9 de diciembre de 1568- - Lima recibe oficialmente el título de “La muy noble y muy leal Ciudad de los Reyes”

Lima fue fundada en 1535 por Francisco Pizarro con el nombre de “Ciudad de los Reyes”, elegido por su cercanía al Día de Reyes y en honor a los monarcas Carlos I y Juana I.
El 9 de diciembre de 1568, la Corona Española emitió una Real Cédula que confirmó oficialmente esta denominación y añadió los títulos de “muy noble y muy leal”, reforzando el prestigio de la capital dentro del Virreinato del Perú. El reconocimiento consolidó la importancia política y simbólica de la ciudad en el dominio colonial.
9 de diciembre de 1579 – Nacimiento de San Martín de Porres, primer santo mulato de América

Martín de Porres nació el 9 de diciembre de 1579 en Lima. Hijo de un noble español y una mujer libre de origen panameño, vivió en condiciones humildes. Desde joven ejerció oficios como barbero y boticario.
A los quince años se acercó a un convento dominico, donde primero trabajó como ayudante laico y luego fue aceptado como hermano. Dedicó su vida al cuidado de enfermos, pobres y excluidos, distribuyendo medicina, alimentos y ropa sin distinción de raza o condición social.
Se le atribuyen milagros, curaciones y una compasión extraordinaria hacia animales y humanos. Fue canonizado en 1962 y es considerado un símbolo de caridad, humildad e igualdad.
9 de diciembre de 1824 – La Batalla de Ayacucho selló la independencia definitiva del Perú y América del Sur

La batalla de Ayacucho, librada el 9 de diciembre de 1824 en la Pampa de Quinua cerca de Ayacucho, marcó el desenlace de las guerras de independencia hispanoamericanas.
Las fuerzas patriotas, al mando de Antonio José de Sucre, derrotaron al ejército realista, que sufrió graves bajas y rendición. La victoria supuso la rendición del virrey y la evacuación de las tropas españolas, consolidando la libertad del Perú y de otras naciones latinoamericanas.
Ese combate representó la culminación de un proceso emancipador y el inicio de una era republicana.
9 de diciembre de 1897 – Estreno de la Marcha de Banderas, himno dedicado a la bandera peruana

La “Marcha de Banderas” fue estrenada el 9 de diciembre de 1897, pieza musical compuesta por José Sabas Libornio Ibarra en 1895.
Originalmente ideada para distinguir ceremonias oficiales de aquellas reservadas para el Himno Nacional, la marcha se consagró como el himno cívico por excelencia.
Desde entonces acompaña actos solemnes, ondeo de la bandera, desfiles militares y ceremonias del Estado. Su letra exalta el patriotismo, la libertad y el honor nacional. La Marcha de Banderas sigue vigente como símbolo de identidad y respeto a los símbolos del país.
9 de diciembre de 1915 – Muerte de José Sabas Libornio Ibarra, compositor de la Marcha de Banderas

José Sabas Libornio Ibarra, compositor filipino nacido en Manila en 1858, llegó al Perú en 1885 y desarrolló una prolífica labor musical. Fue contratado durante el gobierno de Nicolás de Piérola para crear la Marcha de Banderas, obra que se convirtió en símbolo cívico del país.
Compuso y arregló más de 500 partituras, además de valses y polcas que ingresaron al repertorio criollo. Vivió en el Perú con su esposa estadounidense y sus cinco hijos.
Murió el 9 de diciembre de 1915 en medio de dificultades económicas, dejando un legado fundamental para la identidad musical peruana.
9 de diciembre de 1938 — Declaración de Lima: un acuerdo que afianzó la solidaridad continental americana

La Conferencia Panamericana de Lima de 1938 consolidó la solidaridad entre los Estados americanos frente al avance de tensiones globales que anunciaban una nueva guerra.
El encuentro impulsó la Declaración de Lima, que promovió la unidad política y jurídica del continente, así como el compromiso de ayuda mutua ante agresiones externas.
También reforzó la doctrina que rechazaba cualquier conquista territorial obtenida por la fuerza y estableció mecanismos de consulta para enfrentar amenazas comunes.
En un contexto mundial convulsionado, la conferencia transformó el panamericanismo en una herramienta estratégica para proteger la soberanía y estabilidad de las naciones del hemisferio.



